martes, octubre 28, 2014

De After Lorca

Querido Lorca:

Cuando has terminado un poema, ¿qué habría querido éste que le hicieras? ¿Era suficiente que existiera o exigía imperiosamente que lo compartieras, como la belleza de una persona bella la obliga a buscar en el mundo a alguien a quien pueda manifestarle esa belleza? ¿Y dónde buscan tus poemas a la gente?

Algunos pueden darse con facilidad. Se entregan a quien sea y quien quiera que sea apto físicamente puede recibirlos. Pueden ser bellos (ambos hemos escrito algunos así) pero son unos farsantes. Desde el momento de su concepción te notifican, con voz melosa, que gracias, que ellos pueden valerse por sí mismos. Juro que si uno de ellos estuviera escondido debajo de la alfombra, se pondría a vociferar y seduciría a alguien. Los poemas tranquilos son los que me preocupan, aquellos que deben seducirse. Durante años pueden viajar conmigo y nadie los advierte. Y aun así, debidamente unidos, son más bellos que sus primos promiscuos.

Pero estoy hablando de la primera noche, cuando salgo de mi departamento casi sin aliento, buscando a alguien a quien mostrarle el poema. A menudo no hay nadie. Mis colegas poetas (aquellos a quienes mostraba mis poesía hace diez años) están tan poco interesados en mi poesía como yo en la de ellos. Ambos comparamos nuestros poemas (desfavorablemente, desde luego) con los poemas que escribíamos hace diez años cuando podíamos aprender uno del otro. Somos amables pero como si estuviéramos intercambiando instantáneas de nuestros hijos, viejas relaciones que desaprueban a sus esposas respectivas. ¿O tú eras más generoso, García Lorca?

Por supuesto, se trata de los jóvenes. Últimamente he sido reducido a ellos (o al menos mis poemas). La ventaja que tienen es que no saben exactamente qué clase de poesía escribirán y siempre están buscando qué recurso tuyo pueden aprovechar. El problema es que es tuyo. Es tuyo y no del poema. Leen el poema una y otra vez para pescar las huellas de tu estilo. Y si son muy sutiles, para buscar si existe una referencia a ellos en el poema. Eso es todo. Lo sé. Solía hacerlo.

Cuando estás enamorado no hay ningún problema verdadero. La persona a la que amas está siempre interesada porque sabe que los poemas siempre tratan de ella, aunque sólo sea porque alguna vez se dirá que cada poema pertenece al período Sutanita o la etapa Perenganito en la vida del poeta. Es posible que no sea mejor poeta cuando estoy enamorado, pero al menos soy uno con menos frustraciones. Mis poemas tienen una audiencia.

Por último, están los amigos. Únicamente ha habido un par en mi vida que podían leer mis poemas y uno de ellos prefiere imprimirlos para poder verlos mejor. El otro está muy lejos.

Todo esto es para explicar por qué siempre dedico mis poemas a alguien.

Con cariño,
Jack



Jack Spicer
My vocabulary did this to me. The collected poetry of Jack Spicer
Wesleyan University Press, 2008.
Versión del traductor para Nueva Provenza: Rodrigo Flores Sánchez

martes, octubre 21, 2014

Tres poemas de Martín Gubbins


Caso de emergencia

Encender las luces bajas
Quitarse los lentes de sol
No utilizar el celular
No detenerse salvo en caso de emergencia

Si se incendia el vehículo
Apagar el motor
Dejar puesta la llave
Abandonarlo

Si se incendia otro vehículo
Mantener distancia prudente
Si se puede continuar el viaje
Por favor hacerlo

No detenerse salvo en caso de emergencia
Encender las luces bajas
Apagar el motor
Por favor hacerlo

Si la circulación se ha detenido
Seguir las instrucciones del personal
De la autopista o Carabineros

En caso de evacuación acercarse
A una salida de emergencia
Ayudar a otras personas
Acceder a zonas seguras

Estar atento a los mensajes
De radio y altoparlantes
Pedir auxilio en la estación
Más cercana
Si se puede continuar el viaje
Por favor hacerlo




Declaración universal

Todos los seres humanos nacen
Dotados como están
De razón y conciencia
Toda persona tiene
No se hará distinción alguna
Todo individuo tiene derecho a
Nadie estará sometido a
Nadie será sometido a
Todos tienen derecho al
Todos los seres humanos son
Derecho a
Todos son
Sin distinción
Todos tienen
Toda persona tiene derecho a
Nadie podrá
Toda persona tiene derecho a
Toda persona
Nadie será
Nadie será objeto de
Toda persona tiene
Y a
Este derecho no podrá ser
A nadie se le
Los hombres y las mujeres
Sólo mediante
La familia es el
Toda persona tiene derecho a
Nadie será
Todo individuo tiene derecho a
Toda persona
Nadie podrá
Toda persona tiene
La voluntad del pueblo
Toda persona es
Toda persona
Toda persona trabaja
Tiene derecho a
Toda persona
Derecho tiene
Toda persona
En el ejercicio de sus derechos
Estos derechos
Tampoco podrán
Toda persona nada
En la presente
Declaración universal




