viernes, diciembre 21, 2012

Quince incas / Doce estrofas de comentario a la inexistencia a partir del kamel-trot inkaiko (circa 1930)

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Quince incas frappé bailan en puntas sobre una loza de bakelita: 1929-1989;
giran a velocidad de mapamundi,
glissando sobre irregulares trombosis y aneurismas.
Sus hidráulicos párpados de violonceleta
envuelven chulpas rodantes sacrificadas a la diosa Germania,
como collas con frankensteines en los talles y ese torpe kikirikí de las valkirias.

Camafeos brillantes soles en un bosque hiperbóreo,
románticos cripto-alemanes,
padres míos enterrados en el país de la imaginación,
bajo un monte de tibias derruidas
con los dedos artríticos entre anillos de coloratura,
que avanzan hacia el abismo eviscerando grandes maletines.

Al centro de cada frente una piedra pulida por la benevolencia,
quince incas de cuarzo bajo marcas de trineos en la nieve,
arropados con la doblada bandera de lo inexistente,
famélicos o hartos, según la inclinación del miocardio,
tensos de siglo en siglo como un cable helicoidal
a través de abismos góticos que estrangulan la luz del Apurímac.

Sobre ese vacío a cuatro colores quince incas un romance con la soledad,
la ópera que fue escrita sin libreto,
para que todos cantemos a capella,
socios en el secreto perturbable de la marginación: sueño en una noche,
en medio del verano. Hombres y mujeres lampiños con deslumbrantes brazaletes
corren del norte al sur como gacelas.

Quince incas han extraviado el anillo de plomo de los nibelungos, digamos.
Las raíces de mi perplejidad flotan ahí: sueño que sueño
en una noche en medio del verano, que me columpio en un verdor sobresaltado,
burro cansado de la espera que es la experiencia,
con las ideas filosóficas que mi corazón todavía no contiene
pero elabora ya entre las afiladas plumas de rojos edredones.

Así comprendo el peso del desempelo en sus coturnos, sus collages de vándalos
son relámpagos líricos en un slalom de seda, construidos por padres
desde lo que ignoramos acerca de ellos, el baile enmascarado de la historia
sobre la pradera de agua donde cada 24 horas en un vómito de oro
el sol y la luna son canjeados bajo su río de leche,
y aumentan cada minuto el peso de los Keros sobre la galaxia.

Incas imperdonados que bajan en trineo a la tristeza de las lejanas pascuas,
de pieles suaves por la grasa de ganso,
o por la voz de un italiano opalescente, como un viento temblorero,
mágico y ambiguo como la medianoche,
rodeado de gnomas chinescas de pies aletargados,
y de un burro que rumia entre las estrellas, cargado de alfalfa para centauros.

A través de las estepas que angostan sus pesas y medallas
o de todo aquello contra lo que se rebela el forro tejido de mi corazón,
pasan patinando retazos de ñusta sanguinolenta, altas astas de pathos rilkeano,
como el insólito Inca prefiriendo morir
al grito de «Ho jo to jo, heiaha»: inexistencia y experiencia
hacen brotar de la huaca una pasta rosa, espuma del Índico en la madrugada.

Rodean sus corazones sondas y venas que nadie puede diferenciar,
racimos de pedrones exactos como caballos blancos de Viena,
confundidos con la turba de revoluciones cada vez más alejadas:
Incas derribados por el verano perpendicular al trópico
sobre los sofás de mi cansancio eslavo soberano
en la mañana llena de nombres griegos que rematan en poulos.

De todos me interesan los Incas que no fueron,
que rascan mi palma con mensajes confusos que no dejan duda,
y colocan frutadas mitades ante los espejos,
mientras la rueda de fuego que ilumina la kermesse del futuro
los acerca y los aleja de la noche cuyo río de tinta
colma las tazas iridiscentes de la media mañana.

Veo a quince incas trans-celosías. La paraca
no logra limpiar de sus ceños una sequedad de trueno molido.
En el equivalente mental de una ilusión óptica en la redondez del tiempo,
supongo que me protegen de serpientes y estallidos.
Tallo morosos cristalinos que me asombran. A través del vidrio pongo la mano al fuego,
y sufro por ellos las torturas laicas de un pensador pagano: los comprendo.

Y ahora el fin de la canción Natural:
shimmi shimmi sacha sacha shimmi shimmi sacha sacha. Artificial:
shimmi sacha sacha shimmi sacha shimmi sacha sacha sacha shimmi.
Natural: sacha sacha shimmi shimmi sacha sacha. Artificial:
sacha, shimmi,
sacha.

P. D. 1996. Sobre el blutpachacuti de Guzmán,
no hay desenlace, pero no hay final.
Yo pasé ese año explorando halucinatory Incas.
Las líneas entre la spiedras nunca se encontraron.


Mirko Lauer
Trópical cantante
Ediciones El Virrey, 2000. 

viernes, diciembre 14, 2012

Madres no dejen que sus niños se conviertan en poetas (fragmentos)

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Los grandes poemas de la historia, como Aullido de Allen Ginsberg o El segundo advenimiento de Yeats y Hojas de hierba de Walt Whitman, entre otros, tuvieron profundos efectos en la gente cuando fueron escritos, cambiaron radicalmente la cultura y, cuando eso se obtuvo, fueron retirados a los museos de la poesía, como Rembrandts y Picassos en museos de arte, convirténdose en historia. Pero los grandes poemas se siguen escribiendo sin cesar, transformándose. No se puede evitar que los grandes poemas lleguen.

[...]

