miércoles, diciembre 07, 2022

Seis poetas mapuche

Una bandada de miles de diucas,
tencas y ñankues
surca el cielo
esparciendo el llamado
del kull kull.

La melodía penetra
como un suave silbido del sur
en los desnudos cuerpos
de Caupolicán y sus hermanos.

(Rayen Kvyeh)






Zvgun

Aquí en la tierra
hablamos todos:
las aves
los animales
las aguas.
Silba como el viento la culebra
cuando viene el tiempo de lluvia
y el silbar es su palabra.

Hay tiempo en que las ziukas
hablan cantando al amanecer
CHOLLPIZ, CHOLLPIW!
Es el tiempo en que el MAPU brota
rayo a rayo hacia el Sol...
y hay que levantarse para saludarlo.

En el mismo tiempo de reproducción
las ranas cantan en coro de noche
y la luna en menguante
abre cascarones
en los escasos pajonales
que van quedando.

Hay otros que siempre hablan llorando
como el MAYKOÑO
KUKU, KUKU EM...
así es su idioma.
Para conversar con su abuela paterna.

Los gakiñ dicen:
GAK GAK
GAK GAK
como recién nacidos llorando.
Daban ganas de escarbar
en el barro del pantano
pero cuando se buscan
se meten más adentro de la tierra
o se cambian de lugar.

Cuando niñas lo intentamos con mi hermana.
Y mis pewmas en la noche
fueron solo pesadillas
SE ENOJARON...
ESO NO SE HACE!
dijo mi madre.
Si se dejaran ver
sería PERIMONTUN.

También hay animales
que se ríen en su idioma
como los perros
y caballos.
Mi Guardián salta y corre
agarra su olla o un palo
se ríe
nos habla en su propio zugun
cuando volvemos a la casa
o si llega algún conocido.
Pero llora
cuando ve al WEKUFV EN LAS NOCHES
y cuando siente que viene el Nvyvn
con grado a terremoto;
entonces la gente se levanta y sale,
se sienta en el suelo agarrada a la tierra
le habla al temblor
IÑCHE TA FANEN,
FANEN
FANEN
FANEN
FANEN
FANEN
yo soy pesada
pesada
pesada
pesada
pesada
pesada.

¿Y el AGUA?
¡Oh el agua!
Tiene un idioma único
habla cantadito
una melodía en las mañanas
al mediodía otra
y en las tardes
otra diferente
hay que escucharla no más
para saber qué dice.

Así es la vida en mi MAPU.
En la lógica occidental
cualquiera me diría eso se llama Sonido.
Pero desde que somos CHE
siempre fue así y será
ZVGUN.

(María Teresa Panchillo)






A las salmoneras de Futa Wapi Chilwe

Se apagaron
las velas de la ciudad
y se descolgaron de sus paredes
la gran dama... la muerte
mientras en el aire estallaron
una bala
dos balas
tres balas
y así
las playas de Chilwe
recibirán en su vientre
a los lobos marinos
más allá del sol
más allá de la luna
los otros deberán refugiarse
en el corazón indomable.

(Karla Guaquín)






Todos los ancianos
ya se han dormido
pero en mis sueños
hoy, yo los despierto.

(María Huenuñir Antihuala)






Atardecer en el río

Una garza blanca
desafía la tarde.
Su figura inmóvil
desborda el horizonte.
El último rayo de luz
huye sigiloso por el río.
La tierra respira hondo
para seguir viviendo.

(Maribel Mora Curriao)






Ruka

Aquí en medio de los fierros
crece la totora.

Crece, se empina
cual águila buscando su carne
en este bosque de polvo
sin miedo y con epew en los labios.

Aquí el círculo azul guarda su espíritu
y se aprecia la planicie gris de la ciudad.

Los choique vuelven a nidar
el pangue a su manada.
Nacen nuestros hijos.

Santiago de Chile
habitado por mapuche desde siempre.

Antiguamente el Mapocho sonreía
y la ruka descansaba en sus orillas.

(Eliana Pulquillanca Nahuelpán)






Kümedungun/Kümewirin. Antología poética de mujeres mapuche (siglos XX-XXI)
Maribel Mora Curriao y Fernanda Moraga García (editoras)
LOM Ediciones, 2016.

lunes, noviembre 28, 2022

Cuatro poemas de Augusto Carrasco

 🏠

Primero de secundaria - sección A

en 1992 era difícil
decir "presente"

"pasado" es una cosa que sucedió en 1992

«Por desgracia, solo hay una palabra en la mayoría de los idiomas para denotar la historia(1), (el conjunto de los hechos históricos) y la historia(2) (un conjunto de proposiciones históricas). Cualquier historia(2) es una reconstrucción cargada de teoría y de valor, de la historia(1)».*

"futuro"
esa idea que rumiábamos todos
mientras tarjábamos
los lápices

muertos de frío.

*LAKATOS, Irme. (1987) Historia de la ciencia y sus reconstrucciones racionales. Madrid: Editorial Tecnos S.A.






Galaxia

Los espíritus de la TV
transforman una cultura decadente
en Mumm-ra, el inmortal

millones de animales domesticados frente al tembloroso estambre
lejía de blanco sépalo construye democracia en sus venas

preñada digitalmente
la culpa
se elabora con oro, plata, cobre
& cartílagos
largos
como resaca de pituquito recién coloreado

egoístas
como el (los) beso(s) partido(s) del(a) amante bipolar
son los dogmas
de una fe que mueve montañas

particularmente la retama
se hace presente
a pesar del silencio transnacional.






Yanahuara

Te odia

aquello que te ama

piensa en ti

te piensa

hace sueños

hace meses

que te odia

te sueña

elabora una lista

de cosas

que te odian

te aman.






Spartium junceum

Facinerosos de la noche
y sus malas artes gilean

por trazar el gran plano de la columna vertebral
de aquí hacia allá (señalando con un dedo hacia arriba)
sus glóbulos blancos destrozaron un valle de eucaliptos y rosas

la soledad teje una talega de huaynos en el quiosco
recordando al hijo que fue brigadier escolar

en otros lugares del país las noticias son cremolada de mango
aquí, entre las costillas del terremoto, brota el arcoíris

crece hermosa agricultura de alveolos y poemas
exagerada torrente de amor amenaza

a través de quinientos años de zodiaco
sobrevive la criatura de totora

si me preguntas por la revolución
te diré que vuela, que se fue volando

su lenta raíz atraviesa la vía láctea
encuentra una vanguardia en el corazón de sagitario

nos queda pensar lejos
como el viento que planifica su tristeza sobre los cerros

en tu pecho se condensa el cariño
no permitas que la fiebre ponga a hervir esas nubes

ya te dije que los perros florecen
sin culpas florecen en la noche los perros

el mar (que mira desde la ventana)
brilla por su ausencia el mar
si tuviera que buscarlo
iría contento
con paso chévere y contando
-disimuladamente-
las monedas
que recogí del huerto de mi abuelo

no tengo suerte con el amor que ofrecen las discotecas
pero tengo un terrenito cerca de tu corazón
y un grafiti con tu nombre en la comisaría

y coloreo la distancia hacia tu complicado retablo de madera gastada
camino largo
como enredadera que sostiene el esqueleto de tu pueblo

