Nieve surrounding
para J. S., R. H. y M. R.
amamos la fría gramática fractal.
el grácil vaivén de la nieve en el aire.
el complejo trote de la nieve grácil
en la atmósfera.
tierra nueva ante las white boxes de nuestros ojos.
ella es la simplificación del ambiente.
amamos este callado galope del inicio
del está nevando.
amamos estos complicados estadios intensivos
de un clima especial.
su discreta cualidad de complicarse.
su claridad de específico desequilibrio.
amamos la turbulencia que se prueba a sí misma.
y el fenómeno en sí (cual memoria
del fenómeno).
con cuidado amamos el pacífico overbombing.
y más tarde el calmo constructivismo
de un albo sánscrito sobre las cosas.
Alpes nunca
para Steffen Popp
¿qué fue más decisivo al instaurar el ánimo,
los caribús de la nieve
o
la nieve caribú? aquellos veían como haikús libres de forma,
y ésta
se veía como haikú.
de las lácteas salientes de las cumbres
espumaban avalanchas
poco a poco
eran útiles (a entender nuestro) en tanto objetos.
sus ojos prometían
orden y valles.
por su propia seguridad
tomamos
sus datos biométricos
y creamos un subdominio: Files of felpa. también esto
sucedía
con recursos líquidos.
las praderas alpinas más valoradas casi podían
separarse (disolverse)
del concepto Natura.
se integraban por claras definiciones. por
tan solo
esos ítems valdría la pena el sendero.
Elogio de una entidad
belleza representa una forma
de belleza.
un estado probable de belleza.
belleza es la velocidad instantánea
de la belleza en suspenso.
sonido en vago rizoma.
la cantidad de belleza en el universo
siempre es la misma.
belleza existe de este lado y más allá
del horizonte de fenómenos.
la belleza interior
en subsistemas cerrados en sí
se demuestra sin efecto del exterior
como constante.
la cara interna de la belleza se comporta
inversamente recíproca
a su cara externa.
un mínimo de belleza es un máximo calmo
de belleza.
así como un valor
apenas por encima de su opuesto.
Noches en entorno de campeones
para Jeffrey McDaniel
las ambulancias, que rebasan al carro ambulancia
en el que vamos nosotros.
cuando no podemos dormir resplandecemos así,
como si fuera luz la oscuridad.
cuando no podemos dormir contamos a aquellos
que no pueden dormir.
cuando no podemos dormir nos levantamos
para cultamente retocar dicho estado -
como una Heideggeridad de ojos hundidos.
cuando no podemos dormir observamos
el bostezo de la policía de nuestros cuerpos en bostezo
en la lectura para bostezar de fascinantes
boletines, reglamentos de condominio.
cuando no podemos dormir entonces recitamos
las dos o tres o cuatro líneas de los dos o tres poemas
que nos sabemos.
cuando no podemos dormir, somos pequeños acorazados
Potemkin.
Ron Winkler
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Traducción: Daniel Bencomo
UANL / Posdata Editores, 2018.
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