viernes, julio 07, 2023

Tres poemas de Luis Arce

improvisación 30

Un bote carente de remos.
Acercándose a la orilla.
Sin embargo lejano.
Lleva dos personas: un recostada, otra de pie.
La primera está mirando por detrás de su sombrero
a la pequeña luz que averigua en el faro.
La segunda traza surcos en el agua.
Desde la orilla, se acerca un hombre y me pide no mirar tan fijamente
aquella imagen.
"La desolación y el entusiasmo habrán de conducirte a la locura", repite
mientras su mano extiende piedras en metralla
contra el aluminio de un barco en ruinas.





improvisación 51
(Vik i Myrdal, Islandia)

Incapaces de sustituir a los ángeles,
las gaviotas entran en el agua
a velocidades que asustarían a pájaros más coloridos
pero menos notables.
Los peces que se extinguen a la altura de sus bocas,
cada uno partidario de la ecuación mortal,
habrán de contarle a sus crías
sobre las terribles criaturas aladas que aguardan en las alturas.

A medida que entra en el agua,
la sombra del demonio se oscurece,
hasta que ya no hay sombra
y el insoportable batir de sus alas
tintinea en los átomos de hidrógeno
con el timbre de una cuerda de guitarra cuando revienta.

En la casa más cercana a la orilla,
una mujer recibe a los invitados vistiendo un delantal sucio de vísceras y escamas;
siempre cuenta una historia sobre marineros,
pero me cuesta imaginarla.
Esta organización escueta de olas y rocas
no guarda las huellas de aquellos que aquí naufragan.





improvisación 75

Renuncié a todo. Al trabajo, la familia, los Kinks, todo.
Renuncié a Schopenhauer y con él también dejé las vitrinas
averiadas por francotiradores. Cuestiones aparte,
la mano que tiñe la estantería no es la misma que la crea;
tenemos todas estas dificultades, cada uno se las apaña como puede,
y luego, cuando no queda más que deslindarse de lo dicho,
anotamos en sueños que seguimos adelante,
pero renunciando, de la manera más prudente,
a los ejemplos de convivencia que adquirimos en la televisión,
a las normativas del abecedario y a los formatos predispuestos por el entendimiento
de una escena: una línea que divide las cosas según su peso,
primero aquellas que parecen inevitables:
tropiezos, movimientos de lengua alrededor de una goma de mascar,
el camino de ida, donde se escribe esto,
para encontrarse con la inevitable continuidad
del drama necesario, las pausas de un día amoroso,
y el nefasto hecho de saber que no hay absolutamente ningún progreso,
con nada,
con nadie,
en ninguna parte.





Luis Arce
Improvisación sobre motivo
Juan Malasuerte, 2022

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