A los poetas se les pide leer los poemas, es parte de su trabajo. El sonido de las palabras y sus cualidades musicales son parte del poema. Con los años aprendí a interpretar. No me formé como músico, ni como actor, y no muchos poetas en aquellos años lo hacían, así que tuve que inventármelo, y así es cómo he trabajado con la respiración y el tono, y ensayado infinitas veces hasta la perfección. Desde 1963 hasta el presente, 2011, casi cincuenta años después, todavía estoy aprendiendo a interpretar poemas.

[...]

Al ser un poeta asumes un voto de pobreza. A los poetas nunca se les paga. Es parte del oficio, no es malo ni bueno, es como es. Lo extraño del asunto es que a los poetas nunca se les ha pagado en todas las culturas, en todas las civilizaciones, en toda la historia desde el principio de los tiempos. Es curioso. Lo he investigado: en la antigua India y en la China, en Egipto, y en la Europa ocidental, el poeta era un marginal, el bufón, y decía los que nadie más se atrevía a decir. En nuestro tiempo, incluso William Burroughs y Allen Ginsberg ganaron una cantidad muy modesta de dinero para lo enormemente famosos que fueron. Los poemas no son una mercancía, como lo es el arte. Una vez que sabes las reglas del juego, es una alegría ser poeta. Dado que no hay nada que perder, puedes asumir todos los riesgos que quieras.


John Giorno
Me he resignado a quedarme aquí
Traducción: Martín Rodríguez-Gaona
Lustra Editores, 2011.

viernes, diciembre 07, 2012

Fragmento de una entrevista a Décio Pignatari

La poca presencia cuantitativa de la poesía concreta en la prensa y en obras publicadas, hoy, ¿no está favoreciendo el retorno de la “poesía del adormecimiento”? 

Es verdad que no se ve presencia de ningún tipo de poesía, señal de que se está desvaneciendo lo que llamamos tradicionalmente poesía. Esto me parece muy bueno. La poesía concreta tiene poco que ver con las nociones literarias de la poesía y la literatura. Hace casi medio siglo, en su estudio sobre Camões, Ezra Pound ya decía esto mismo: la poesía está del lado de la música, de la pintura, de la escultura – no es literatura. Lo que, ciertamente, provoca cierto alivio en todos los críticos, profesores y lectores del sistema. Hoy, para mí, la poesía está en los fundamentos del lenguaje en relación con los medios masivos de comunicación y en la compresión de la información (información sintética, digerida, enlatada). El diario, el semanario, los anuncios – lenguajes nuevos, poesía, para las masas. Televisión, cine, radio. Y el libro, todavía. Los topos regresan siempre, confiados en el carácter perene del sistema literario. Cosa aburrida, la literatura – llana, plana, una burla. ¿Te refieres a algunos autores de la generación del 45 que amenazan con volver? Desfile crepuscular de zombis. ¿Viste aquella columna de Ledo Ivo en la revista Manchete? La revalorización del soneto y de Coelho Neto. En realidad, ¡como conquistas del 45! País generoso, éste. ¡Todo es posible! El insulto a Oswald de Andrade es típico – esos marioandradinos… Oswald siempre los disfrutó. Y los disfruta ahora. Admitir que aquel payaso, inculto, chiflado, fuera un genio de la poesía, de la prosa, del pensamiento bruto, de la militancia y de la vida – muy duro. Recuerdo una historia que Volpi cuenta. El Estado Mayor de los ejércitos papalinos ítalo-austriacos reunidos en la montaña, sobre un cañón, por donde debería pasar el pueblo en lucha, desharrapado, de Garibaldi. Por la obviedad estratégica, Garibaldi tenía que pasar por allí. Estaban trazando planos de combate, cuando un general un poco más italiano se acordó: Ma aquello no conosce estratégia... Ci pensi sbaglia strada – e fa ofessa a noi! Oswald no tenía estrategia: erró el camino y colapsó todo el sistema. 


Décio Pignatari 
Contracomunicaçao 
Editora Perspectiva, 1971.
Atelié Editorial, 2004.
Traducción del portugués para Nueva Provenza: Inti García Santamaría

miércoles, noviembre 28, 2012

La Magdalena de Proust

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Alguien ha entregado
a mi pequeña hija una caja
con viejas fichas de póker para ponerlas en juego.
Hoy la recibo de ella
al sentarme en el escritorio,
agobiado por mi cerebro. Es roja.
Sobre la cubierta el dibujo
de la cabeza de un alce y las letras
B.P.O.E.- es una ficha
de la taberna del Alce en un pequeño pueblo. La arrojo
ociosamente al aire y luego la agarro
como a una moneda para hacer algún truco
que divierta a mi pequeña hija.
Repentinamente todo resbala apartándose hacia un costado.
Veo a mi padre
haciendo exactamente lo mismo,
silbando «Beautiful dreamer».
Su aliento penetrante
a whisky y tabaco. Y puedo
escucharlo mientras vuelve a casa borracho,
desde la Taberna del Alce en Elkhart,
Indiana, bamboleándose contra las sillas
en la oscuridad. Y puedo verlo
morir a causa de una cirrosis
en el hígado, úlceras
estomacales y neumonía.
O, como él decía en su lecho de muerte,
a causa de cartas arrugadas, whisky genuino,
tardíos caballos y veloces mujeres.


Kenneth Rexroth
Traducción: Armando Roa
Tomado de Covers. 36 poetas en lengua inglesa.
Uqbar Editores, 2010.

miércoles, noviembre 14, 2012

Tres poemas de Mario Montalbetti

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Poema en homenaje al V Congreso Nacional de Filosofía del Lenguaje, Huampaní 26-28 de junio del 2010

¿cuál es la diferencia entre una vaca y el lenguaje?

una vaca
¿qué es una vaca?

una vaca pace al lado del camino

el camino da un rodeo
y lleva hasta el granero

la vaca cruza el camino
sin rodeos

el lenguaje no puede hacer eso




Jacinto Lara

visito lugares en los que han muerto diez
dieciocho personas al fondo de un barranco

lugares en los que ha aparecido la virgen
entre las cuerdas de una tramoya

lugares en los que han marchado mineros
hacia una laguna

me pongo a pensar en lo que ha pasado
le doy un mordisco a una pera que he traído
envuelta en un pañuelo

no hallo enseñanza
debo haber llegado en mal momento

regreso a casa y abandono uno a uno
los disfraces que he heredado: mamífero
peruano católico educado blanco humano

los dejo ordenados sobre la cama
como ropa recién planchada y doblada

en la cocina los canarios que cantan
son demasiado amarillos o demasiado largos

señales evidentes de que éste es un lugar
en el que no ha pasado nada

y que nadie vio




Introducción a la metafísica

¿Por qué hay peruanos en lugar de no haber peruanos?
Tal vez sea una pregunta arbitraria. Tal vez no.
Pero ésa es la pregunta que los peruanos nos hacemos

a lo largo de nuestro pasaje histórico por el tiempo.
«¿Por qué hay peruanos en lugar de no haber peruanos?»
Algunos nunca se hacen la pregunta, pero la pregunta

está ahí. Algunos la cambian por otra: «¿Por qué adoramos
al felino en lugar de no adorar al felino?» pero no es lo mismo.
La pregunta, la primera pregunta, es «¿Por qué hay

peruanos en lugar de no haber peruanos?». No todos
nos hemos hecho la pregunta pero todos hemos sido
tocados por la pregunta en algún momento de nuestras

vidas, sin saber exactamente de qué se trata. En momentos
de gran desesperación, por ejemplo, cuando vemos cómicos
en televisión, cuando escuchamos hablar a las autoridades

políticas, militares, sobre todo a las eclesiásticas, cuando
asistimos a un partido de fútbol, cuando leemos los diarios,
cuando el sentido de las cosas se oscurece verdaderamente,

entonces surge la pregunta «¿Por qué hay peruanos en lugar
de no haber peruanos?». La pregunta tal vez suene una sola vez
en nuestras vidas, como el tañido de una campana que luego

desaparece, pero todos la reconocen. Por eso, en el fondo,
se trata de una pregunta gozosa. Cuando la hacemos todo
a nuestro alrededor se transforma, todo se vuelve más fácil

de entender. «¿Por qué hay peruanos en lugar de no haber
peruanos?» Ésta es la pregunta que se repite, ésa es la pregunta
que nos acompaña, la pregunta que llevamos con nosotros

como quien lleva un atado de ajos a la cocina. Ningún
peruano sabe la respuesta. Pero la pregunta nos permite
comer, hablar, y tener algo que contarle a nuestros hijos.




Mario Montalbetti
Apolo cupisnique
Paracaídas Editores, 2012.

domingo, octubre 28, 2012

Querida fábrica (fragmentos)

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Oí que algo ha florecido. Oí que tú
. . . . . . . . (la parte
. . . . . . . . el lugar)

ya puedes ser nombrado hacia dentro
del tan asegurado corazón

alguien sostiene que
justo ahí
. . . . . . . . (en ti)
no se instaló un solo monitor
no existió una sola pantalla

y tú
(únicamente en ti)
soportaste la prueba del vacío






Tu boca abierta:

Llámame sin el aparato
Llámame sin la furia y la campana de alerta
porque iré creyendo que estoy llegando tarde

Sin la tarjeta de registro tócame lo que queda de labios
. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . para saber
qué sabe un paladar sin el significado: ¿bailar?

la niebla se levanta antes que yo, amada turbia,
. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . por eso yo no alcanzo a prenderte
pero olvido
Y es el país de mi primer recuerdo el que me orilla a odiarte:
agua merecedora de lamentos

. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . isla de sangre es bailar







Recarga la cabeza en el fondo y no vuelvas a vivir hasta

Olvida mientras cierras los ojos y no vuelvas hasta

Voy meciendo mis remos sobre la vieja barca. Voy arrojando
. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . un lugar de cuerpo.
Voy a la que mece. Yo sé que voy a la que mece. A la
. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . que arrulla en silencio.
Si el silencio es oscuro y quieto sé que voy.
Voy arrojando un lugar de cuerpo a los brazos del agua.

Descansa la cabeza en el fondo y no vuelvas a vivir hasta

Olvida mientras cierras los ojos y no vuelvas hasta

La baaaaarca se va. La que tenííííía un lugar en el cuerpo se va
La que tenííííía la barca sobre el agua en el tiempo, se va





Dolores Dorantes
Quérida fábrica
Práctica Mortal, 2012.

domingo, octubre 21, 2012

Fragmentos de una entrevista a Guennadi Aigui

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¿La poesía y la experimientación?
Jamás experimenté. Simplemente no tengo tiempo para eso.
. . . Aquello que tiene algo de experimental en mí se dio cada vez como el único medio, la única forma de expresión posible de un tema dado. En esos casos, todo pasaba como si yo "estallara" en una imagen sorprendente, nueva, por la imposibilidad de expresar lo que surgía en una lengua que me parecía anticuada.
. . . Aprecio a los poetas-experimentales (como mártires, quizá, del espíritu paradójico). Sigo sus experimentos con interés. Dicho esto, no podría determinar si sus búsquedas y sus hallazgos son necesarios para la poesía "naturalmente-libre", o si éstos conciernen más bien a los lingüistas. La novedad en poesía, creo yo, nace orgánicamente dentro de la tensión global de la lengua, no por la vía de la experimentación.

[...]