La pista de un consumidor

Qué
Hago con las
Cosas que
Compro en el
Supermercado
Qué
Hago con
Los vales en vez
Qué
Hago con las
Historias que
Leo en los diarios
Qué es lo que en
Tiendo de las
Noticias e informes
Qué
Hago con los
Lugares que veo
Los
Movimientos que hago
Las
Personas que conozco
Los
Tragos que tomo
Las
Cosas que fumo
Qué
Hago con ellas
Qué en
Tiendo de ellas
Qué
Puedo hacer
Qué
Puedo decir
De los
Recorridos de buses
Qué es lo que en
Tiendo de los
Avisos que veo
Qué
Debo hacer
Qué
Debo decir
Qué
Veo en vez
Dónde
Puedo ir
Cómo
Podría ir
Qué
Hago
Qué es lo que en
Tiendo de mí al tomar las
Ofertas que me hacen
Las
Promociones que encuentro
Qué
Hago con ellas

Me las
Como
Las
Uso
Me las
Pongo
Las
Detesto
Las
Requiero
Me las
Trago
Las
Añoro
Las
Escucho
Las
Congelo
Las
Persigo
Las
Requiebro
Las
Observo
Las
Boto al basurero después de que las
Gasto
Las
Vomito
Me las
Meto
Las
Tomo y las
Apropio
Las
Descarto y las
Desecho
Voy andando por ahí
Trampeando con ellas
Truqueando
Engañando
Persistentemente
Mordisqueando
Mordiendo
Trotando
Haciendo creer que ellas
Pasan

Soy una rata
Soy un ratón
Tengo orejas largas
Y ojos mentirosos
Mi boca es tan larga
También mi cola
Me carga mi
Cara también
Mi ho
Cico filudo
Lo
Vi tantas veces
Yo
Correteo
Yo
Que escurro
Lo odiaré como lo he hecho
Soy una rata
Soy un ratón
Me escondo en mi co
Vacha
Debo callar la
Boca
Me tengo que en
Cerrar




Martín Gubbins
Fuentes del Derecho
Ediciones Tácitas, 2010.

martes, octubre 07, 2014

Cuatro poemas de José Luis Bobadilla


               inmóvil
                    agita su agua sucia

                  una
                     pero única
        en la larga fila de su estirpe
                              tortuga en una tina
que es sin más

               y sólo para ella

          el universo

               nada y no
                     se asolea

               dueña de sí

          aun
en ese caldo aceitoso




y la niebla que pisas
  y la rama que pisas
    y los pastos y carrizos que pisas
  y la rana que pisas
        y los hongos

     -que también seguramente pisas-

          y los charcos que pisas
        y los grillos negros que pisas
            y las hojas secas y húmedas que pisas
          y el lodo

          -el musgo y el volcán-

        y el acanto salvaje
                los murmullos

           -lo que es también
                      todo lo que pisas
                        ahora que lo pisas-

              sin siquiera notarlo...




sobre la chimenea un plato japonés
con un grabado del siglo XVII

una arbitrariedad

aún el sol
el espacio de aquí
a la calle

la banqueta

una pestaña de cemento
que nadie quiere ver

la primavera
calienta el rumbo de la avispa

y en medio

entre los muros y la calle

un piecito dejado
una huella abandonada

nada importa
si no quieres que importe




lo que nos rodea
         sí        lo de aquí
     lo que está allá

ni más ni menos

         el desmoronamiento de la tarde
bajo la sombra tejida de un mezquite

                lo que es que está

         me refiero
                      lo que es que está
ya sabes
            esto       aquello y más
        sabes
           me refiero

lo que es que está y también
         esto     aquello y más
lo fuera de esto también pero que está
                ya sabes         me refiero
digo:     ya sabes     sabes

           lo que quizá tal vez seguramente
lo que sin duda y no tal vez
           lo que seguramente se aleja y se aproxima

algo que como todo          ya
luego se aleja:

una onda de agua una onda de agua

l o s  c o s t i l l a r e s  d e  u n a  o n d a  d e  a g u a




José Luis Bobadilla
un mundo,
La Calabaza del Diablo, 2014.