Respiro los áloes, la acacia
de tus sentidos, roja espiga del trópico,
las madreselvas, la corriente de pétalos índigo
de tu recuerdo,
y en tu promesse d'illes,
no hubo quizá
un lugar como éste,
el cual mediante una antítesis,
puede compartir la gran abundancia;
tu interacción fosforescente
de peces arcoiris o lunares dorados
me seduce a la ensenada de algas
de mi propia promesse,
a una roca desolada como ésta
de sólo pequeños cangrejos,
y una red de cangrejos;
espliego - ¿coriandro?
no, son margaritas de manzanilla
que oprimo al extenderme;
¿fragancia de goma arábiga?
no, eran cuentas de ámbar
sobre la corteza del cerezo
y la corteza pegajosa del pino
y la corteza de sasafrás que masticamos
y algo de linaria polvorienta
(dragón salvaje)
en un callejón caluroso;
estos no se hallan aquí,
pero aprecio mis tesoros,
ahora que descubro
cómo difieren de los tuyos;
nos encontramos en la antítesis;
basta el silencio para cuidar el uno del otro.
(De El huerto de la Academia)
5
Sin tu Padre, sin tu Padre -
¿qué significa eso? mi padre está hablando al jardinero
o al hombre que barre los papeles - "sí, son bonitos, mamá,
los venados" - ¿quiere decir animales? ¿corre Él, también
con sus pequeñas patas como ése, brinca Él
y se para (ahora) como el más grande con cuernos,
derecho contra el alambre?, está mirando;
quisiera haber conservado ese medio bollo,
no haberlo despedazado para los pelícanos - ¿pájaros también?
quisiera sentir su lengua en mi mano;
ese niño tiene miedo - "déjame ayudar" - "morderá" -
"no puedes llegar?" - "Oh sí, oh sí, puedo,
nos está viendo" - "párate en la caja del cuidador
está ocupado hablando" - "pero, pero, tómalo tú,
es tu pedazo de bollo" - "sin temor, eres bienvenida, señorita -
pero tu papá ha venido" - ¿mi padre? ¿mi padre?
pero este venado es mi padre - "una niña curiosa,
es mi culpa, señor" - "ahora bájate" -
"sí, sí, ya voy" - pero estoy en otro lado,
él besó mi mano, estamos en algún lado en el bosque...
Nunca agradecí al niño, era también Dios...
(De Sagesse)
12
Cada hueso duele con el frío,
pero me agradó venir,
me agradó venir aquí contigo;
con mi vieja capa y botas de caza,
sentí rejuvenecer al zambullirnos en la corriente,
dejando ese odioso palacio
y los trofeos y los cuentos tediosos,
dichos una y otra vez en los banquetes interminables;
estaba esperando algo,
sin saber qué,
hasta que irrumpiste,
con tu pelo y barba enmarañados,
tu gabán de marinero rayado de sal
y la vieja mirada secreta, taimada, furtiva, intrépida,
que me recordaba - y recordé,
cómo acariciabas mi pecho, y el momento
de plenitud fue roto por una voz,
Helena, vuelve a casa, y volví;
Esperaba saber más, esperaba la consumación,
pero dijeron, "él se ha ido,
sólo esperaba su Nave".
(De Amor invernal)
H.D.
Definición hermética
Traducción: Ana Rosa González Matute
Libros Magenta, 2015.
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