¿Qué significa para usted ser poeta hoy?
Depende sin duda de las características particulares de la época, pero, en poesía, no me interesa en absoluto la personalidad del escritor. Me importa, más bien, si me "da" algo del mundo, de la naturaleza, del universo. Espiritualmente nadie es más pobre que yo como "poeta", pero muchas personas, en la confusión de las "acciones" del mundo, cada día más intolerantes, olvidan que en el "mundo-universo" siempre hay algo que evoca no sólo su significado, sino también la infinita profundidad de la vida. Este mundo nos toca a veces con pedazos de milagro en bruto, por su propia esencia, y eso ocurre con toda sencillez, como cuando alguien nos pone la mano en el hombro. Esta sencillez es la cosa más asombrosa que pueda haber.
. . . Estar al acecho de estos dones del mundo, no dejarlos pasar inadvertidos, transmitirlos a otros en forma "poética" es, me parece, en el momento actual, una obligación para con todos aquellos que se interesan por la poesía.


Guennadi Aigui
Entrevista a Guennadi Aigui
Traducción del francés: Martha Block y Nadia Mondragón
Mula Blanca, no. 3, otoño 2012.

domingo, octubre 14, 2012

Dos poemas de Óscar Hahn

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Nirvana

Tienen rabia los cantantes de Rock and Roll
Tiene rabia Kurt Cobain

Golpean las guitarras contra la pared
como si golpearan sus cabezas rubias

Castigan los tambores hasta hacerlos sangrar

Soy mi propio parásito piensa Kurt Cobain
Mis héroes son los Sex Pistols
y mi heroína es la heroína

Vibran los platillos con los dientes apretados
Arden las llamas electrónicas

Hay un terrible olor a incienso en el escenario
Hay un terrible olor a azufre

Se metió
la pistola
en la boca
. . . . . . . . y disparó

Su mente quedó inactiva
y así logró le experiencia del nirvana

Tienen rabia los cantantes de Rock and Roll

Tienen rabia contra el mundo
Tienen rabia contra el inmundo

Tienen rabia los cantantes de Rock and Roll



Equilibrista

Esa sensación
de no estar caminando en suelo firme
sino en la cuerda floja

Esa sensación
de que la cuerda está suspendida
sobre las cataratas del Niágara

Esa sensación
de que el viento me está meciendo
cada vez con más fuerza

Esa sensación de vértigo

Esa sensación de espumas
que hacen un ruido ensordecedor



Oscar Hahn
En un abrir y cerrar de ojos
Fondo Editorial Casa de las Américas, 2008.

domingo, octubre 07, 2012

Nostalgia del país natal, morboso ánimo

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Nostalgia del país natal, morboso ánimo
sobre el que hace tiempo lo sé todo.
Me es ya indiferente
dónde vivir sintiéndome sola,

por qué calles regresar a casa
con la compra del día,
a una casa tan poco mía
como un hospital o un barracón.

Poco me importa entre qué gente
he de sentirme prisionera,
quién me tendrá a su merced,
quién me ahuyentará, extranjera,

hacia mis afectos maltratados.
Como un oso sin guarida,
dónde sobrevivir, sin arraigo,
dónde humillarme, me da igual.

También de mi lengua materna
sé evitar la llamada de leche.
Qué me importa, pues, el idioma
en que no han de comprenderme los otros.

(El lector de toneladas de papel,
ese consumidor, ordeñador de bagatelas...)
Él es del siglo veinte; yo, en cambio,
soy de cualquier siglo.

Inerte como una viga abandonada
en la avenida al pie de un árbol,
todos y todo me dan igual
y tal vez menos que igual.

Lo que antes me era querido,
aquello que me marcaba -hechos,
fechas- se ha borrado:
alma sin brújula...

Mi país me ha arrojado tan lejos,
que un sabueso, creo, no percibiría,
ni pasando mi alma por un fino tamiz,
el menor rastro de mi nacimiento.

Todo me da igual, todo me es ajeno.
Templo o casa: extraño, vacío.
Pero si al borde del camino
viera alzarse un arbusto y fuera un serbal...


1934


Marina Tsvietáieva
El canto y la ceniza. Antología poética
Selección y traducción: Monika Zgustova y Olvido García Valdés
Debolsillo, 2010.

viernes, septiembre 21, 2012

Tres poemas de Yi Sha

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Jiaoizi

En el último día del año
él y su padre inclinados sobre la tierra
trabajaron sin parar todo el día
por eso en el camino de vuelta a su casa
le quedó grabada la forma redonda del sol
cayendo en el último día del año de la Serpiente
Al llegar a casa
su madre sirvió
jiaozi recalentados
y al terminar de comer se fue a dormir
porque al día siguiente
él y su padre debían volver al campo
Debían hacerlo
porque cada año el dinero de sus estudios
era (y sólo podía ser)
extraído de la tierra

Un estudiante de mi clase
de la universidad venido del campo
le contó así a todo el mundo
en una exposición oral
cómo pasaba el año nuevo
En los cinco minutos de su exposición
habló muy tranquilo
en un tono neutro
Sólo al mencionar los jiaozi
apareció en su cara
una pequeña sonrisa.



Sentido común

En verano
en la calle barrida por el calor

una chica
salta en un pie con la mano en una oreja

este movimiento es algo extraño
en su cuerpo hay una especie de hermosura

Con rareza y la llamada hermosura
las personas consiguen lo que desean

Pero a nadie le preocupa este movimiento
ni de dónde viene

yo sé
he dominado ese tipo de saber

en mi infancia
al volver a casa desde una pileta

ese movimiento
era el que me ayudaba a sacar

de la oreja el agua que había quedado
Caliente goteaba al salir

y volvía a escuchar el mundo alrededor
al igual que esta chica

en este momento sin duda
debe sentirse muy bien

saltando en una pata con la mano en la oreja
en calle cubierta por la ola de calor

Así el sentido común de la vida
me ha permitido penetrar en el poema de la naturaleza.



