martes, marzo 21, 2023

Tres poemas de Verónica G. Arredondo

It (Eso)

Un globo rojo flota debajo de la cama
asciende
se coloca a la altura del rostro de mi prima
mientras sus dedos cruzan las páginas del libro-álbum
fotografías y recortes de Pennywise con sangre en el calce
Sus ojos engrandecen llenos de helio
Escucho su corazón retumbar antes que la tormenta

La lluvia encharca la habitación
un barco de papel atraviesa la puerta
circunda la cama
se dirige a nosotras creando un vórtice

El corazón de mi prima sale corriendo
de la habitación
En la oscuridad las fauces
el vientre abierto de una araña luminosa
galáctica

El globo explota sobre nuestras cabezas





Roma

La mujer que incendia calamares para que yo viva
se llama Cleo
no es mi madre
descalza frente al mar
lucha contra las olas golpeando su pecho
sin traspié ante la furia

Grito
agito los brazos
algas enredan mis piernas
la corriente aleja a mi hermana

Con el agua hasta el cuello llama mi nombre
ella no sabe nadar
el mar ensordece
tira de mi cabello y nos arrastra a la bahía
a mi hermana y a mí

Lloramos

[Ante la escena de los personajes abrazados a contraluz
mi butaca se hunde en la arena:

cubre mis piernas brazos
el oleaje rompe en mi garganta

Cleo dicta en mis labios:

No quería que naciera

Habla del hijo que le nació muerto

Yo tampoco quería que nacieras]





[Apunte en un diario o nota de voz al caminar]

Lo que pensé esta mañana al salir del spinning
cuando evalué si mis caderas son lo suficientemente anchas
y mis glúteos orgullosamente firmes

Si así fuera sería llamada la Kim Kardashian de la poesía mexicana
mi cintura mediría centímetros menos
mis senos          dos tallas más grandes
mis glúteos          también más grandes
necesitaré dinero
ganaré el Premio Internacional Manuel Acuña de Poesía
en Lengua Española valuado en cien mil dólares
de acuerdo al cambio
pediré un préstamo
recomendaciones de cirujanos
(no quiero ser irreconocible como Uma Thurman o Reneé Zellweger)
quiero algo sutil
en la cara  no
cuchillo aquí / cuchillo allá
implante aquí / botox allá
obvio
después de una temporada en L.A.
dos meses de recuperación
volveré hecha una diva
no con el cuerpo de una sirena
sino de una diosa con mucha carne bien puesta
al caminar verán en mi silueta
el contoneo de un reloj de arena
de una pera jugosa
de una guitarra de rumba española
de una Coca-Cola de vidrio
tengo ambiciones             lo sé
no me conformaré con quedar como JLo
y presumir cuerpazo con mis amigas
cantar en el karaoke "Carcacha poco a poquito"
cada verso que escribo me acerca al premio mayor
con ese cuerpo tendré un seguro médico
una inversión a largo plazo

abandonaré la poesía

me gusta pensar que las bulímico-anoréxicas
hoy somos cosa del pasado





Verónica G. Arredondo.
Spoiler Alert
Universidad Autónoma de Nuevo León, 2022

martes, marzo 07, 2023

Cuatro poemas de María Concepción Vázquez


Al infinito

En mi viaje a la otra vida,
en mi ataúd llevo las pequeñas tortillas,
el pozol que bebí,
alimentos que casi no tuve.
El agua que mitiga mi sed
por los caminos del campo santo.
Lo llevo en mi andar en la otra vida,
en el tsu que un día pedí,
lo llevo nuevo.
Mi ropa y las servilletas con elegantes bordados.
Las llevo.
A la morada de los muertos.






El canto de las almas

Están de fiesta...
Al canto de los tambores
las almas
cantan con la lluvia,
con el sol,
con la madre luna.
Flor de noviembre
                  adorna los sepulcros.
Las almas están de fiesta,
el canto de las almas
                  las montañas escuchan.






2 de noviembre

En los ojos de las grisáceas rocas,
en las otoñales hojas
el 2 de noviembre se viste de flores.

Ancianos con sus tambores
despiertan a las almas en el cementerio.

Cruces pálidas, solitarias, han envejecido
en la sombra del silencioso tiempo.

En los solitarios caminos
los peregrinos van.






Se marcha

Un día,
una noche
el cuerpo espera marcharse.
Último día
cerca del olor a fogón,
del color humo,
del olor a leña.
Última noche:
el alma se marcha.
Perfumada por el manantial de yerbas
en el canto de tambores funeral,
silenciosa el alma se marcha.






María Concepción Bautista Vázquez
Sk'ejimol ch'ulelaltik. El canto de las almas
Consejo Estatal para la Cultura y las Artes de Chiapas, 2019