martes, abril 21, 2015

Bienaventurados


Bienaventurados los que perdonan a su madre por haberlos arrojado a la nada por haberlos expulsado de la materia prima creadora de toda belleza materia prima creadora de toda basura

Bienaventurados los que perdonan a su padre por haber fornicado con su madre por haberla herido para siempre con cicatrices invisibles provocadas por el semen de las medusas transparentes

Bienaventurados los que no se sienten culpables por haber nacido un día de abril un día de mayo aquel día donde a ella se le quebraron todos los huesitos de la espalda

Bienaventurados aquellos que me han besado porque a su vez besaron todas mis cicatrices provocadas por la varicela bienaventurados ustedes porque han besado mi carita marcada de fealdad y me han hecho dichosa

Bienaventurados nosotros los niños perdidos que tuvimos pepsilindros la colección incompleta de los hielocos la colección de los primeros tazos porque estos objetos son nuestras mascotas de la infancia que nos acompañarán por siempre o hasta que nos aburramos de todo

Bienaventurados los niños con nombres del futuro como bin laden one dollar o bill gates porque estos nombres serán tan comunes en el año tres mil quinientos y será como decir maría josé pedro o juan

Bienaventurados los que provocan consuelo porque sin ellos nosotros los que provocamos desolación no existiríamos la realidad no podría invertirse cada que salimos a aullar en las azoteas de las ciudades caóticas sin ustedes no podríamos amanecer en los escombros que juntos hemos fortificado

Bienaventurados los que bailan payaso de rodeo thriller la macarena o cualquier danza que incluya una coreografía porque con nuestros movimientos hemos descifrado el lenguaje secreto de los perros

Bienaventurados los niños con labio leporino los niños con síndrome de down porque sólo ellos comprenden el lenguaje de las esferas luminosas que surcan los pastizales de trigo

Bienaventurada la mosca prieta que destruyó mis raíces y que me trajo semillas miles de semillas que rodaban por un embudo hasta mi boca esto no lo digo yo lo dice lezama

Bienaventurado el granjero que recorta y pega cada tanto los retazos de la mañana bienaventurada la quimera la catástrofe alrededor de las voces el bang bang la sopa la ciudad la sutil presencia de la muerte

esto tampoco lo digo yo pero eso ya no importa


Mariana Rodríguez
Poema cedido por la autora para Nueva Provenza