martes, julio 14, 2015
Cinco poemas de Coral Bracho
Pizzería
Casi todos
los que trabajan
en los plantíos de jitomate
son mexicanos;
y casi todos prefieren
la pizza blanca.
Festejo deportivo
Oscuras parvadas cruzan
en el atardecer, hacia el este.
De ahí viene la música:
el tambor, la trompeta,
las sirenas de los carros
de policía, los gritos de asombro; y hacia allá
va el traqueteo
de una pick-up rosada, como el cielo
y las nubes.
Reacción en cadena
Aquellos burros abandonados
en sus ranchos por los dueños que huyeron
de la violencia y de la muerte en México cruzan
la frontera
y han puesto en riesgo el equilibrio
de la reserva Big Bend.
Los guardabosques los matan a tiros y han
desatado
oleadas
de indignación. Un burro, dicen, es como un gato
o un perro. ¿Por qué no matan, mejor,
a los feos jabalís?
En una playa tranquila
Como tiburones a través de una playa tranquila
pasan los camiones de carga
y dan la vuelta
antes de que termine el jardín.
Son todos de una misma materia
A esta hora el cielo, el techo de la casa y el margen
de las puertas son todos de una misma materia,
brillante y tenue,
que se cuela entre el espeso follaje
y rodea a los grillos.
Coral Bracho
Marfa, Texas
Era, 2015.
Suscribirse a:
Comentarios de la entrada (Atom)
No hay comentarios.:
Publicar un comentario