Una muchacha
se recarga en el barandal
no mira el horizonte
no despide ningún barco
a nadie
no sueña con cruzar océanos
descansa un pie sobre otro
luego el otro
Gira
entre las olas
que se forman en la orilla
se confunde con una
burbuja grande, café,
redonda, brillosa
se confunde
también con la cabeza
de una foca
gira con más rapidez
el coco
tratando de volver
a la playa que lo
arrojó al mar
La cubeta se estrelló
en la calle
a las seis de la mañana
a las dos de la mañana
otra cubeta se estrella
(en la calle)
y allá las estrellas
sí se ven
y había estrellas
que se ven
y las cubetas se estrellaron
y las estrellas se vieron
y retumbaron
las cubetas
estrelladas
retumbaron
La sierra
se cubre de frío
y huele a leña
se extiende la neblina fría
y huele a leña
la casa cierra sus ventanas
y huele a leña
el olor a leña
se escapa
por un vidrio roto
Las noches
suenan
a grillo
y a cachoras
que se burlan
de los grillos
toda la noche
Ana Belén López
Del barandal
Ediciones Sin Nombre, 2001
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