domingo, julio 21, 2024

Cinco poemas de Tania Favela


para Luis Verdejo

el silencio lo despertó (dijo) – así como se oye –
el silencio tan hondo    tan fuerte    sonó    (dijo)
adentro / afuera sonó el silencio después de tanto ruido
sonó tan fuerte (dijo) el silencio
– de pronto – en medio de la noche casi al amanecer
    nada ni una sola voz
               la fiesta (al parecer) había terminado







                 dejar que entre el error
dejar que entre (error y todo junto)    ahí
dejar errar la letra
la palabrabrirla    dejar que entre
                                 adentro, adentro
la letra (error y todo)
                            semilla y todo sin virtud







Si oscura es la luz
si ciega    ¿qué ilumina
la oscuridad?    qué murciélago
anda veloz en su ceguera
qué cielo se abre    se cierra
afuera dices    murciélago ciego
ave de verano adentro
adentro ciego el murciélago vuela
                       afuera ¿el ave ve?







Es como caminar o correr o incluso saltar
pero sin caminar ni correr ni saltar
pura simulación    (las patas a toda velocidad
del cuadro de Carrà)    espacio y tiempo
trastocados    (afuera adentro)
                y nadie sabe a dónde ir o qué
oír    ¿huir?    salir del cuadro    saltar
hacia la vida o de la vida a una foto
blanco y negro      movimiento
estático        (detenido el gesto)
ya nadie entiende nada      aunque se hable
o diga        el sinsentido pesa
hunde toda certidumbre    "la vida    (escribiste)
tiene el sentido que nosotros logremos añadirle, no tiene otro"
y cerré el libro Prosas (Alción Editora, 2007) y salí
                                                                                a respirar.







a Kenzaburo Oé, por sus Cartas a los años de nostalgia

Borrar las huellas    los pasos    con largas ramas
borrar las huellas    caminar de espaldas
y con largas ramas borrar las huellas
borrarlas    como los indios de América del Norte
con largas ramas    borrarlas    caminando de espaldas
borrarlas    borrar lo hecho o deshecho
o tratar de dejar alguna huella    tratar de dejar
– aunque sólo sean marcas de uñas –
aunque sólo sean marcas de pies o uñas
aunque sólo sea una plataforma vacía para contemplar el mundo
    marcas de pies o uñas            o buscar un nicho
para contemplar el mundo    ahí sobre la tierra
una plataforma vacía para contemplar el mundo
              un nicho para recostarse
– aunque sólo sea una marca de pie o uña –    borrar
borrar con largas ramas el camino
                                      con largas ramas las huellas
caminar de espaldas sobre el campo
caminar sobre calles y avenidas    de espaldas
buscar un nicho    una plataforma vacía
                                y ahí – por fin – recostar la cabeza.







Tania Favela
La imagen rueda
Libros de la Resistencia, 2022

domingo, julio 14, 2024

Cuatro poemas de Susan Howe

Búfalo deambula en manadas
sobre las calles amplias conectadas por arboledas

y cercas

sus ojos son antiguos y mil años
demasiado viejos

escucha al asesinato amontonar sus mutismos

Vieja como el tiempo en el centro de una pieza
se teje la duda

y es medida

Rabia amontonada
sé cuánto vales

una cadena de parques circunda la ciudad

La nieve llega y la belleza de las sombras largas se viene
abajo
abajo
en cada roble    pino    junípero    haya    abedul
y otra madera dulce        (sagrada)







Número de un acre            y el acre
son el mismo

ejército es el número de un ejército

Quién sabe

cuál número en el número            solo
se para hereje

si uno no es            Cuál
continuará

Guardianes de la ley
en el atardecer de la vida se echan

la ley
(Platón tenía una voz fina) claramente

en Las leyes que el hombre es un títere

(Sócrates era una matrona
pero esto es secreto)

Las palabras no son actos
fuera de mi texto no soy lo que actúo

Cuando me fui a la cama parecí
abrigada

el aire frío no tocaba más mi cuerpo

El objetivo
depende de la memoria            La memoria

se desvanece            se mueve en el misterio

Los juramentos son pajas            los hombres vigilan
mientras pastan

arreando y alimentando

Nieve de noche            y aún nieva
ninguna casa moviéndose

Salvo el aire            nada aquí







Los oradores se desmoronan
las piernas dobladas bajo ellos
y los Enciclopedistas
gran, el Gran, y GRAN
descubrimiento d. C.
en un terreno de páginas
donde los No la llevan
Batallas baratas como el agua
luchadas ferozmente
en el papel
Mujeres y niños
dónde vamos a la deriva
Aquiles se marchó
a la Coacción escrita a lápiz
en la noche de Troya
y sus masacres







Inmigrante (gorro de piel de zorro
capa bordada) Escoliasta
Oh pie ligero
Sin difusión de tu nombre
sin cuentos fabulosos de nacimiento
sin naciones tomadas por la tormenta
Moviéndote en símbolos solitarios a través de sombrías
conjeturas







Susan Howe
Silencio pitagórico
Traducción: Enrique Winter
Overol, 2019

domingo, julio 07, 2024

Siete cantos amerindios

La tierra tiembla
cuando estoy a punto de entrar.
El corazón zozobra
cuando estoy a punto de entrar
a la casa del espíritu.

(Canto chippewa)





Desde la mitad
del cielo
eso que vive ahí
viene, y hace ruido.

(Canto chippewa)





Mi amor se ha ido

Pensé que era
un somormujo.
Pero era
el remo de mi amor
salpicando.

(Canto chippewa)




Canto de guerra

Me considero
un lobo.
Pero no he comido nada.
Es por eso
que me canso
de estar parado.
Me considero
un lobo.
Pero los búhos
están ululando
y
tengo miedo de la noche.

(Canto teton sioux)





Canto de la danza del búfalo

Él dijo:
--Irreal el búfalo está parado.
Estos son sus dichos.
Irreal el búfalo está parado.
Irreal está parado en el espacio abierto.
Irreal está parado.

(Canto pawnee)





Canto para una danza de la cabellera

alguna gente en el cielo
debe estar celosa
de mi danza aquí
con esta cabellera

(Canto odenigun)





es cosa segura
¡soy un espíritu!
¿me ves hacerme visible?
debo ser un castor macho

(Canto nawajibigokwe)





Kenneth Rexroth y Frances Densmore
Cantos amerindios
Serie Adugo biri, UNAM, 2019
Edición: Enrique Flores
Traducción: Patricia Gola
Leer el libro completo aquí.