domingo, junio 21, 2015
Cuatro poemas de Diana Bellessi
Destino
Tablas acosadas por la humedad y el bicho
guardan mi corazón como un lucero
y no me importa la gente ni la plata
sino el crac crac del grillo en la mañana
del silencio, el gallo allá a lo lejos
y ese girar de Talita que busca el sitio
para echarse al sol en el alero
mientras la sombra de papá en su silla
me dice sí y alcanza un mate con
cáscaras de naranja, sí, m'hijita,
cerrá tu vida en este círculo que acaricia
los pasos del principio con las huellas
nítidas del final...
El chanchito
Así como aparece
aquel raspón naranja sobre el cielo
al sudoeste
de pronto inesperado
y desaparece en la turba gris
de la tormenta
así el chanchito cruza
la ruta acerada del crepúsculo
para perderse
bajo el veloz misterio
de sus patitas cortas como locas
hacia el campo
¡oh mi chancho valiente
de rosado lomo y trompa que corre
entre los autos
yo quisiera llevarte
o atravesar con vos al otro lado
pero huiste
a los campos del oeste
cuando cae la tarde tan veloz, bello
y asustado!
Veranito de Santa Rosa
Vamos por el Gambado y de pronto
al alzar los ojos veo
la desnudez preñada de agosto
en las finísimas ramas
de un gris de humo con sus yemas a punto
de reventar, y mansamente lloro
de alegría nomás
mientras el cielo gira
en su celeste claro
como si acaso me sonriera
o yo no sé, será mi corazón
saliendo de la jaula
el que se ríe de mis ojitos
bobos mientras aplaude
a todo lo que va a nacer
y es de belleza nomás que lloro
por volver a casa en la desnudez
preñada de agosto bajo las nubes
blancas de los ciruelos
y primicias del verde en filigrana
que aún cobijan las altas
y finas ramas de los árboles
color del humo. Al fin... me dice todo,
vení, despertá, dormí dulcemente
con nosotros...
Cabritas
Así de pronto
y sin que nadie las llamara
las dos cabritas aparecen
correteando al fondo
de la casa con una gracia
imposible de esquivar
una negra y otra blanca
en manchas marrón rojizo
se paran frente a la ventana
y me miran con sus ojos dulces
sus cuernitos
como un retablo medieval
sacado de mi infancia
y me derrito
es de lo único
que quiero hablar
dónde se ha visto
¿cabras en el monte del delta?
si ustedes andan
por otros montes carajo!
me peleo así
aunque no puedo
dejar de mirarlas
y balamos juntas entre risas
hasta olvidar que yo quería
irme a otra parte
en la poesía
algún corral cerrado
frente al cual la audiencia
me tomara en serio
como toma a los jóvenes
y a los maestros y no
andar topándonos
y cayendo sobre el pasto
en vueltas de carnero
con estas cabritas jóvenes
y hermosas mientras sale el sol y trinan
las ranas en la zanja
como trinan pájaros palabras
llevados por el viento sur
que despeja las nubes
mientras todo baila
Diana Bellessi
Pasos de baile
Adriana Hidalgo, 2014.
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