ANTE PRIVATIZACIÓN DE LA GENERACIÓN ELÉCTRICA
EL 3 DE JUNIO DE 2002
EL FRENTE AMPLIO CÍVICO DE AREQUIPA
INICIA UNA HUELGA DE HAMBRE

para que germine el boxeador que llevas dentro
luciérnagas aletean sobre la partitura del desierto

parece que el mar entero se condensa
en las rojas malaguas de nuestra bandera salada

tiempos difíciles
los gatos exhiben sus medallas en los mercados
exhiben sin lujo
su colección de feriados

los mineros
con aquel brillo perforado en la cabeza
cantan
y la tuberculosis bebe los fuegos artificiales patrocinados por cualquier iglesia

y tarde muy tarde
el sol realiza un extraño color
que se curva hacia un acantilado
de doscientas millas submarinas

la represión estaciona tanques
sobre la falda de la chica de diecinueve años que buscaba a su padre
quedará su nombre en las calles como prueba de la lluvia

ahora ha salido una luna acaramelada
los ambulantes de la calle encienden sus naves con mucha prisa
el universo crece sin necesidad de democracia

caminas despacio y pensando hacia arriba
recordando al astronauta polifónico que vagaba por el barrio selvalegrino
si pudieras escribirle una canción
con el poco amor que recogiste de tu jardín, lejos de la mina

sin embargo te llama el aroma de las verduras limpias
la dieta simple de la mujer que sin promesas te cuida

compruebas que es de noche y el cabello como la economía se cae
entiendes que todo el cuerpo llora
y la digestión concentra el sueño en los viajeros que desean volver a casa
en la ruta familiar de la UH-6805 - Gráficos / San Luis / Gráficos

para despertar de esta pesadilla te pones tu disfraz de profeta
y das un aplauso (dando un aplauso)

BIENAVENTURADOS LOS INÉDITOS
PORQUE DE ELLOS SERÁ
EL REINO DE LA POESÍA

y en el final de los tiempos
yo le pido a usted que siga investigando
cómo plantear en este poema millones de días de lucha de clases

Qollari / Inkarri / Pachamama / Wiracocha /
alucinado cóndor / puma soberano / cautelosa serpiente

háblenme del poder
de aquello que anhelan las flores
cuando la mano del hombre las toca

ustedes que en sueños se elevan sobre el mundo
saben que el viento refleja siempre lo que somos

un niño y una niña tomados de la mano
sus pétalos amarillos

abren una puerta.






Augusto Carrasco
R.D.
Aletheia/El Pasto Verde Records, 2022.

martes, noviembre 01, 2022

Tres poemas de Gladys González

Encuadre

detener la mirada
y ver
por la ventana
del bus
una brizna de hierba
creciendo
en una canaleta blanca
de plástico

fijar esa imagen
y sentirse dichoso

un rayo de sol
y el viento leve
iluminan el encuadre





Confidencias

tengo por escritorio
el esqueleto de una cama de madera
duermo en un colchón viejo
sobre las tablas del piso
y despierto en las mañanas
con deseos de que el invierno
pase pronto
para recostarme en la playa
bajo el sol
con los ojos cerrados
sintiendo el calor de la brisa

esta semana
solo hubo dinero
para comprar leche en polvo
avena y café

esta semana
hubo tiempo
para mirar por horas
el mar golpeando el cemento de la costanera
a los perros ladrar a los autos
que cruzan la calle del hospital
para regresar
a la habitación que arriendo
y lavar un poco de ropa
ordenar el pequeño escritorio
junto al sonido de la gotera
cayendo en el tarro de pintura





Fuente de soda Chile

servilletas troqueladas
con la palabra bienvenidos
en una caja abollada
de lata roja
una máquina registradora
sin aceitar
las sandalias
de la mesera haitiana
en invierno
las monedas que caen
en el tarro del ciego
que canta
y toca la guitarra
con el rostro quemado
por el sol
la cadena hechiza del baño
la gotera
de la cañería
una toalla vieja
como trapero
seca el agua
que cae
sobre la baldosa

una carcajada
el olor de las frituras
como una nube
gris y pasajera
sobre los rostros concentrados
en el partido de fútbol
de provincia

el paño húmedo
sobre los espejos
que deja de memoria
una estela de hebras amarillas
una aldea y un huracán
en Ca-Ira

una pelea en la calle
una prostituta y un cliente ansioso

un traficante
y un auto que espera en la calle
con el motor encendido

una mujer cae de su silla
y se golpea la cabeza
con un cenicero
de concha de mar
lleno de colillas

un buzo
con el pómulo sangrante
carga un saco de malla
con juguetes
para venderlos en la feria

los privados
completos
y cerrados
con una cortina

un voluntario del Ejército de Salvación
pide donaciones para el albergue
mirando el futuro
de la imagen
de la fuente de soda
con distancia

una niña vendedora de flores
toma una gaseosa
un anciano
se la lleva de la mano
mientras todos observan
mordiéndose el labio
y mirando en el suelo
el reflejo de su raíz arrancada
hasta que se pierden
en el callejón

las luces
de los hoteles
se reflejan
sobre la vitrina
de la comida
de apariencia plástica

un perro duerme bajo la mesa

alguien deja unas monedas
de propina
sobre la barra





Gladys González
Pequeñas cosas. Poesía reunida (2004-2018)
Libros del Cardo, 2019

viernes, octubre 21, 2022

Tres poemas de Sebastián Díaz Barriga


A partir de MSP

a veces la vida
es algo así
como un automóvil sin motor
perdido en una calle
a punto de explotar

nadie sabe de dónde vino
o si se trata
     de un mensaje
del espacio exterior

un mensaje
que alguien
-como dios
o el cartero-
dejó para ti
(una mañana
de domingo)





El recuerdo de Bella se envuelve
sobre papel, es la cubierta de un bocadillo
para los días de trabajo

su cuerpo era el mejor truco de magia:
en vez de palomas o conejos
aparecía merengues
     y duraznos en almíbar
de sus hombros colgaba
     todo lo que el mundo
años más tarde,
me habría de quitar:
una enorme colección de canicas,
el reloj de colores que no marcaba la hora
las tardes en hamaca
     de cara al cielo
mientras las preocupaciones se proyectaban
en la vieja televisión de nadie,
porque permanecía sola
     sobre la sala
por pura costumbre,
(como para vencer al silencio
y también a la soledad).
muerta mi abuela
la televisión se apagó,
descolgaron hamacas,
cubrieron colchones,
la enterraron un martes.
fue entonces que descubrí el truco
y el artefacto de la vida;
el sombrero de doble fondo
-en donde mi abuela se perdió para siempre-
había dejado de funcionar
     cualquier tarde de agosto.
han pasado 33 años.
las palomas todavía me hacen llorar.





