jueves, noviembre 28, 2013
Dos poemas de Luis Felipe Fabre
(Opening song)
Hey, sweetheart, no vayas
de picnic al cementerio:
no vayas
a beber al cementerio:
no vayas a drogarte al cementerio:
no te hagas la gótica
esta noche.
Porque las cosas
se están poniendo raras; encontraron
un brazo
y el resto de ese cuerpo es un misterio;
porque encontraron
la oreja
de otro misterio
y los dientes de sepa el diablo qué sonrisa;
porque las cosas se están poniendo hardcore:
hey, honey, escucha
esta cancioncita idiota: no vayas
a bailar al cementerio:
no vayas a bailar
al cementerio: no vayas
a bailar al cementerio: quédate conmigo
esta noche.
El poema de mi amiga
Cuando leo mi poema
la gente llora, me confiesa. Pero tú no,
me recrimina: yo te he visto, me señala,
tú no lloras, me subraya, tú no lloras
cuando leo mi poema, me recalca.
Me pregunta: ¿Qué a ti
no te importa lo que pasa en este país? ¿No
te duelen los muertos? ¿Las mujeres
violadas? ¿Los migrantes
masacrados? ¿Los secuestrados? ¿Los desaparecidos,
los acallados, los silenciados por la violencia,
por los criminales, por el gobierno, por los militares,
por los medios? Todos
a los que yo doy voz
en mi poema, ¿no te importan?, me pregunta,
me cuestiona, me recrimina, me reclama.
Pero a la gente sí, me explica, me aclara: la gente
aplaude, aplaude,
mucho cuando leo mi poema,
la gente llora y aplaude y luego
la gente se me acerca, me dice cosas.
Me susurra: la gente me dice que le gusta mucho
mi poema. Pero tú
no aplaudes, me confronta, o aplaudes poco,
me describe, porque a ti no te importa, me dice, a ti
no te importa, me repite, a ti no te importa,
me insiste, a ti no te importa lo que pasa.
Lo que pasa es que me tienes envidia: me descubre.
Lo que pasa
es que a ti
te hubiera gustado escribir mi poema: me acorrala.
Lo que pasa es que tú no podrías escribirlo:
me vence:
me aplasta:
no podrías escribirlo
porque a ti no te importa lo que pasa.
Luis Felipe Fabre
Poemas de terror y de misterio
Almadía, 2013.
Etiquetas:
Luis Felipe Fabre,
México
jueves, noviembre 21, 2013
Dos poemas de Ángel Ortuño
Dónde y cómo comprar tigres
Si no les gusta el clima del lugar donde vives
no tires tu dinero:
en 400 años se han comido un millón de personas
y no todos han sido
aldeanos desnudos,
incluso coroneles británicos que van sobre elefantes
y prefieren la jungla
a sus esposas
han terminado siendo apenas mal aliento
para los treinta dientes que ahora
puedes comprar en línea.
Estas excusas se repiten de una manera predecible
¿Has tenido
sexo sin condón?
¿Has tenido
sexo
estando drogado o borracho?
Ya no hay excusa para estar solo.
Cuando la gente apenas se conoce y aún no sabe si va
como dice el letrero
en la ruta
hacia el mejor trato o la señora obesa que sonríe
sueña con que te mueres porque la ilustración
de tu playera
ofende esos sentimientos religiosos que tú
tal vez perdieras en esa linda fiesta donde todos
te trataron tan bien.
¿Has tenido
recuerdos
de lo que sueñas después de tener sexo
sin condón,
drogado
y
borracho? Ya no hay
-óyelo bien, repite y voltea a ver
sin mostrarle los dientes a la anciana-,
ya no hay
te decía
excusas para estar solo cuando por 15 pesos el minuto
conocerás a gente divertida por teléfono en Japón.
Ángel Ortuño
1331
Práctica Mortal, 2013.