Tal vez era su destino

A las cuatro de la mañana el tren llega a una estación
una estación pequeña     y se detiene tres minutos
Dentro de su compartimiento     un hombre
se sienta en la cama     se viste     Siente que
tiene que bajar sí o sí     que estos
son tres minutos que no pueden faltar
en su viaje     Sólo se trata
de caminar un poco por el andén
estirar brazos y piernas     moverse
Sobre el andén no se ve ni una persona
Hay algo desconocido en la atmósfera
Camina el largo entero de dos vagones
acelerando su paso lentamente
Suena la chicharra    Sube a tiempo
y le dirige a la empleada-
una chica con permanente-
una sonrisa sin significado    Estos
son tres minutos que no podían faltar
en su viaje     Quizás
realmente era su destino



Un país mental. 100 poemas chinos contemporáneos
Selección y traducción: Miguel Angel Petrecca
Gog y Magog, 2011.

viernes, septiembre 07, 2012

Mosaico LII

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1984, RIO DE JANEIRO.
Mi amigo Kuna, el chamán errante
Arysteides Turpana,
me obsequió con un librito de lectura,
bilingüe,
en dulegaya y español,
destinado a los niños de su pueblo
para que aprendiesen castellano
sin perder
el oído auroral del archipiélago
de San Blas,
situado
en la costa atlántica
de Panamá.

Años más tarde,
en París,
compulsando el librito me sentí
interpelado
por el sonido de San Blas,
transcrito
en caracteres occidentales:
deduje de la repetición de los fonemas
un código verbal ad hoc
("las cuales semejanzas no leídas
con sencillez del espíritu del amor
e inteligencia
que ellas llevan
antes parecen dislates
que dichos puestos en razón").

Lo cual
me permite
transfigurar el sinsentido en lengua
donde nada la nada de Adán,
del rojo primigenio
padre putativo
de todas las cosas
y de un mundo
amenazado hoy por la extinción,
como todo
lo que pertenece a la aurora.

HABIA YA ALA

Takarkuna
guagu
dage neg itisega
boe bab
belabela olo
uarguen guilenay
aturimska ibloged
banegine gurgina
magatbali
bubadi baabak
arbaedse narmayeke
uisiye
uied
Abya Yala

Pasados otros años, Turpana, al leer mi transcripción, me dijo, risueño, que el significado (oh maleDICCION occidental!!) de mi canción de Kuna era el siguiente:

mañana ocho inteligencias
por el océano
con sus cuerpos
van a trabajar.

TRABAJO procede del latín vulgar TRIPALIUM, instrumento de tortura de los esclavos de Roma.


Edison Simons
Mosaicos
Círculo de Lectores. Galaxia Gutenberg, 2009.


martes, agosto 28, 2012

Encuentros

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He conocido gente que, si uno
preguntaba su nombre, respondía
tímidamente --como si
careciera del mínimo derecho
a poseer cualquier designación--
. . . . "La señorita Juan"
. . . . . . . . . . . . . . . . . . . y acto seguido:
"como el nombre de pila",
deseando
facilitar la comprensión ajena:
. . nada de complicados apellidos
del género de "Pópiol" o "Cruz de Salvatierra"
--"como el nombre de pila"-- por favor, no recargue
usted esa memoria suya.

He conocido gente que creció
en una sola pieza compartida
con sus padres y más de tres hermanos,
y de noche, tapándose con ambas
manos las orejas, leía
tenaz al calor de la estufa;
y que logró subir; exteriormente
donosa y ladylike como condesa,
y por dentro suave
. . y diligente como Nausikaa;
y que clara llevaba la frente de los ángeles.

He cavilado mucho sin hallar
ninguna solución, sobre el origen
de la civilidad y la ternura;
hoy tampoco lo sé
. . . . y ya debo marcharme.


Gottfried Benn
Traducción: Jaime García Terrés
Tomado de Cuaderno de traducciones.
Varios autores y traductores.
Sin datos de compilador.
Fondo de Cultura Económica, 1984.

martes, agosto 21, 2012

Aparecen en el ocaso, sombras...

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Aparecen en el ocaso, sombras
llanas sobre el campo. Constan de
partes iguales de cerdo, tejón y zorro. La vulnerabilidad
es su más importante signo de reconocimiento. Escarban en la nieve
algo para comer. Nos parecen desnaturalizadas:
su desorientado merodeo, el hambre, su obscena
carencia de defensa: ante el peligro el mapache se tiende
haciéndose el muerto. Tal comportamiento nos parece
lamentable, lo lamentable nos parece repulsivo, nos
enfurecemos con esas hambrientas sombras
de los campos de remolacha, tan diferentes al leopardo de nieve
que silencioso persigue su presa seis mil metros
sobre la superficie del mar.


Tua Forsström
Traducción: Ángela García
Proyectos para un cielo nuevo. Poesía nórdica contemporánea
Práctica Mortal, 2011.

martes, agosto 14, 2012

Poesía en Voz Alta



Poesía en Voz Alta
4 de agosto de 2012
Casa del Lago, Ciudad de México.

martes, agosto 07, 2012

El poeta como traductor (fragmento)

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Al hablar de la traducción como un arreglo entre el original y los intereses y aptitudes de un escritor, confío en que la palabra "arreglo" no ampare ningún sentido de timidez. Los intereses y aptitudes de Dryden eran los de un hombre en lo más "álgido de su edad crítica" y que había escrito las obras maestras de su época. Uno de sus admiradores modernos, el poeta Charles Sisson, al presentar sus propias traducciones, extrae del ejemplo de Dryden lo que él llama "una ley ineluctable", a saber, "que una traducción de poesía tiene que ser hecha en el único tipo de verso que el traductor, en el momento de escribir, pueda hacer; y que si el traductor no era capaz de escribir poesía antes, no quedará repentinamente dotado por el solo hecho de enfrentarse a un texto clásico".
. . . . Cuán elemental y no obstante cuán saludable resulta tal advertencia si se piensa en el inmenso número de traductores de textos clásicos que van de lo marmóreao a lo meloso, en las que Grecia y Roma han sido diligentemente sepultadas por hombres empeñosos pero desprovistos de talento, hombres que "no eran capaces de escribir poesía", hombres para quienes el veredicto de la ley ineluctable de Sisson sería: ninguna urgencia vital interior les ha revelado el don del arte.