Sin separarnos más

soñé que la hija de Palito Ortega me amaba
en pretérito simple
en pretérito imperfecto
soñé que la hija de Palito Ortega me besaba
con su boca de insistente tabaco argentino
orgánico
anaranjado
cultivado por los trabajadores de Palito
en Río Toro
los que de día se pinchan
/e intoxican
manos y ojos
hasta el cansancio
/y unos pasos más adelante
los que de noche sueñan
con las piernas flaquitas de Rosario:
ese par de piernas
capaces de seducir
a toda la división tabacalera
de la provincia de Salta
(y unos pasos más adelante)
soñé que mi alma podía entrar
a través de sus incisivos
/centrales:
permanentes
superiores
soñé que Rosario me amaba
con la completa verbosa redondez de sus
palabras y boca
(que no es boca en donde anida
oscura
la palestra
sino boca
de quien ama
/lentamente
/levemente
sobre el tacto oculto
de los rincones y los días)





Sebastián Díaz Barriga
Nada del otro mundo
UNAM, 2022

sábado, octubre 01, 2022

Cuatro poemas de Alejandra Arreola

las redes
deben ser holgadas
porque las ramas pesan
los frutos pesan
y estamos cuidando
que no se rompan
incluso
hemos reforzado con lazos
las ramas que cargan
las flores más gruesas

se nos ha ido el día
haciendo amarres
en contradecir
lo que reclama
la tierra






reconocer la tristeza
en plantas y flores
es fundamental,
reconocer
la hoja triste;
reconocer la tristeza
en las plantas
es la única forma de saber
si falta sol o sobra el agua
entre las medallas rastreras
es necesario
reconocer la tristeza

la obscenidad del mundo:
las imágenes muestran
demasiado júbilo






la belleza es aterradora
y te arrojas a ella
diafragma más profundo

me sigue al baño
sin hablar
ah
i feel love
riffs de wah wahs
i feel love
staccatto
i feel love
platillos motorik
i feel love
baterías zoom-pah-ah
i
      feel
                    love






tatuado en el brazo izquierdo
un payaso
tirándose un pedo
un payaso
tirándose
del noveno piso

algo
sin sentido

los payasos
soñamos con gas caliente
calor
el circo vacío
brazos entumidos
de dar aplausos
a perritos de globo
con globos en las nalgas
y nalgas que estallan

los payasos
saltamos del edificio






Alejandra Arreola
Nombre de fantasía
Herring Publishers, 2021

miércoles, septiembre 28, 2022

Tres poemas de Elena Anníbali


prueba del alce llaman a un test de seguridad en el que
vehículos maniobran en un zig zag furioso emulando
situaciones peligrosas: aparición
de animales grandes o pequeños
en ruta, osos fantasmales,
ciertos pájaros de ojos luminiscentes,
espíritus
de los caminos, árboles
que caen por rayos

en el movimiento, los autos, sobre todo
aquellos de gran porte, deben mantener
el equilibrio de, al menos,
dos ruedas: si el conductor
es inhábil o el alce se
espanta y sale corriendo
hacia el auto,
todos mueren
si el alce queda quieto, pero
el conductor enloquece, viendo
en sus ojos, algo que no ha
visto nadie, salvo
el espíritu de las carreteras,
todos mueren

si el conductor, en cambio,
atropella al alce, y el alce
muere, su espíritu
entra en el cuerpo del conductor
para, definitivamente,
hacer derrapar al vehículo
en un vuelo insólito
inacabable, en el que
el tiempo se retuerce
sobre el tiempo y
todos mueren





en Resistencia, gendarmes en el aeropuerto
en la calle, en
el hotel, me rozan
la espalda, me piden
identificación, tarjeta
verde, razones
para estar allí

en la ruta, gendarmes en la ruta
por qué, cuándo,
una mancha de aceite
en el cielo, en
la estación de servicio gendarmes

retiro mis chicles, cigarrillos
aunque no fume, café
para hacer tiempo
me miran
me preguntan: acá,
una mujer sola, ¿por qué?
estoy aterrada de
mi tiempo estoy aterrada
de mi especie

salgo afuera encandilada:
la mancha de aceite
ha caído, los ojos
de los gendarmes
brillan

brillan





estamos de vacaciones, y sin embargo nada
ha cesado: tenemos hambre, sed,
tristeza, cualquier elemento
la puede despertar

fuimos al mar helado en Madryn, la sal,
el sol portentoso, la familia Kanter
y su extraña forma de socializar;
unos lazos de convivencia
anticuados, eficientes,
y desde allí Altares
no paramos

nos reconocíamos
con los otros viajeros
en la piel ardida, la sed,
la mirada huidiza de los que quieren
verse, hablarse, calcular
los kilómetros recorridos
por la cantidad de barro
en las llantas
por el apuro en llegar, el cansancio
de los chicos en las butacas
traseras, sudorosos,
mamaderas de Coca-Cola
agua con hielo, leche
hedionda

nadie dice, todos
diligentes, llenando
los tanques, mirando
el vibrato del sol
afantasmando las rutas
el eco
de los precipicios
en los huesitos
la ardiente vegetación





Elena Anníbali
El viaje
Salta el Pez Ediciones, 2022

miércoles, septiembre 14, 2022

Cuatro poemas de Draupadí de Mora

echados en la arena
contemplamos la vejez en cueros
algunos tienen parejas jóvenes
con hilos dentales
otras
se enfrentan al mar
con la sola fiereza de sus brazos flácidos
parecen cascarillas de nuez
azotadas por el oleaje

una viejita lucha por entrar al mar
el agua la arroja playa adentro
me distrae el vuelo de un pájaro
cuando miro
cruzó la frontera de las olas
y es apenas un punto oscuro     a lo lejos





recuerdo
interiores de casas
señoras recostadas en hamacas
calor y mosquitos
bardas de tecorral
mujeres que abrazan con olor a humo

el suelo es de tierra pisada
hay un pastel blanco sobre la mesa
habitaciones oscuras
pocas ventanas
la gente me parece demasiado seria
o melancólica

hace frío en las casas llenas de plantas
junto al río
o la barranca





recuerdo
de niña escribía
para mi madre para las tías
a mi hermana nunca le escribí nada
a papá tampoco
escribía a prisa entre el claxon y el café
sobre perros
tortugas
cumpleaños de abuelas

un día murió la más gorda de las perras
la más perra gris de todas
ese poema     al fin     nos incluía a todos
deseaba que estuviésemos muertos
como ella

fue la única vez que escribí
poesía comprometida





recuerdo
los mapas de national geographic
brillantes
incomprensibles
áfrica era café
américa verde
europa amarilla

si los desdoblabas
no los volvías a doblar
jamás





Draupadí de Mora
Obeliscos
Dharma Books, 2021

miércoles, septiembre 07, 2022

Cuatro poemas de Roger Santiváñez

Tinta mojada

Poema 4

Perfecto asolador dentro de la música
Estás soñando, guitarrista
Dejaste tu sonrisa en una hipodérmica
Rasgueo infinito de adicto, susurro,
Pasos silenciosos pavorosos de seguir
O cruzar las orillas
Tus manos de enebro circulan y suenan

Pocos descubren en noches inertes
Al salvaje violeta cabello de muchacha
Arrastrando las horas en tu amplio jardín
De quietud irreversible oh muerte

Perfecto asolador
Llegó hasta tu sombra
La cálida y triste
Última canción de una aguja
Hacedor silencioso y vago, de bares invisibles
Tocando en el fondo, enloquecido y único,
En la forma de tu guitarra acariciaste
El sacrificio, amargo





Poema 5

He organizado mi soledad
De tal manera
Que ni la hierba

Claire:
Me sucedió tu cuerpo
Me sucedió tu visita
Siempre por sobre los acantilados
Y no recuerdo la oscuridad
La bella oscuridad
Que aún nos propusimos
Ser mudos, incoherentes
Tomar las hojas muertas
No fue un sueño

Qué poco estuvo tu cintura
Acariciada por la sombra
Nos acercamos al silencio
Sin entender los senderos en los parques
--otra vez los dibujos de un jardinero--
Claire, mis juguetes
El fucsia de tu chompa,
No hubimos de hacer caso a los semáforos