jueves, noviembre 14, 2013
El efecto
en el jardín
hay
(me levanto a contarlos)
28 hongos maduros
pálidos
manchados de café
reunidos en un semicírculo
mágico
entre el pasto crecido
y los excrementos
[dos]
más allá puede
verse otro
grupo de hongos
pequeños
(como clavos)
ocho en total
reunidos
bajo el naranjo
[tres]
hace quinces días
habían salido
también
tantos
como
[cuatro]
junto a los hongos
grandes
(y esponjosos)
(recientes)
las esferas amarillas
de las naranjas
caídas del árbol
apenas
ayer u hoy
entre el pasto
[cinco]
arriba
en la maraña
ahí donde la mano se lastima
allí hay muchas más esferas
verdes y amarillas
lavadas
[seis]
l a l l u v i a l o h a l a v a d o
t o d o
t o d o l o h a l a v a d o
l a l l u v i a
l a l l u v i a t o d o
l o h a
[siete]
l a l l u v i a s e l o h a l l e v a d o
t o d o
t o d o l o h a s e c a d o
l a l l u v i a
l a l l u v i a t o d o
t o d o l o h a a m a d o / l o h a
[ocho]
(olvidaba decir que a-
quella vez
cuando salvamos los hongos
de la podadora
los pusimos
sobre la mesa
en hileras
casi un kilo de una
gran familia
jamás fotografiada
ni comida)
[nueve y]
no hay necesidad de dar culto a lo N
basta aislar un poco de esas cosas, en las zonas
o aunque sea un solo ser, una parte de lo N
para que de inmediato se instale una positividad, un
motivo, un-
a experiencia para habitar
activada por las formas de ver el mundo
que todavía nos gobiernan
[...]
hongos, los
hay que aprovecharse
de ese efecto
Juan Alcántara
Botella. Poemas 2000-2003
Universidad Iberoamericana, 2013.
Etiquetas:
Juan Alcántara,
México
jueves, noviembre 07, 2013
Todas las cosas profundas son canto (fragmento)
Lo que uno ha visto y ha amado en la vida
un hombre que habla a otro hombre
una voz
una voz no humana
en Turquía
pensaba en un hombre
en forma de árbol
un caballo jalaba el carro
-carruaje-
nos llevaron a ruinas abandonadas
secas
en una tierra fértil
la tierra es fértil
Ruinas
Ruinas
Ruinas
los Griegos fueron hombres
los Romanos fueron hombres
Somos hombres
las ruinas también son hombres
los hombres también son hombres
un amigo me dijo
que ya nadie se interesa en las grandes empresas
y detrás de las palabras
imaginamos las grandes empresas
Abrir los brazos no es cerrar los brazos
una tierra dominada por caballos
avanzar tirando de caballos
-ser tirado por caballos-
los caballos no vuelan
es el polvo
el polvo que hace volar
el camino
no ser olvidado
ser paseado por caballos
ser llevado por caballos
hay hombres que ven luz
hay hombres que sólo ven
un camino tirado por caballos
hay caballos que ven caballos
y hombres que ven caballos
hombres que son vistos por caballos
hombres que no son vistos
el camino es
caliente
los caballos tienen sed
los hombres tienen sed
y las fresas crecen en el
camino
una tierra fértil
una luz fértil
un caballo fértil
un hombre fértil
en una tierra fértil
el hombre estiró la mano
y jaló el olivo
y señaló los olivos
los olivos más viejos
un viejo es un hombre
jalando con sus manos
la cuerda de su caballo
la gente no habla español
no habla inglés
nos muestra una revista de las ruinas
el camino hacia las ruinas
el camino es el camino
me pregunto si el camino es
siempre el camino
un camino que lleva caballos
un camino que lleva hombres
un camino hacia las ruinas
hombres en las ruinas
hombres en ruinas
ruinas que hablan de hombres
hombres que hablan de
caballos todo el tiempo
el polvo el polvo
el polvo
el polvo y los olivos
los ojos de los niños cantan
los niños cantan
cantan cantan cantan
sólo yo sé que cantan
aunque no sé qué cantan
el camino
el camino
el camino
los caballos cantan
los ojos de los caballos cantan
los hombres cantan o no cantan
-Todas las cosas profundas son canto-
nos tiramos debajo de un árbol
en un campo de Turquía
donde los caballos
no volaban
donde los caballos tenían
sed
donde los caballos abrían
los ojos
y cantaban
el viejo del caballo que era un hombre
también se tiró en el pasto
-era la tierra fértil lo que veía-
-pero- pensaba en llegar a las ruinas
en dar agua a su caballo
y seguir siendo niño mientras cantaba
y
cantar cantar
cantar
cantar
mientras alzaba su mano
para jalar las fresas
para jalar los olivos
para jalar la cuerda de su caballo
en un campo
con un hombre que hablaba
de campos
de campos donde los campos
no podían ser caballos
no podían ser niños
no podían ser hombres
sólo podían ser campos
campos iluminados por
los ojos de los hombres
que cantaban
Nadia Mondragón
Poema inédito cedido por su autora para Nueva Provenza.
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