Charles Tomlinson
Traducción: Adolfo Castañón y Marcelo Uribe
Tomado de Cuaderno de traducciones
Varios autores y traductores.
Sin datos de compilador.
Fondo de Cultura Económica, 1984.

sábado, julio 14, 2012

Recuerdos sobre Maiakovski (fragmentos)

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Yo hablaba de la poesía de Maiakovski cada vez que se presentaba la ocasión y discutía y la defendía hasta quedarme afónica, al igual que hacen los candidatos en la campaña electoral. Yo quería probar, demostrar con toda la exaltación de una menor de diecisiete años, que cree que la poesía es el gran trabajo de la vida, lo luminoso que para mí era su genio. Yo, que no he podido retener jamás un solo verso, podía recitar de memoria páginas enteras de Maiakovski, porque se me grababan solas en la memoria.
. . . . --No se entiende nada --decían los intelectuales, los "estetas", con verdadera ira, porque comprendían demasiado bien que iba dirigida contra ellos--.

[...]

Pero el gran argumento era el que postulaba la oscuridad total de la poesía de Maiakovski. Este argumento ha continuado repitiéndose durante años y Maiakovski vuelve sobre esto en sus artículos y, especialmente, en uno titulado Los obreros y los campesinos no os comprenden (1928):
. . . .  Todavía no he oído a nadie que diga para alabarse:
. . . . --Qué inteligente soy --no comprendo la aritmética, no comprendo el francés, no comprendo la gramática.
. . . . Pero sí el alegre grito:
. . . . --¡No comprendo a los futuristas! --trompeteado desde hace quince años, cayendo y alzándose de nuevo, excitado y feliz.
. . . . Gracias a este grito, las gentes hacían carrera, llenaban las salas, se convertían en los jefes de verdaderos movimientos.
. . . .Un simple "nosotros no comprendemos", no es un veredicto.
. . . Un veredicto sería: "Hemos comprendido que eso no es más que un galimatías", y esto acompañado por decenas de ejemplos sonoros, recitados de memoria y con voz armoniosa.
. . . . Esto no se produjo.
. . Se practica demasiada demagogia y especulación sobre la incomprensión.
. . . . Los medios de los que se sirve esta demagogia con un falso acento de seriedad son muchos.

[...]

Nunca trabajaba en una mesa con la pluma en la mano. Trabajaba por todas partes, desde la mañana a la noche; en la calle, caminando horas enteras, hablando con la gente o haciendo la corte a las mujeres. Hiciera lo que hiciera, paralelamente, seguía su trabajo en su cabeza. Esto sobre todo era lo que le volvía sombrío, preocupado y taciturno, lo que hacía que las relaciones con él y la conversación fuesen difíciles.
. . . . Al comienzo de su trabajo poético escribía, si puede decirse, todos los poemas de memoria, en su cabeza. Un verso que luego transformaba una docena o un centenar de veces sufría todas esas transformaciones en su cerebro. Tachaba, cambiaba, reescribía mentalmente un poema de mil quinientas líneas y recordaba perfectamente cada versión. Y lo que al fin plasmaba en el papel era el último borrador, después de una serie de borradores, sobre los que había trabajado durante meses. Más tarde anotaba palabras, frases, versos, lo que él llamaba sus "reservas" poéticas en un precioso cuadernillo. Su memoria era prodigiosa. Recordaba no solamente su obra (varios volúmenes al final de su vida), sino también la poesía antigua y contemporánea.
. . . . En un folleto: Cómo se hacen los versos (1926), Maiakovski habla con gran precisión del lado técnico de su trabajo poético, es una alta idea de la poesía la que expresa... Ni un lujo, ni una distracción, ni un juego para los dioses sino un oficio de los más difíciles, necesario y útil.


Elsa Triolet
Recuerdos sobre Maiakovski. Y una selección de poemas
Traducción: José Batlló
Kairós, 1976.

sábado, julio 07, 2012

Efecto lupa

.
Quien dice luz
dice paso del tiempo

leí en el libro del filósofo
ruso

sobre pintura
holandesa

y ahora repito
para mí mismo

mientras observo el
desencadenamiento de la lluvia

del lado de fuera del
hotel donde trabajo

una actividad espiritual
sin duda

*

Quien dice luz dice
ese parpadeo

que vos revelás
al aparecer así frente a mí

y el gran dramatismo
con que me relatás la dificultad de conseguir un taxi

embarullando los contornos ya bastante difusos
de las tautologías sexuales

donde predominan
evidentemente

la forma de tu boca
y el olor de tu pelo

*

Quien dice luz
dice el fondo del mar

el filósofo me previene contra
un rigor que nace

de la aplicación de ideas
esquemáticas y rígidas

en lugar de seguir los contornos
sinuosos y móviles de la realidad

el post-it me recuerda la obligación de componer
un slogan para la nueva marca de ketchup

en un fin de semana
para aumentar la ganancia

¿y si una nube de materia
chocara

con otra
de antimateria?

*

Vos: por eso  no existe amnesia
vos: por eso el sol es una tautología

me desperté con la voz del bandleader
diciendo: "¡Hiroito!"