Tinta seca

Poema 2

Mi primo se casó
Y en sus ojos el sabor del alcohol,
Su cuarto todavía huele a amor
A muchacha desnuda.
La cama no habla
Y mi primo fuma un cigarro
Un corazón crespo
Sobre la noche
Y en el vientre de las minas
Mi primo busca una muchacha,
Como en el tiempo del verano
Las avenidas y la soledad de
Los night-clubs
Sabor de limón, baile caliente.
Ha venido cierta gente al matrimonio
Pero él no comprende
Qué hace aquí esa turba,
Efectivamente solo quieren mirarlo
Y observar el peinado de la novia.
La noche es etílica, los cisnes de plástico.
Ninguna muchacha
Cerebro dónde te vas
Mi primo dice
Que se va a quedar calvo





Poema 4

Los aviones en la pista del aeropuerto
Van soñando los senos de la más
Hermosa flight hostess
He llegado al aeropuerto y no
Supe quién era yo entre las lunas
Los vidrios más rotos que hube de amar
Para llegar al aeropuerto
Es fácil estar en hierba
Porque el viento que a algunos
Poetas jode y a otros no, a mí
Me da frío simplemente
O me place sentirlo en setiembre
Llegar al final de la fiesta
Es lo que siempre escribo en mis
Poemas y la soledad de las
Noches las voy arreglando con
Dibujos para muchachas pitos
Esperar en el aeropuerto cansa
Y las horas caben en un avión
Que nunca empieza a cantar
Permaneciendo desnudo y frágil
Con mil posibilidades de desolación
Pero los aviones son corazón
Y también otros brazos en mis brazos
Unas horas de alegría, un altoparlante,
Pistas más amplias, una voz estereotipada





Roger Santiváñez
Something going
Personaje Secundario, 2020

jueves, septiembre 01, 2022

Cuatro poemas de Tania Carrera

2012

Vi la muerte en la carretera,
esa misma noche me visitó en un sueño
y en un sueño decidí llevarme a toda la familia,
descendencia incluida, como parca.
Fue una imaginación piadosa
pero nunca se la conté a mi madre en la infancia.

Mi madre y yo sabemos que si en el autobús ponen 2012,
protagonizada por John Cusack,
el camino va a ser largo.
Bloqueos en la caseta, un gran accidente,
qué sé yo.
180 minutos en lugar de 120, mínimo.
Imagínate además que esto sucede aún en el 2018.

El chiste es morir todos al mismo tiempo.
Lo más cercano al paraíso.
Si la película va a negros,
hemos de regresar a nuestras cavidades.
Así se devastó el imposible,
para ingresar la cinta y reproducir
                                                       la muerte.

El presente es como 2012,
un argumento mediocre con una producción monumental.
Un chiste malo y muy largo del que fingimos reírnos
para no llorar en la oficina.





Espectros

Se me apareció el zodiaco una noche
al cambiar la posición de la cama.
Una simple rotación
y se abrió el espacio,
tanto que llegó un sueño protegido.
Se recostaron junto a mí los animales,
y el fuego y el agua;
y adentro del adentro, el aire
jugaba con el silencio.
Mi cuerpo sembrado en la planta alta de un minúsculo
hogar.

No sé nada sobre los símbolos,
pero me oriento al detenerme a organizar mis cosas.
La gravedad es absoluta.
Como un perrito giro y concilio,
finjo creer en otras fuerzas, me arrullo
para rendirme con estilo.





Patitos

Aquí va otra piedra desde la orilla.
A ver si rasura el agua
                                                           una vez,
tal vez,
y luego se hunde.
Apenas una lápida,
se perderá a pocos metros.
Lanzo una piedra.
En el espejo una piedra
es una masa definitiva:
el lastre de los estancado,
el arrojo
                                                           otra vez
¿y qué?
También se hunde.

Y viene la fantasía de la flecha:
ha caído en el centro,
el centro de su único blanco
porque en el fondo una piedra
es el peso de un solo puño.

Una piedra hacia el más allá
donde crece la lama que no me toca.
Y mientras se está yendo:
si el ángulo es correcto,
si el viento afecta las probabilidades,
si el temblor de mi brazo no definió la trayectoria,
si la piedra es ovalada o circular,
si la piedra tenía que ser ovalada o circular,
si lo que acabo de lanzar es un tabique,
si desconozco el mito,
si continúo desconociendo el mito,
si, a pesar de arrojarme, nunca conoceré el mito,
que me garantice
que mi piedra rasurará el agua
                                                           una vez
                                                                              y dos,
tal vez,
porque si llega a tres
ya sería demasiado.





La formación (fragmentos)

Si te enfermas de saber muy chico
te crecen desiguales los significados.

A medio proceso, la intemperie
te tuerce la boca.
Ni para atrás ni para delante:
hecho bocado,
palabras rengas, dichos,
bolo vagido, bolo,
lengua larga.

Si te enfermas de un saber muy chico: pantomima.
Pura rima brilla en la cáscara.
Verbo mimado,
pasitos tiernos en suela blanda
y hasta la tumba vuelta
y vuelta en el espejito pulido, idiota.

No quiero decirlo,
pero te lo dije:
que te iban a salir chuecos,
unos más largo que el otro,
otro muy pálido,
la mayoría para dentro.

*

La palabra formación
en esta escuela
significa tomar distancia.





Tania Carrera
Gruta
Herring Publishers, 2022

miércoles, agosto 24, 2022

Diez poemas de Beatriz Vignoli

3 a. m.

Lavaderos automáticos desiertos
donde son siempre las tres de la mañana.
Bajo el zumbido del tubo fluorescente
el viejo sereno de la funeraria
dormita en la silla.
Afiches desgarrados.
En la vidriera, los maniquíes quietos,
en cartulinas los precios de las telas.
Un perro silencioso como un hombre
husmea en la basura.
Sobre las franjas negras y amarillas
del estacionamiento
alguien ha escrito, con aerosol,
un nombre.





Los tipitos del Messenger

a Robyn Hitchcock

El frío nos convierte en cosas azules;
cosas un poco redondas, cosas pensativas, cosas grises.

Perlas de colores en una propaganda de shampú,
un soldadito perdido en el jardín, dos muñecos que giran.

Empezamos anotando frases en papelitos
y así seguimos, la mano más vacilante que antes.

¿Qué te hace pensar que el tiempo está derrotándose?
¿Cómo serías si no pensaras así?

En algún lugar del mundo hay un pedazo de luz que es mío.
A veces lo recuerdo; a veces me lo encuentro.





Mersault

No mataré por agua.
No beberé tan caro.

O sí, mataré al guardia.
Tiraré de los pétalos
de esta flor de plomo.

Me deberé la vida.
Matarlo. Él o yo.
¿Hay diferencia?

Yo tiraré. Y dirán:
"Ahí va el animal,
el que mató por sed".

No tiraré. Y dirán:
"Así murió el cobarde,
por compasión suicida".

No tiraré.
Seré el más despreciado.

O tiraré.
Seré yo el que desprecia.

Mas no me gustará poder beber.
Será un agua de muerte. Nadie vuelve
de esta tristeza.





