jueves, febrero 21, 2019

Si tuviese un billete de diez mil


Si yo tuviese ahora un billete
de diez mil guaraníes
¡Ah, si yo tuviese ahora un buen billete
de diez mil guaraníes!

Primero besaría a mi negro escocés en el hocico
y luego iríamos juntos por la calle
Orgullosos y altivos como buenos burgueses,
a nadie dejaríamos mirarnos
Burlona les diría nuestra sonrisa:
"A otros con ese hueso, pobres gentes;
¿es que no veis que somos respetables?"

Saludaríamos a la despensera
alegre y cordialmente, como quien lleva
un billete de diez mil en el bolsillo
Un billete es pasaporte a la sonrisa
en la despensa, en la calle y en la vida

Dos botellas de un litro cada una
de cerveza muy fría compraríamos
¡Y adiós nuestro billete de diez mil guaraníes!

Pero la noche, los astros y la risa
nos daría por él tan ventajoso trato

Si yo tuviese ahora un buen billete
de diez mil guaraníes,
compraría tabaco y no me preocuparía ya el insomnio
Jugaríamos mi escocés y yo hasta la mañana,
si yo tuviera insomnio, ambos tranquilos
por tener con nosotros un billete de diez mil guaraníes

Tras comprar el tabaco, de cinco mil,
no de diez mil, sería nuestro billete
Pero, obteniendo a cambio los juegos y la risa,
un buen negocio así habríamos hecho
mi escocés y yo

Si tuviésemos ahora un buen billete
de diez mil guaraníes,
quizá de tan seguros descansaríamos
profundamente y por largas horas
Y, más fuertes y sanos ya despiertos,
mejor enfrentaríamos el universo hostil

¡Ah, si tuviese ahora un buen billete
de diez mil guaraníes!
Mantendría a la Muerte a raya un rato más

Para nosotros dos, mi peludito,
el tiempo no es dinero, mas lo inverso
lo haríamos funcionar mejor que nadie
Veamos, ¿cuánto tiempo
podríamos comprar con diez mil guaraníes?

Días, meses, minutos, no me importa
Dejadme solo un ratito más
No os cuesta nada, y de cualquier manera
vosotros ya ganasteis este juego
Solo quisiera que no os deis conmigo
tanta prisa / No sé, no debería
dejar mi ropa interior desparramada,
ni tampoco en desorden mis papeles,
ni tanto sin hacer y en el tintero,
ni tantos días del futuro intactos
Además, qué os cuesta,
si ya me habíais ganado
desde el principio

Ay, mi peludo amigo, ¡y pensar que a nosotros
nos gusta de verdad tanto vivir
y que lo hacemos con tal gracia y talento!
¡Si tan solo tuviésemos ahora
un buen billete de diez mil guaraníes!

Si no hubiera para mí uno de diez, aceptaría incluso
uno de cinco mil
Y hasta uno de mil guaraníes acepto
Ah, mi perro bonito, pensar que ya tenemos
que empezar a aprender a despedirnos
del dinero del tiempo Del oro de los días
Del oro del futuro Del oro de la vida





Montserrat Álvarez
Panzer Plastic
Colección Underwood, Pontificia Universidad Católica del Perú, 2008.

jueves, febrero 07, 2019

Tres poemas de Wendy Guerra


Platea a oscuras

(poema de los espectadores)

Me han estado mirando desde el centro
lo sé
no les daré ni un dato de mi conspiración
y aunque sigan pidiéndome el silbato
dejaré de asistir
pero
tendré en mi cuello siempre su sonido.
Está ese proscenio a buen recaudo del tendido
que no me dejará salir volando
en caso de peligro arrancaré las luces
y soltaré a pedazos los vestidos.
Me han estado mirando desde la platea
no aplaudieron
no compraron programas
no cruzaron las piernas
no salieron a la calle
no estuvieron nunca en el butacón pero me miran.





Ellos son de los años sesenta

Hablan de Waldo, de la escuela
y bajito para que yo no escuche
las amigas de mamá preguntan
por sus antiguos novios.

Estoy demasiado cerca de ellos
cada mañana de domingo
cuando recojo las tazas sin vino
y las botellas llenas de ceniza
me doy cuenta de que tengo algo de ellos
que también siento nostalgia por los que faltan
y que aunque no quieran aceptarlo
Elena Burke y Los Beatles
me detienen a pensar.

¿Dónde yo estaba?
Y ¿cómo habría sido ante aquellos problemas
que recuerdan?

Me río de las barrigas de algunos
y del inexplicable aspecto atlético de otros.

Ellos
y también mamá
son de los años sesenta.





Colección de estampillas

Se ha quedado quieto el coleccionista
llorando al centro
mientras
por siempre sus únicas divinidades
descubiertas
se vuelven pobres colecciones enumeradas
que se acaban
y que no son viejos con bocas diferentes
sino miles de Molière
miles de unas locomotoras
y no ruinas de cartón
y no nubes
y no todo lo que antes
veía crecer como esperaba en sus hallazgos
fino humor de quien las dispersa
y todo se repite
y la cinta estelar del astrolabio
gira
al mismo centro
mientras Molière
descubre que todo acabó en su cuaderno
y que no sabe nada
y descubre mal
Molière tiene la culpa
mira desde el sello al coleccionista
que llora desde el centro
como queriendo adivinar
cuánto falta para terminar de descubrirse.




Wendy Guerra
Un grupo avanza silencioso (II). Antología de poetas cubanos nacidos entre 1958 y 1972
Selección: Gaspar Aguilera Díaz
UNAM, 1990.