en el jardín
hay
(me levanto a contarlos)
28 hongos maduros
pálidos
manchados de café
reunidos en un semicírculo
mágico
entre el pasto crecido
y los excrementos
[dos]
más allá puede
verse otro
grupo de hongos
pequeños
(como clavos)
ocho en total
reunidos
bajo el naranjo
[tres]
hace quinces días
habían salido
también
tantos
como
[cuatro]
junto a los hongos
grandes
(y esponjosos)
(recientes)
las esferas amarillas
de las naranjas
caídas del árbol
apenas
ayer u hoy
entre el pasto
[cinco]
arriba
en la maraña
ahí donde la mano se lastima
allí hay muchas más esferas
verdes y amarillas
lavadas
[seis]
l a l l u v i a l o h a l a v a d o
t o d o
t o d o l o h a l a v a d o
l a l l u v i a
l a l l u v i a t o d o
l o h a
[siete]
l a l l u v i a s e l o h a l l e v a d o
t o d o
t o d o l o h a s e c a d o
l a l l u v i a
l a l l u v i a t o d o
t o d o l o h a a m a d o / l o h a
[ocho]
(olvidaba decir que a-
quella vez
cuando salvamos los hongos
de la podadora
los pusimos
sobre la mesa
en hileras
casi un kilo de una
gran familia
jamás fotografiada
ni comida)
[nueve y]
no hay necesidad de dar culto a lo N
basta aislar un poco de esas cosas, en las zonas
o aunque sea un solo ser, una parte de lo N
para que de inmediato se instale una positividad, un
motivo, un-
a experiencia para habitar
activada por las formas de ver el mundo
que todavía nos gobiernan
[...]
hongos, los
hay que aprovecharse
de ese efecto
Juan Alcántara
Botella. Poemas 2000-2003
Universidad Iberoamericana, 2013.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario