un militar jugaba a sacar un peluche
de la máquina de monedas
las garras de la máquina
sujetaron algo oscuro y sin forma
el militar sonrió
las garras se abrieron y el peluche
cayó sobre ese montón de objetos
inalcanzables
el militar y yo nos miramos por un segundo él
se fue con su uniforme y yo me quedé ahí las
máquinas de monedas gobiernan el mundo
nos uniforman
y algunas veces
nos hacen creer que tenemos el control
Obsesionado con ventiladores
mi hijo los encuentra en todas partes
en los últimos rayos de sol
en las palmeras que nos rodean
recoge flores de todos los colores
las hace girar en sus manos
los ventiladores se encienden
respiramos ese perfume
de aspas veloces que revuelven al mundo
repetidos
en ciertas horas de la tarde
en la piel del ciempiés naranja
mi hijo encuentra ventiladores
a la orilla del mar
a la orilla de la selva
v e n t i l a d o r
me dice lentamente
para que pueda escucharlo
y no me equivoque
v e n t i l a d o r
le respondo
porque ya aprendí a leer
los fractales
Nadie quiere hablar
de las mujeres que checan
su hora de entrada
a una cápsula brillante
de aire acondicionado
una mezcla de perfumes
entorpece el sueño
objetos inútiles brillan
como brillan las estrellas
yo vi a una mujer dulce
atravesar ese lugar
hasta llenarse de sombras
salían en tropel
hacia una ciudad lluviosa
donde otras luces permanecían
amenazantes
yo vi a una mujer mirar
33 televisores encendidos
observaba en ellos
el transcurso de su vida
Ileana Garma
Uniformis
Libros del Marqués, 2024