Paris, Texas

El padre mira
su reflejo en el vidrio:
toda la luz que cae
fuera de su sombra
no es su imagen,
no es su hijo,
no es la sombra del pelo de su hijo
que está detrás del vidrio
jugando a que no existe:
—¡Mira, papá,
no existo! y si viajara
más rápido que la velocidad de la luz
tu mirada no me alcanzaría nunca
y yo sería
entonces
como una estrella que está fuera del espacio
—dice
el hijo—
como una estrella que está fuera del espacio.





Surf

Te has sentado en la esquina
donde alguien puso mesas,
sillas de plástico.

Necesitabas ver toda esta luz.
Hubieras sido un pintor impresionista
de nacer en otro siglo, en otra clase.

Te gusta mirar a los skaters,
esos surfistas de tierra que pasan con luz verde
y logran que parezca un océano de asfalto.

Estás solo. Desde que volviste de allá, andas solo.
Vas por fuera del mundo como un ángel,
vos, que mataste.





Vikingos en el bingo

Denegado nos estaba el acceso a lo real,
toda crisis era interna, todo cambio era mental.
Mas la mano hizo contacto con el mundo: ¡un continente,
un continente nuevo descubrimos!
Hartos de la mezquina clemencia impasible del azar
agarramos y empezamos a agarrar, a agarrar, a agarrar...
¡Tengamos, hermanos, tengamos! ¡A saquear!
¡La representación ha muerto! ¡Viva la voluntad!
Si quieren figuritas,
¡que nos filmen y fricen las imágenes!





Monólogo de la gringa

Con desprecio se mira a quien se aferra a lo suyo:
la paz de la llanura, el animal que engorda,
la piala que lo tiene a su pesar.

Es tan grande el deseo de perderlo todo,
ser el autito blanco en la tsunami,
ser parte de algo inmenso.

Con desprecio me miran: no creo en la catástrofe,
vuelvo sobre la traza del edificio antiguo,
pongo un ladrillo nuevo en el hueco de tierra

que dejó el anterior. Reconstruyo en la ruina,
rehago la tapera. Recupero el trazado.
Con desprecio me miran, ellos los del abismo

desde la vastedad de la devastación.
Nómades de la ola, cómo aman la muerte,
el prestigio del mal. Pero no hay viento,

les digo yo. No hay viento.
La vida no es tan larga.
El lobo no vendrá.





Popper

Se la dimos al que nos la chupaba,
pagamos la caricia de su lengua.
Un videogame de carne,
un hoyo prieto más donde abrigarse.
La ponemos ahí donde podemos.
Una boca sin nombre,
tan llena que no juzga.
De rodillas bebió el aire de otro mundo.
La escena es la del rancho de campaña:
tres hombres solos y alrededor el viento.
Tres hombres solos y alrededor el viento,
esa paliza eterna sin culpable,
ese grito sin cuerpo.
Acabamos los cuatro,
cada uno en su espejo.
Una boca sin nombre.
No preguntamos ni nos importó.





Liso Santa Fe

Ah, cuando éramos jóvenes y pobres,
sentados a la orilla del tiempo como indios pescadores
pasábamos la vida buscando una cerveza
y otra vida tomándola.

Andábamos de noche, componíamos
versos en el teléfono.
Veíamos poesía en todas partes:
en la zarpa de oso de la retroexcavadora
en pleno bulevar,
en los carteles: "Liso a 5 pesos".
Todo nos bendecía y nos amaba.

Luchamos ahora contra nuestros nervios
que antes nos sostenían
y ya se han vuelto extraños.
Corremos con el tiempo sin alcanzarlo nunca
mientras los nuevos indios pescadores
sentados en su orilla, ven poesía
en la forma que han tomado nuestros brazos
cansados de rodar.





Bella Vista, enero de 2016

Clubes de barrio, flores atigradas
abiertas a la edad acumulada del verano;
yo que vine a este mundo para ver este mismo atardecer
no quedaré en el gris de los ojos del husky
ni en ese cielo por el que me deslizo hacia todo el olvido.

No quedará nada de esta felicidad
que ya recuerdo, como si ya se hubiese ido.





Beatriz Vignoli
Viernes. Poesía reunida (1979-2021)
Ediciones Nebliplateada, 2022.

domingo, agosto 14, 2022

Cuatro poemas de Leandro Llull

Cazador de elefantes

En una carta de 1882,
Rimbaud le preguntó a un tal Monsieur Device
si existían armas para cazar elefantes,
y le solicitó que le enviara apenas pudiese
dos como prueba y, más tarde, una docena.
También le pedía datos sobre el calibre,
las balas, los venenos.
Tras leerla me dije que yo jamás podría
matar a esa montaña gris,
cortar el pergamino de su piel
o traficar con sus colmillos.
Prefiero el desmalezamiento,
esa tarea de la vida y de su socia, la muerte.
Nada más es cuestión de esperar
a que el destino común de los huesos se cumpla
y la carne sea polvo en los caminos.





Huesos

¿Te acordás del monstruo
que unos pibes encontraron
cerca de la rompiente y las aguas vivas?
Ardía negro y perlado un palo
señalando aquel hallazgo y la gente
se amontonaba para verlo.
Pero solamente había una marca,
la intriga y la sorpresa soportando
el embate de la espuma.
Un hueso, dijiste. Un fósil
de alguna criatura milenaria
en la orilla del mar. Blando,
efervescente, irradiaba su latido
y rodeaba con un pecho de medusa
los maravillados años
igual que la sal sobre la piel
cuando nos quedamos encallados
a secarnos en la arena.





Números

Con la luz apagada y una pata menos en los lentes
mi vieja saca cuentas para ganarle a la inflación.
Tengo cinco años, el mundo
es una cocina oscura y una mujer
tentando que las cosas entren en sus números.
Las cifras se ocupan de la impotencia y de la falta
y ella pega tickets, hace sumas
en los márgenes, glosa y adjunta las notas
garabateadas en retazos.
Siendo una de esas bocas destinadas
a salvarse por la maravilla del guarismo,
empiezo a entender que las verdades
son un pequeño tajo de sol
en la habitación ensombrecida
donde una mujer se desvive
para que la matemática sea,
como Descartes quiso,
un arma que descompone,
y al final, nos une.





Holydays

Cierro los ojos. Las cotorras gritan,
el aire peina la enramada;
hay pasos de niños sobre la tierra,
y tacuaras piando, benteveos, jilgueros,
palomas. Un auto ruge a lo lejos;
el crepitar de las brasas, el búho;
notas blancas crecidas junto al heladero.
El tiempo, el espacio quedan sometidos.
Acaricio lo eterno de las duraciones
y pruebo el vacío de no saber
dónde está el principio, dónde el final.
Abro los ojos. El sol me ordena,
la luz esculpe su mensaje
al otro lado, sobre los pinos.





Leandro Llull
La vida sin centro
Salta el Pez Ediciones,  2022.

lunes, agosto 01, 2022

Tres poemas de Mirko Lauer

Latas

Ya son un peligro las pasas secas de los panetones
                          Del 2017.
Estas latas las podría abrir si no mirara tanto
Las fechas de vencimiento.
Hay normas para todo esto:
Hallazgos lozanos en enero pueden presentar
Tóxicos colores en julio,
Sorpresa de gusanos en agosto,
Un diciembre de violentos venenos.
Engañosas, irresponsables, peligrosas
                          Bombas gastronómicas.





