viernes, julio 30, 2004

Arte y medio ambiente (fragmento)

Es en la relación, muchas veces conflictiva, muchas veces armoniosa con el medio ambiente que el artista renueva sus fuerzas y busca motivos para el desarrollo de su trabajo. A través de la capacidad de ordenar los elementos y materiales que encuentra (o mejor dicho, descubre) en el medio ambiente, de recrear o de reinventar los signos que están a su disposición — el artista forja su propio lenguaje. Los nuevos objetos y conceptos creados por él, se incorporan al medio ambiente circundante, expandiéndolo indefinidamente. En este sentido crear implica un cambio de valores de una determinada sociedad, o sea, apunta a la reordenación de la sensibilidad que experimentará estímulos hasta entonces inéditos, no percibidos con anterioridad. La obra recién creada provoca un cambio en el medio ambiente: éste nunca más será el mismo. El nuevo hecho estético se configura como una interferencia crítica informativa que altera el entorno social y material.

Carlos Ávila
El poeta y su trabajo, no. 15, primavera 2004
Traducción: Nadia Mondragón y Rogelio Castillo

lunes, julio 26, 2004

Una novela que comienza (fragmento)

En cuanto a este fracaso en el escribir, se debe a esta rareza de no poder escribir seguido, sin pensar en nada. Si yo hubiera pensado antes de escribir, lo que no es tampoco oportuno, apenas se notaría. Mas el lector me descubre pensando mientras escribo, nota estos intervalos de silencio y ya comprende que soy un pobre diablo -lo que sería preferible que no se advirtiera tan pronto-, que un libro mío no podría transportar en su tapa ese retrato de autor, de un hombre cuya sonrisa lo revela un profesional de la felicidad, que tiene toda la gloria, todos los amoríos y el dinero llevaderos a su temperamento. ¡Qué caras seguras y felices las de esas tapas! Se comprende que lo saben todo y además ellas aportan este dato: que el libro tiene autor, contratiempo que yo creía sólo inevitable en las autobiografías; y que en el autor el contento no merma por haberlo escrito. Su retrato y firma en el volumen atestiguan la extrema modestia de su estima personal; me desconcierta cómo algunos lo atribuyen a vanidad. Él ha escrito para los lectores; lo avisa en el prefacio "Al Lector"; no tiene la pretensión de escribir para otros; por ello entendí que no se dirigía a mí y escapé... a un riesgo grande de indiscreción, por enterarme de lo que sólo para lectores se escribió.

Macedonio Fernández
Manera de una psique sin cuerpo. Relatos, poesía y metafísica
Tusquets, 2004.

martes, julio 13, 2004

El hombre de las flores silvestres

¿Conocéis al anciano que vende flores
Junto a la Puerta Meridional?
Vive de las flores, como una abeja.
Por la mañana, vende malvas
Y por la noche ofrece amapolas. El
Techo de su cabaña deja ver
El azul del cielo. Su tarro de arroz
Siempre está vacío. Cuando ha
Conseguido dinero suficiente con sus
Flores, se dirige a un salón de
Té. Cuando se le ha acabado el dinero,
Recoge algunas flores más. Durante
Toda la estación de las flores, también
Él retoña. Todos los días pasa
La jornada borracho. ¿Qué le importa
Que se promulguen nuevas leyes
En el palacio del Emperador? ¿Qué más
Le da que el Gobierno descanse
Sobre arena? Si intentas hablar con
Él, no responde, sino que te
Brinda una sonrisa de borracho por
Entre sus alborotados cabellos.


Lu Yu (1125-1209)

Kenneth Rexroth
Cien poemas chinos
Lumen, 2001.
Traducción: Carlos Manzano

viernes, julio 09, 2004

Reisebilder (fragmento)

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a la funcionaria de la aduana en minifalda que me ha elegido
con sus ojos de sibila y de paloma entre una interminable fila
de viajeros de paso, le he dicho toda la verdad, recluido
en esta especie de biombo-confesionario de manera prensada:
le he dicho que tengo un hijo que estudia ruso y alemán,
que Bonjours les amis, curso de lengua francesa en
4 volúmenes, era para mi mujer:
estaba dispuesto a declarar más cosas:
sabía que fue Rosa Luxemburg la primera en lanzar la palabra
de orden "socialismo o barbarie": y de ello podía sacar
el provecho de un impresionante madrigal:
pero sudaba hurgándome en los
bolsillos, buscando inútilmente la cuenta del Operncafé:
y luego, tú, has hecho irrupción arrastrando también detrás
de ti a los niños, maravillosos y maravillados:
(con los mismos gestos de dureza te arrojábamos de allí yo
y aquella democrática "beatriz" en uniforme):
pero lo irreparable
ya estaba consumado allí, en la frontera de los dos Berlines,
para mí: cuarentañero seducido por un policía:


Edoardo Sanguinetti
Wirrwarr
Visor, 2000.
Traducción: Antonio Colinas