jueves, octubre 21, 2010

Arco abierto de ese trabajo

.

1


. . . . . . . . se dice "poner el corazón en

. . . . . . . . . . una localidad",

. . . . . . . . estableciendo un argumento

. . . . . de límites, una comunidad

. . . . . . . . de correspondencias


. . . . . . . . el lugar por excelencia

. . . . . . . . . . de esa incorporación


. . . . . en el arco abierto de ese trabajo

. . . . . . . . la única ganancia sería

. una tercera voz . . . una disciplina del oído

. como una disponibilidad

. . . . . . . . hacia la historia


. . . . . . . . . numera las pertenencias

. . . . . los dulces elementos aglomerados,

. . . . . . . . la curva que sube,

. . . . yosemite, como lo vimos,

. . . . . . . . nevado en la totalidad del mismo

. . . . . . . . como un adulto



2


. . . . . . . . el hecho humano

. . . . . en un cuadro con

. . . . . . . sus aparatos, sus

. . . . . construcciones y su natalidad


. . . . . . . . . . . . regresa a los ojos . . . . "el mundo",

. . . . . . . . como lo opuesto


. . . . . . . . siempre presentes,

. . . . . . . . . . transacciones como lugares

. . . . . . . . de lo nuevo


. . . . . . . . biografía significa, nuestro

. . . . . lugar se encontraba allá.


. . . . . longevidad de los recursos,

. . . o así pensamos,

. . . hoy, la gran excepción



3


. . . . . . . . . . citas marcadas como citas

. . . . . . . . y sin marca alguna para intercambiar

. . . . . . . . . . dificultades

. . . . . . . . . . . . tal como si las dificultades

. . . . . . . . . lo sumaran todo o lo integraran

. . . . . . . . . . de forma alternada

. . . . . . . . sincopando multitudes

. . . . . . . . . sobre el tiempo ya de vuelta



4


. . . . . . . . . . afuera de "nación"


. . . poco a poco se acerca

. . . . . a una definición de "la situacion en que estás"


. . . . . la inoperancia de lo

. . . biográfico en

. . . objetos indirectos


. . . así pues hay una historia

. . . y todos los gestos para ir hacia ella


. . . . . . . . . . . a lo abierto




Hugo García Manríquez

Mandorla. Nueva escritura de las Américas, no. 13, 2010.

jueves, octubre 14, 2010

Dos poemas de Bai Juyi

.
A la orilla del lago

A la fresca sombra de los bambúes,
dos monjes de la montaña, sentados,
se enfrascan en su juego de ajedrez.
Nadie los ve a través de la espesura.
Pero de vez en cuando se percibe
el ruido de una pieza que se mueve.


Leyendo los poemas de Yuan Zhen en una barca

Tomo tus poemas en mis manos
y los leo a la luz de una vela,
que está moribunda, 
cuando termino la lectura.
Aún no nace el alba.
Siento los ojos cansados.
Apago la luz,
y, sentado a oscuras,
escucho las olas
que, a impulsos del viento,
golpean la barca.


Bai Juyi
Poesía clásica china
Edición y traducción: Goujian Chen
Cátedra, 2001.

jueves, octubre 07, 2010

Once cuartetas y una nota desde Ventadour

.
ni de este . . . . mundo ni
de otro, esa . . . . casa rota con
. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . sus libros y . . . . su viento,
las campanas cosidas sobre los . . . . velos que respiran, . . . . entre.

_________________

con sus canastas de alambre, planas
. . . . . como la luna, vinieron buscando
la . . . . carne de la lluvia, esos
lectores de . . . . acequias, de márgenes . . . . oscuras.

_________________

como si escucharan en
. . . . esa barca de
gis azul y . . . . de sábanas atascadas,
. . . . a sus propias olas mientras se . . . . elevaban.

_________________

. . . . por encima del humo fijo
de los almendros, el otro, el de
. . . . los gitanos (sus conejos . . . . se rostizan
. . . . en la luz
. . . . sin viento...).

_________________

. . . . intacto, convertido en monstruo
por mis propias sombras, oh
. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . lirios embozados (los
soles . . . . oscilan . . . . sobre la piel de . . . . la acequia).

_________________

el modo en que los ojos . . . . se deslizan, un
. . . . instante más despacio que la . . . . cara, el
pelo jalado -como un trofeo- encima
. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . de los hombros, . . . . después.

_________________

solo tú . . . . podías
retirar tu mirada de . . . . mi custodia (desmenuzarla:
. . . . fría, nebulosa, . . . . entre
. . . . las sombras tiesas de . . . . tus dientes).

_________________

el corazón para siempre ofrecido,
. . . . encomendado a . . . . sus propias
perdiciones: esa extraña . . . . rosa inadmisible,
. . . . . . . . . . . . . . . . . . ñ . . . . . . . . . . . . . . . . . valentin froissé.

_________________

. . . . mira hacia
atrás, por el aro abovedado
. . . . de sus brazos. chirrido,
cuando las horquillas . . . . de pedrería azul
. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . se resbalan por debajo.

_________________

en estas sombras blancas, la . . . . luz del
. . . . viento donde . . . . vivimos moriría
sin las olas
. . . . plegadas de palabras: esa
. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . cadencia que . . . . les damos.

_________________

al atorarse los petalos
en los rubios . . . . cañaverales: di,
. . . . no digas nada; bastaría
que un brazo perdiera la vista . . . . con sus propios susurros.

_________________

. . . . siempre hacia el . . . . final, los
gramáticos. albas, nuestras
. . . . canciones del amanecer: ¿en qué terrazas,
. . . . con las aguas cinceladas
de qué viola
. . . . . . . . . . se entonarán nuestros corazones?


Gustaf Sobin
Matrices de viento y de sombra
Traducción, prólogo y selección: Tedi Lopez Mills
Hotel Ambosmundos, 1999.