Eludir el espléndido ceramio

Su arte alegra la vista, en minucioso detalle.
Pero aun así no se deja conocer.
Verdugos y víctimas igual de locos
Detrás del vidrio. En unos minutos
El hombre hará la oferta. La veo venir,
Adornada con explicaciones.
Mi mirada exageradamente fija
Es una endecha por todos esos cuerpos
Mortalmente blandos y calatos.

Su dudoso argumento de venta
Es señalarme cuántas manos amputadas
Y atadas en macabros racimos hay,
Sus dedos reventados como flores.
Ante eso solo puedo responder
Que piezas excepcionales como esta
A menudo pueden ser falsificaciones.
El hombre contraataca como un verdugo:
Más detalles sobre la escena.

La vitrina charolada disimula, un poco,
Las atrocidades de esta violenta cultura.
Pero los alaridos de la masacre
Serán más evidentes e incómodos
Apenas el precio aparezca sobre la mesa.
Voy a decir: ¿Por qué ese salvajismo?
¿Por qué en tantos desentierros aparecen
Las osamentas de 29 perros?

Ya sé que la venta está a punto de naufragar.
El hombre fracasa cuando me pregunto
Si a esta edad necesito otro ceramio
Costoso como un traje de Savile Row
Para salir a tomar prisioneros modernos.
Además ya puedo oír las cóncavas voces
De los celosos amigos conocedores:
Huacos como este hay miles,
                       ¿Cuánto le has pagado?





Tiresias

Estamos a un tamalito de pollo
De un tenebroso universo paralelo.
Las dos arqueólogas logran prender los aceites
Colocados para recibir a los visitantes,
                  Que ahora son ellas.
Han venido a desvestirla y bautizarla
Para su nueva vida.
Al final se quedan con momia Elena.
                  Su nombre de artista.

                  No se le ve vieja ni saqueada,
Y eso es lo más interesante.
Por siglos a su aposento
Solo han entrado los ladrones.
Casa en el tiempo (como en casa en el aire).
Dejaron poco: unas canastas de picnic,
                             O eso parecen,
Y un tazón colmado de ceniza.

                  Extrañamente no hay oro.
Le chorrean por todas partes
Pesadas escamas de una tristeza reseca.
Los huesos son de color galleta
Tostada por el tiempo.
Despide el olor de las flores secas,
Que hacen un largo cojín debajo de ella.
El frugal vestido de una pieza
Sugiere mucho, todo inexplicable.

Por alguna razón las arqueólogas
Prefieren trasladarla desnuda al museo,
Donde la esperan otro aposento y los forenses.
De los músculos quedan las nalgas
Delgadas y alargadas como dos dientes de ajo.
No hay tetas por ninguna parte.
Desvestida resultó ser un hombre, más flaco
De lo que la ropa sugería.
Por el correoso pergamino que fue una espalda,
Diminutas viñetas de cangrejos azules,
Fácil escarabajos egipcios.
Las arqueólogas discuten: sacerdotisa, brujo.
Poco después aparecen los fotógrafos.





Mirko Lauer
Las arqueólogas
Álbum del Universo Bakterial, 2021.

lunes, julio 25, 2022

Tres poemas de Valeria Román Marroquín


panfleto #2

verás, el hambre
es un régimen de rigor,
          ¿qué clase de poemas eres capaz
                    de escribir sabiendo eso?
innecesariamente largos,
          pretenciosos
vacíos entre palabra y palabra
          pura estética excremental

no puedes alimentar a nadie
          con palabras brillantes

un objeto así de bello
no es posible de comer,
          hiere el músculo
          muelas y encías sangran
          ¿dime qué clase de poemas
puedes escribir sabiendo eso?

ninguno cuando digo que
el hambre es un régimen de rigor:
           no hay cuerpo que se contente
entregado a la regla de la escasez
          y aguante

no hay cuerpo
          que resista sin revancha,
la carne no desaparece así nomás
          como desaparecen
salivando
sin apetito
tus maravillosos poemas fragantes

verás,
a quienes desaparecen en el régimen
          del hambre
los verás,
regresando a sentarse
          en el mismo sitio
          de la misma mesa
          —verás, algún día—
y comerán, no col ni res,

pero comerán






panfleto #3

yo sé lo que es pasar hambre
te dicen
en el abasto
en el primer horario
          del turno nocturno
en el seguro
en las colas
en los bancos
cuando cobras el cheque
cuando pagas el boleto
cuando no hay sistema para pasar la tarjeta
                    si tuviese efectivo por favor gracias
cuando se dispara el cambio
cuando hay un préstamo pre-aprobado
                    con un delicioso jugoso irresistible
                              interés
cuando el trabajo congelado acumulado
cuando la capacidad burocrática colapsa
cuando pesas la cebolla las papayas el pimiento
cuando trasnoche enciendes el televisor
cuando estás a punto de abrir la boca
          —asomados incisivos en dudoso estado,
un hilo de saliva se tensa se rompe—
y vas a responder

yo sé lo que es pasar hambre

te dicen
levantando entrenado el índice
todos
todo el tiempo
en todo momento

y pasan de largo






ana contra la totalidad social

aburrida de la tradición,
propongo una teoría capaz
            de cubrir hasta el mínimo
pliegue de la totalidad social:

no sentí el pesar de la historia
hasta que me sorprendió
hacia el umbral del descanso
            una segunda jornada laboral
extendida y sin bostezos /
a tajos mi salario se reduce:
remojar los garbanzos
            descongelar la res.

este es un hecho de la realidad.

expuestos al hervor
los granos rebalsan.
se agrupa la espuma.

a la luz
de estos acontecimientos,
la pura teoría
            quema con burla
mis dedos ampollados.

otro hecho de la pura realidad:

los garbanzos los aderezo
            a fuego lento dejo
que agarren el sabor de todo lo demás
con orgullo en la mejor
            olla que podía heredar
—generaciones de mujeres
            con los dedos ampollados
por las estructuras metodológicas
            de las disciplinas—

            replegadas las categorías,
            mis garbanzos se posponen
en la totalidad social:
desechada en el gueto
—gueto rebalsado rebosado milenario /
            pliegue de longitudes visibles—
de la poesía                        /de mujeres/
y los cuidados                   /de mujeres/
me dicen
            a la luz de este proyecto
que no hay objeto más soso
que el objeto histérico de la historia
                      ¡queremos novedad!

             los tiempos son otros
             los estatutos son otros
y sin embargo,
la jornada sigue estirándose:
uno tras otro, rebalsando
hechos materiales de la realidad.
y sin embargo
            más bien mas no
            por el contrario,
parece ser cierto que nadie
quiere escuchar a una mujer
            quejarse de los pilares de la teoría
mucho menos pensar en la belleza devastadora
            de un buen plato de garbanzos
            carbonizados






Valeria Román Marroquín
ana c. buena
La Balanza Taller Editorial, 2021.

jueves, julio 21, 2022

Tres poemas de Odi Gonzales

Papas

I. Arariwa

el guardián de los cultivos
el que ahuyenta
                        con insultos
a las plagas
a las heladas

            ¡caminen, potrosos, caminen!

inicia el escarbe llamando
          con dulzura
al espíritu de las papas:

                   ven wayro, ven kompis, ven
                               mariva
                   acércate
                   ojo azul

(el bernaquito
/gusano blanco de la papa/
         se irrita:

                   no fastidies, haragán,

                   ve siquiera

                   a espantar moscas
                   del excremento
                   de tu madre!)



