viernes, septiembre 14, 2018

Tres poemas de Flor Giusti


Los obreros de la construcción hablan guaraní

Al lado de mi casa los obreros de la construcción
hablan en guaraní.
–Mirá el cielo, es un galpón –dijiste.
Ahí nomás me acordé del cielo sintético de Truman Show.
El idioma guaraní sube y baja
como los obreros que
suben y bajan escaleras de cal y cemento.
Están cerca del sol, con la pala al hombro
construyen edificios para los estudiantes
que pronto vendrán desde los pueblos.
Hablan mitad español mitad guaraní.
Cuando baja el sol
miran el cielo desde cerca
acomodan las cajas de los ladrillos
los apilan junto a los otros.
Supongo que este cielo se abre cuando baja el sol,
que la noche apaga las voces.
Me dijiste que sería divertido
como trabajo temporario
dormir en una obra en construcción
de esas que van a tener pisos altos, ventanas grandes y luminosas
casi como tocando el cielo.
La noche está cada vez más encima
parece un galpón negro,
como los galpones
en los que suenan bandas de rock toda la noche.
El idioma guaraní que nunca estudiaré,
el pico y la pala se amontonan entre las palabras y los sonidos,
salen como solos de guitarra distorsionados,
los obreros paraguayos cantan en guaraní
cuando baja el sol se van a sus casas,
miran el cielo desde abajo.





Galaxia

Miro fotos de una chica que se revuelve el pelo,
su pelo largo y rubio se parece a alguna galaxia.
Tu chica de pelo revuelto
es de esas pibas que no quiero ser
pero ahora la imagino
libre de problemas existenciales
saliendo con vos sin preguntarse
todo el tiempo
por qué deberían quererla.
Envidio la forma en la que se saca esa foto,
sin pensar en las consecuencias,
una foto con el pelo revuelto que no encierra
simbologías extrañas, ni sentido alguno.
Quizás
el amor
sea un juego
para el que no estamos preparados,
un juego
que no sabemos jugar.
El amor es tu chica de pelo revuelto
que saluda con libertad a sus amigas
gritando sus nombres
a una cuadra de distancia.




Ciudad Juárez

Espero que por Juárez se vean las estrellas esta noche.
Un viernes de cada mes me llega un poema tuyo.
Hoy te deseo que se vean las estrellas desde Juárez,
que salgas a tomar tequila, entre las cosas que imagino
que habrá: una paisaje marrón, unos cactus en un descampado,
desde lejos, el cielo nocturno.
Muchos de tus amigos hablan un inglés perfecto
Ciudad Juárez podría ser parecida
a otras tantas ciudades que no conozco
y su cielo también,
el de Corrientes
–ese sí que lo vi–
visité, en un verano,
uno de los bracitos del río.
No sé si Ciudad Juárez tendrá un río parecido.
Pero cuando me llegan tus mails,
pienso en vos
y en todas esas personas tecleando a la noche.
Están solas
con la vista fija en esa luz que se proyecta
a través de un vidrio.
Por eso espero que cuando termines el día
salgas y mires las estrellas
deben ser más lindas que las de acá.
Me las imagino cayendo
sobre vos
y sobre mí.





Flor Giusti
Anillos de Saturno
Corteza Ediciones, 2018.

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