*

Quien dice luz
dice algas dice cianobacterias

quien dice luz
dice impresión de espacio

dice: lago a la noche
brillando para nadie

de un solo golpe mi mirada
abraza los ojos de la alpinista triste

y diagnostica
pánico de check-in

sus pies ya pisaron
más lugares que los míos

pero su corazón se empecina
en compartirlos conmigo

por lo menos en mi sueño, señor conejo,
en mi sueño de cumpleaños

*

Recuerdo pero callo
algo de Gombrowicz

sobre las nubes invisibles
o sobre veranos en la estepa

lejos de aquí
mientras miro el reloj

alguien va y viene
por la margen de un río barroso

lejos de aquí
en el mundo intermediario de la calle Carioca

a alguien tal vez le gustaría oírme
decir que para ser visible

un cuerpo debe emitir
radioactividad

lejos de aquí
tengo amigos que me aman a mí

y a mis poemas
y piensan en mí todos los días

*

Lejos de aquí
alguien lleva a desesperados en una chalupa

alguien estudia las temperaturas
superconductoras

alguien se da cuenta de que no
se convirtió en un genio del piano

debe haber alguien que llora
cuando su amiga le lee

un poema
de su poeta preferido

los dos pedirán otro café
y van a despedirse debajo de la marquesina

se felicitan por la decisión tomada
a sangre fría de nunca enamorarse el uno del otro

ella corre una cuadra hasta su casa
bajo la lluvia

él sube dentro
de un colectivo repleto

hasta yo me emociono con las cosas
que están ocurriendo

el día
de mi cumpleaños


Carlito Azevedo
Monodrama
Traducción y prólogo: Florencia Garramuño
Corregidor, 2009. 
 

jueves, junio 28, 2012

Desobediencia civil (fragmento)

.
Pero, para hablar con sentido práctico y como ciudadano, a diferencia de aquellos que se autodenominan "hombres sin gobierno", lo que propongo no es que desparezca el gobierno, sino que se establezca un mejor gobierno de inmediato. Dejemos que cada hombre declare qué tipo de gobierno sería merecedor de su respeto, y así se daría un primer paso en su consecución.
. . . . Después de todo, la verdadera razón de que, cuando el poder está en las manos del pueblo, se permita a la mayoría gobernar y seguir en el poder durante un largo período de tiempo, no es porque sea más probable que ella posea la verdad ni porque la minoría lo considere un sistema más justo, sino porque la mayoría es físicamente más fuerte. Pero un gobierno en el que la mayoría decide sobre todas las cuestiones no puede estar basado en la justicia, al menos no como la entienden los hombres. ¿No podría haber un gobierno en el que no fuese la mayoría la que decidiera lo que está bien o mal, sino la conciencia? ¿Un gobierno en que la mayoría sólo decidiera en aquellas cuestiones en que sea aplicable la norma de la conveniencia? ¿Debe el ciudadano someter su conciencia, aunque sea por un solo instante y en mínima medida, al legislador? ¿Por qué, entonces, todos los hombres tienen conciencia? Creo que deberíamos ser hombres primero y después súbditos. Lo deseable no es que se cultive el respeto a la ley sino a la justicia. La única obligación que tengo derecho a asumir es la de hacer en cada momento lo que crea justo.


Henry David Thoreau
Desobediencia civil
Traducción: Sebastián Pilovsky
Tumbona, 2012.

jueves, junio 21, 2012

Campanadas



Ninguna campana toca para advertirle a la memoria
pero hoy yo escuché sonar
en total nueve veces escuché
o no sé cuántas veces
escuché en el instante de salir del establo
y casi un kilómetro después
escuché otra vez: “En qué momento,
durante la lucha por mejorar las condiciones,
incrementaste tu servidumbre?”
Justo entonces, comencé a envidiar al caballo que permanecía en el establo.
Justo entonces, alguien montado sobre mí me golpeaba la cara.


Duo Duo
Un país mental. 100 poemas chinos contemporáneos
Traducción, selección, prólogo y notas: Miguel Ángel Petrecca
Gog y Magog, 2011.

jueves, junio 14, 2012

Charla sobre poesía con el cobrador de impuestos

.

¡Ciudadano cobrador de impuestos!
                                                        Disculpe el atrevimiento.
Gracias…
                  No se preocupe…
                                                  Estoy para atenderle.
El asunto
                 que me trae
                                      es algo extraordinario:
el lugar del
                    poeta
                                en la sociedad proletaria.
Al lado
              de los dueños
                                      de las tierras y el comercio
estoy también
                         citado
                                      por débitos fiscales.
Usted me exige
                          500 rublos
                                              por 6 meses y otros
25 por falta
                     de declaración de impuestos.
Mi trabajo
                        a todos
                                       los otros trabajos
                                                                      es igual.
Mire nada más
                         cuántas pérdidas de interés,
qué gastos
                   requieren
                                    mis productos
y cuántos gastos
                            de material.
Usted conoce
                        por cierto
                                          el fenómeno “rima”:
suponga que una línea
                                      acaba en la palabra cejo
y que el final de la
                               otra línea,
                                                 menos una,
                                                                     se imprima
por ejemplo la palabra “gracejo”.

En lenguaje de fisco
                                  la rima
                                               es una letra a plazo fijo
para descontar
                                 al final de la línea
                                                                sin más plazos.
Y uno va a la caza
                                de la minucia
                                                        de flexión o sufijo
en la caja escasa
                              de las conjugaciones
                                                                 y casos.
Se intenta poner
                             esa palabra
                                                 en una línea
pero no cabe,
                        se fuerza
                                          y ella se desmorona.

Ciudadano cobrador de impuestos,
                                                          yo le juro, otra vez,
las palabras cuestan
                                   al poeta un duro interés.