II. El harapiento chikchi / demonio del granizado

                      -con su daga
                       de hielo

                       así y asá

en un costal de lana
            atrapó
al espíritu de la papa:

                                 -rabona, puta paridera diciendo
                                             la llevó
                                  a rastras
                                a su casa de hielo

                                 -dicen que la tiene cautiva
                                   dentro de una chomba
                                     de barro:

                                                   -¿me deseas
                                                        me espías, demonio,

                                                        por los boquetes
                                                        de tu arpa?

                                 -en cuanto llegue
                                  la época de maduración
                                  la soltará
                                  en flor



III. Cosecha

las papas gigantes
con pequeñas papitas
adheridas a la espalda

son hembras son

madres cargando
  a sus críos

-haku, mamay,
 puririsun



IV. Maway / la madre papa *

dicen que la papa es mujer y su madre
también es mujer: vive
en Santo Roma

la papa aquí
es sólo su retoño

cuando la desperdician o pisotean
se resiente

              me hacen cagar con sus wawas, me caga
              la gallina, me come
              el cuy
                         diciendo
              se había ido

en eso que desapareció y
hubo hambruna

un ratoncito con 7 hijos
le suplicó:

                  regresa, madre,
                  qué les voy a dar de comer
                  así hartos son mis hijos

de ese modo volvió
                                 si no
no la hubiéramos visto más

  por eso
cuando la estimamos, también ella
nos estima

* Ñoqanchis runakuna. Nosotros los humanos / traducción libre del autor.







Su mal fue transferido a un cuy negro / Sesión

con dulces
                  con engaños

con miel de caña
y golosinas

mostrándole a ratos
el pecho materno

hicimos
regresar

del más allá

el ánimo
de un niño

con mal
de susto

ven almita, vuelve
a tu cuerpo
                   diciendo

de cerca
le laceamos
con soguillas

con serpentinas
de carnaval

-¿y ahora?

¡te agarramos o no
enano pampapiano!







Benito

A estas alturas
no debe quedarme ya
un solo pecado
señor

Dios Padre
fue muy severo
conmigo y sigue
por momentos
                        peor

A cada acto pecaminoso
a la menor insinuación
de maldad o de reposo
de inmediato Él
me hace pagar
                        caro

Una vida de expiación
ésa fue la mía,
                        señor:
a pecado cometido
castigo inmediato

Sueño no obstante
clamo y golpeo
                         aquí
en el atrio, señor

Y sacando mis cuentas
             a ver
aunque débil y tullido
sin fieles sin anda
con tejidos envuelto
Y sólo con fe
con profunda fe
                           insisto:

ya debo ser santo
o mártir
              mínimo
oh señor







Odi Gonzales
Valle Sagrado/Almas en Pena
Santo Oficio, 2008.

jueves, julio 14, 2022

Cuatro poemas de Roxana Crisólogo Correa


Los que llegaron a vender hongos
saben que aquí el tiempo y la luz
                                       son efímeros
por eso se apuran en ofrecer sus mercancías     desenfundan
            afilan sus manos
también yo debo apurarme antes de que la luz levante sus carpas
y el horizonte se hunda en la profundidad de la iglesia de piedra

No sé si el precio de los hongos es el más justo
ni cuestiono la autenticidad de lo que los vietnamitas venden
Me fijo en sus manos que utilizan como tijeras
y de las que desprendo sílabas     sonoridades
            que medito
antes de decidirme por un puñado de colores
y la seguridad de la pequeña que repite lo que digo
y con una mano se hace de un balde de hongos
                                       que parecen respirar

Me han dicho que evite practicar mi mal finés con los vietnamitas
se la pasan recogiendo hongos     en verano se apoderan de las fresas
            ahora la oscuridad

Nadie entiende mi miedo a la falta de luz
saberlo todo
            entenderlo todo
no me asegura que sabré distinguir lo venenoso de lo comestible

            Me conformo con el dulce acento de los vietnamitas
que ofrecen un mejor precio si me animo a comprar toda la bolsa

¿Qué si se congelan los hongos?              Por supuesto
                        aquí todo se congela





Me gustaría ir sobre una Vespa
pero me topé con Austen
                        5 años
                        sin pasaporte
                        una familia que alimentar

Yo quería olvidar sobre la Vespa que llegué aquí
para escribir la historia de Austen
sin tener que cruzar una frontera
pensar en las palabras de Austen
imaginar a Austen
sacarle de los ojos las miradas que varó el mar

Quería volar como todos los que vuelan despreocupados
sobre la suavidad del sol
perderme sobre una Vespa
virar en callecitas escurridizas
como la desmemoria

Le llaman bella a la mujer que escribe
yo me llamo algo más humano
pero me guardo mis palabras

La aguafiestas     sí
vengo a llenarles de preguntas que el Sol embarra de aceite
para broncear

No
no es el momento me dicen
                                    Toma la ruta del sol
cierra los ojos     siente     enciende la Vespa
y vuela sobre las colinas camino a Taormina
Mira los suaves dedos de las piedras
aferrados a una profundidad turquesa

luminosos pececillos que el mar arrastra





Un pan con palta que mi madre deja sobre la mesa
es todo lo que ella puede hacer por mí

Mi piel mi cabello se mantendrán jóvenes
mis ideas cristalinas y audaces
mis palabras en su nivel de aceite

Te agradezco por el pan con palta
de cada día
en el desayuno

me enseñaste que la inspiración
está en lo nutricio y terrenal





Una conversación
sobre la leche de cabra y la leche de vaca

de madrugada

cuando nadie escucha
cuando nadie piensa
cuando los olores cavan su escondite a la sombra

Los dedos matan el tiempo cambiando el dial de la radio
buscando sacar manchas
como en el comercial

Un instante de felicidad
para que cuando amanezca
nadie escuche ni huela
nadie intente excavar

la soledad del vaso

En la madrugada
tomar leche de vaca
porque dormir es quedar en blanco
con el estómago vacío
es un estilo de vida

Te remonta a un mundo sin vacas ni cabras
Te remonta al mundo

Cuando nadie piensa que esto en realidad es un desierto
Mi amiga que también sufre de intolerancia a la lactosa
me confesó que tiene el mismo sueño
sin vacas ni cabras
sin leche ni luz

Cuando nadie escucha
Cuando todos duermen
Cuando nadie quiere saber a dónde va a parar
Tanto dinero
Tanto trabajo

Cabras y vacas
devorándose el aire

la proteína
la mala leche





Roxana Crisólogo Correa
Kauneus (la belleza)
Intermezzo Tropical, 2021.

jueves, julio 07, 2022

Tres poemas de José Carlos Yrigoyen

Muerte, resurrección y muerte de Tony Duvert (fragmentos)

[4]

En mi banquete de celebración arrojé las viandas contra la pared
y al anciano presidente del jurado lo agredí de obra y de palabra,
antes de ser encerrado en el cuarto de los abrigos, sedado por un especialista.
Luego me atacaron los idiotas literarios y los novelistas afeminados
a quienes la fortuna terminará catalogando como una ilusión óptica.
Compartiremos ese destino. Pues cuando salgo por la puerta trasera
hacia el patio donde puedo ver la puntiaguda iglesia de Thoré-La-Rochette
ya no temo que la luz celeste infunda a los árboles forma de bestia,
sino que ese tenue fulgor me vuelva alegoría nunca pronunciada,
que jamás me compense con el no ser y sus bien estipulados límites.
Soy un desperdicio de tiempo. Confieso que cada amanecer me sobresalta
como una llamada anónima. Sobre la cama me consuelo pensando
en la temporada de juegos que pasé con Serge, según las crónicas
muerto por una sobredosis a los 20 años. La Brigada de Menores
no me encontrará aquí. Quizá solo un crítico regional en la plaza
me reconozca y diga: allá va Tony Duvert, ese escritor infumable.


