jueves, abril 28, 2005

Menina

Menina
vienes a mí clamando
moviendo mi oscuridad

No hay más
que oscuridad donde crecí

y has entrado, Menina
sin temor, con la quietud
de un cuadro de papel que pasa
y que no sabe
dónde y por qué una fuerza lo trasporta
volando

No sé de dónde vienes, Menina
y por qué crees, mas
esa agua que pinta aquí el jardín
donde una mesa roja espera
Y estos soles
Menina, interna mía
yo no soy



Dolores Dorantes
SexoPUROsexoVELOZ
Seeing Eye Books, 2004
Edición bilingüe español-inglés
Traducción al inglés: Jen Hofer

jueves, abril 21, 2005

Carpe diem

No olvides este domingo, llueve;
saliste a mirar el patio y encontraste al sapito
(que creías muerto).

Y muy feliz parecía,
asomando de su cueva reciente,
rodeado de unas hiedras... Eligió bien,
bajo la baldosa que custodia el umbral
donde cae un hilo de agua...

No lo olvides, todo brilla, imantado y
oscuro; el mundo es un poco de nuestro arte
en mirar esto,

nuestro dolor en acercar inmediata
una memoria desconocida cada vez en
esto,

los verdes más verdes, más profundos,
las mirábilis más rojas, casi fucsia, casi en el
esplendor magenta

y los jazmines menos blancos
y cabizbajos.

Todo huele, sin embargo,

los frutos de la palmera estallaron
y otra vez, un golpe de granos de oro
embellecen el camino
de la apariencia húmeda,

los saltos del resucitado.


Arturo Carrera
Carpe diem
Filodecaballos/ ICOCULT, 2003

jueves, abril 14, 2005

La polaridad ying-yang (fragmento)

También ha de señalarse como característica curiosa del I Ching que no existen, en absoluto, hexagramas buenos o malos en su serie cíclica.

Este punto puede ser ilustrado mediante el relato taoísta del campesino cuyos caballos huyeron. Aquella tarde, los vecinos se reunieron para compadecerse de él puesto que había tenido tan mala suerte. Él dijo: «Puede ser». Al día siguiente los caballos regresaron trayendo consigo seis caballos salvajes y los vecinos lo felicitaron por su buena suerte. Él dijo: «Puede ser». Entonces, al día siguiente, su hijo intentó ensillar y montar uno de los caballos salvajes, fue derribado y se quebró un brazo. Nuevamente los vecinos fueron a expresar su compasión por la desgracia. Él dijo: «Puede ser». Un día más tarde, los oficiales de reclutamiento llegaron al pueblo para llevarse a los hombres jóvenes al ejército; pero como tenía un brazo roto, su hijo fue excluido. Cuando los vecinos le comentaron cuán favorable se había tornado la situación, él dijo: «Puede ser».

La concepción yin-yang del mundo es serenamente cíclica. La dicha y la desgracia, la vida y la muerte --ya sea en pequeña o amplia escala-- van y vienen eternamente sin comienzo ni fin, y todo el sistema se ve libre de la monotonía por el hecho de que, en la misma forma, el recuerdo alterna con el olvido.


Alan Watts
El camino del Tao
Kairós, 1976
Traducción: Horacio González Trejo