Para nosotros,
                         la rima
                                      es un barril.
Barril de pólvora.
                               El verso, una mecha.
La línea se prende
                                Y cuando el fin sospecha
explota
                  y la ciudad en estrofa
                                                         vuela deshecha.
¿Dónde encontrar
                               y a qué costo
una rima que mire
                                y mate de golpe? De ella
tal vez
             aún sobrevivan
cinco ejemplares
                             en los confines
                                                        de Venezuela.
Y tengo que enfrentar
                                     polos y saharas,
y me lanzo
                     entre descuentos
                                                    y cuentas dividido.
¡Ciudadano,
                     ceda,
                                los pasajes son caros!
La poesía
                  –toda–
                                 es un viaje a lo desconocido-

La poesía
                 es como la extracción
del radio,
                 un año por cada gramo.
Para extraer
                     una palabra,
millones de toneladas de palabra-prima.

Pero
           qué flama
                             de una palabra tal emana
junto
            a las brasas
                                 de la palabra-bruta.

Esas palabras
                         hacen luchar
millones de corazones
                                     por millares de años.
Por cierto
                   hay poetas
                                        de distintas clases.
¡Cuántos vates
                        poseen dedos ágiles!
Vierten versos
                       de su boca
                                         cual magos,
versos propios
                        y versos clásicos.
¿Qué decir
                 de los líricos castrados?
Hurtan
            líneas ajenas
                               y se hartan–
un tipo
            de peculado
                                de los más propagados
en este país, entre otros peculados.

Estos
         versos y odas
                               que los bobos
aplauden hoy
                     con sollozos y confeti
pasarán
            a la historia
                              como los gastos accesorios
de la obra
                que hicimos,
                                    dos o tres poetas.
Come,
           como se dice,
                                 quilos de sal,
mazos
         y mazos
                     de cigarros consume
para extraer
                 la palabra esencial
de las profundidades
                               artesianas del hombre
Y de repente
                   el impuesto
                                    ya no es tan caro
Saque
        la rueda de un cero del total!
Un rublo y noventa
                              cuestan los cigarros
uno y sesenta,
                     el quilo de sal.
En el cuestionario
                           hay un montón de asuntos:
“¿El Sr. hizo viajes?
                               ¿Sí o no?”
¿Pero cómo,
                  si yo hice vuelos infinitos
en decenas de pegasos
                                   en estos 15 años?
Y ahora
           –póngase en mi lugar–
                                              en esta columna
hay algo
            sobre criados
                                y fortuna.
¿Pero cómo, si yo soy dirigente
y servidor
               también
                            de todo mundo?
La clase
            habla
                   por nuestras palabras.
Nosotros somos
                         proletarios
                                         y motores de pena.
La máquina
                  del alma
                              con los años se traba,
y dicen:
             –¡Al archivo!
                                 Se acabó.
                                               ¡Uno menos!
Menos amor,
                    cada vez menos acciones
y el tiempo
                  en marcha
                                  mis sienes tritura.
Y llega
           la más terrible
                                de las amortizaciones,
aquella de almas y corazones
                                           –última paga.
Y cuando
              este sol
                         cebado como un puerco
se yerga
            sobre un porvenir
                                       sin mutilados ni mendigos
ya
  estaré
          podrido y muerto,
                                      de bruces,
junto
        a una decena
                           de colegas.
¡Hagan
           mi balance
                          a posteriori!
Pero yo afirmo
                      (y sé que mi verso no miente):
en medio
              de los actuales
                                    traficantes y colmilludos
yo estaré
              –¡solo!–
                        deudor insolvente.
Nuestra deuda
                      es aullar
                                  con el verso,
entre la niebla burguesa,
                                      boca broncínea de sirena.
El poeta
            es el eterno
                            deudor del universo
y paga
         en dolor
                      porcentajes
                                       de pena.
Yo
    estoy en deuda
                          con los lamparones de Broadway    
con el Ejército Rojo,
                                con ustedes,
                                                   cielos de Baghdati,
los cerezos de Japón
                               y toda la infinidad
a la que no pude dar
                               la sobra de una oda
¿Aunque al final
                          para qué estas molduras son?
Para qué hacer
                      de la rima, mira
                                             y látigo, del ritmo?
La palabra del poeta
                              es tu resurrección,
tu inmortalidad,
                         ciudadano burócrata.
De aquí a unos siglos, 
                                 del papel mudo
toma un verso
                      y el tiempo resucita.
Y volverá
              este día,
                          sus fiscales de tributos,
el espejismo de los mitos
                                     y la avaricia de tinta.
Convicto viviente contemporáneo,
compra
           en el Comisariado
                                      un pasaje a la inmortalidad
y, computados
                      los efectos del verso,
                                                      ¡reparte
mi salario
              por trescientos años!
Pero la fuerza del poeta
                                    no se reduce solo
a que te recuerden
                            en el futuro
                                             entre sollozos.
¡No!
       Hoy también
                           la rima del poeta
es caricia
             slogan
                      azote
                             bayoneta.
Ciudadano cobrador de impuestos,
                                                      yo finiquito.
Pago los 5
                y arriesgo
                              todos los ceros.
Todo
       lo que quiero
                          es un palmo de tierra
al lado de los más pobres
                                      campesinos y obreros.
Aún
     si ustedes piensan
                                que se trata apenas
de copiar
             palabras al azar,
he aquí, camaradas,
                              mi pena,
¡pueden
           escribir
                      ustedes mismos!
1926


Vladimir Maiakóvski
Maiakóvski Poemas
Traducción del ruso al portugués: Boris Schnaiderman, Augusto de Campos y Haroldo de Campos
Editora Perspectiva, 2003.
Versión en español para Nueva Provenza: Sergio Ernesto Ríos