[6]

(Queridas madres) (No podrán decir que prefieren
a su hijo muerto a que esté a solas conmigo) Sonido de gong.
Dentro de la perspectiva planteada soy la resurrección,
el suelo frío donde dormir en verano, los recuerdos familiares
que desaparecieron entre la basura, libros para pintar
que pueden ser utilizados en más de una oportunidad,
una pesada carpa militar que no figura en los inventarios,
un montón de células que crecen y crecen en la frente de mi amiga,
absortas en su propia gramática, en su arquitectura ponzoñosa,
una moto que se le echa encima a una manifestación
encabezada por ustedes, que embiste, que muerde y desangra,
nuestra deuda con los gusanos, con el monopolio de la muerte,
la mano que aparta un mechón del rostro de Jan Esch, 11,
estrangulado por su propia madre en Buren, agosto de 1973
y un gran número de canciones que a continuación
pondrán a estos pequeños niños fuera de su maldito alcance.






Noche electoral (fragmento)

[1] Conferencia de prensa

La poesía es más verdadera que la historia;
solamente por eso hemos logrado llegar a este punto
donde no ronda el cansancio del fuego, símbolo
de cada disidencia que sucumbe. Durante meses evitamos
a hermosos chiquillos diestros con la lanza, complemento
de los brezos que rodean el amanecer, de la noche
que nos es propicia como el cuero de los guantes,
temiendo que todo aquel encanto se redujera a un cruel
señuelo policial. Eliminamos los archivos y videos
que pudieran ofender a quienes no entienden la lógica
de una sintaxis deliberadamente rota, a quienes no escaparon
nunca de los monótonos distritos suburbanos del alma;
nos presentamos limpios y castos ante la voluntad popular,
tan confundible con una oca consagrada o un arco cretense.
Los locales de campaña, los denostados cuadros técnicos,
la incestuosa tesorería, las aleccionadas juventudes:
todas las expresiones que el Partido de la Caridad congrega
están listas para el combate. Iniciamos hoy nuestro hundimiento.






José Carlos Yrigoyen
Ciclo del Partido de la Caridad
Álbum del Universo Bakterial, 2022.

martes, junio 21, 2022

El libro de las setas (fragmento)

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           (4) "Al final incluso la ley desaparece"
p. 298. Una consumación que deben devotamente desear
        todos los buenos cristianos, nietzcheanos y
                                               marxistas.
           (5) El terror policial desaparece, p. 413.
                      Y la policía desaparece, p. 297: "un
     progresivo vaciamiento de las formas legales y una
                                           consiguiente adquisición de
           técnicas humanas que vuelven la gendarmería
innecesaria."
           (6) Más allá del bien y del mal:... ¡Hurra!
                         (Norman O. Brown)

                                     El año pasado, durante
                              las tres últimas semanas de
                              agosto, el bosque se llenó
                                      del fuerte
                       olor a humedad de los hongos
               pudriéndose, pero este año he visto
           muy pocos hongos y no he percibido ese
      olor para nada, —una ausencia aún más notoria
     para las ranas y los sapos. (Henry David Thoreau)

                       nacimiento de la naturaleza humana.

           La casa de Lois. Lake Welch. The Land.
             Parkway. Calls Hollow Road. Route
                     202. Letchwork Village.
               Stony Point. Palisades Interstate
                     Park. 2010. Cataratas de
                                          Minisceonga.
                              Craterellus cantherellus.
                           Fresas. Clitopilus
                                  abortivus. Montañas
                                    Ramapo. Balancing
                          Rock (cenizas de mamá y papá:
                donde deseo que las mías sean esparcidas.)
                            Antes, comillas. Lepiota
     procera. Cibarius. Edulis. Agaricus
              campestris. Comenillas. Embalse. (Mapa
                                       mostrando localizaciones)

                                         Amateur
                                                  (The Mycophile)

                                    Nos habíamos dado las buenas noches.
Recorrimos una manzana hacia el este y dimos media vuelta.
                                                  Jap mientras tanto había
                                       cruzado la calle hasta el
             parque infantil. Estuvo moviendo la rama
                               de un ginkgo. Hiroshi lo miró
                                             hasta que se perdió de
           vista.

        Veo algunos peces como flechas en los arroyos.
      Entre el invierno y el verano... un inconmensurable
                                                           intervalo.
        (Henry David Thoreau)

                                La mente no es la mente (en el
        sentido ordinario), sin embargo, no es no-mente.
                                         (Hsi Yun recogido por
                                                   P'ei Hsiu)

                Kanawaukee Circle. Route 210. A
            Southfields. A Land. (Mapa mostrando
                             localizaciones y direcciones)

                                La técnica (sin objeto) es un
        servicio público: proporciona flexibilidad,
                                          acerca al
                                  desconocido. No se guía
                               emocionalmente: podemos
        seguirla con seguridad. Está inspirada: ignora
                           las fronteras. No prefiere
      a una persona o a otra. "Todo supervisado por
                 las Máquinas de la Providencia".

                                                hojas

                                            Giorgio, John, Lois,
      John and Edith: al amanecer, fresas.

                                      Al oír que entiendes de setas
                                  la Mayoría de la gente
                          preguntA
                         si has teNido
                                    vIsiones
                                 jusTo
                                     Ayer recibí una postal

         de personas totalMente desconocidas
                                  qUe habían encontrado
                      montoneS de amanitas y querían
                          saber Cómo
                            "extrAer sus poderes".
          no puedo ayudaRlos. algunos autores
          hablan de combInar la seta con jugo de
                                             arándanos. ninguno
                  que yo sepA, describe la manera
                                       o las cantidades.

             colMenillas
                  Y éstas
                  Consisten
                  Expandidas
                  Llamadas
       dependIendo
            círcUlo
       desde Mí.

             Algunos de mis amigos tienen poco interés por
                             las setas. David y M.C. a menudo
                                              las rechazaban.
                  Carolyn Brown no las desea
   sobremanera.

                            Caprini licuados.

                                                 y lucha de la
                                      Revolución Cultural.
                         Hoy, la concepción elitista ha muerto.
                               La educación en China ya no es
                 competitiva ni un camino para
                                      la promoción personal y
        la mejora del status. El trabajo en fábricas o en
                     el campo ha sido aceptado y forma
                                                         parte de la
            experiencia educacional de cada niño.
                                                      (Felix Greene)
              Sono
             Parecchi
    hannO
        peR
conoscEre
      noStri.

                                             El Kama está en marcha:
                            va tanto hacia el Artha
                        (Fuller, China) como hacia el Dharma. Si no
      se hubiera movido, hubiéramos podido quedarnos en
                            la pericia (Boulez, por ejemplo).
                  El mero tacto hace aparecer el amor. Pero
                          ahora ese tocar debe ser verdadero y
              utilitario. (Moksha entonces). Después de haberla
    hecho, Fuller se dio cuenta de que su cúpula era hermosa.





John Cage
El libro de las setas
Traducción: Francisco Deco
Universidad de Castilla la Mancha, 2012.