sábado, julio 14, 2012

Recuerdos sobre Maiakovski (fragmentos)

.
Yo hablaba de la poesía de Maiakovski cada vez que se presentaba la ocasión y discutía y la defendía hasta quedarme afónica, al igual que hacen los candidatos en la campaña electoral. Yo quería probar, demostrar con toda la exaltación de una menor de diecisiete años, que cree que la poesía es el gran trabajo de la vida, lo luminoso que para mí era su genio. Yo, que no he podido retener jamás un solo verso, podía recitar de memoria páginas enteras de Maiakovski, porque se me grababan solas en la memoria.
. . . . --No se entiende nada --decían los intelectuales, los "estetas", con verdadera ira, porque comprendían demasiado bien que iba dirigida contra ellos--.

[...]

Pero el gran argumento era el que postulaba la oscuridad total de la poesía de Maiakovski. Este argumento ha continuado repitiéndose durante años y Maiakovski vuelve sobre esto en sus artículos y, especialmente, en uno titulado Los obreros y los campesinos no os comprenden (1928):
. . . .  Todavía no he oído a nadie que diga para alabarse:
. . . . --Qué inteligente soy --no comprendo la aritmética, no comprendo el francés, no comprendo la gramática.
. . . . Pero sí el alegre grito:
. . . . --¡No comprendo a los futuristas! --trompeteado desde hace quince años, cayendo y alzándose de nuevo, excitado y feliz.
. . . . Gracias a este grito, las gentes hacían carrera, llenaban las salas, se convertían en los jefes de verdaderos movimientos.
. . . .Un simple "nosotros no comprendemos", no es un veredicto.
. . . Un veredicto sería: "Hemos comprendido que eso no es más que un galimatías", y esto acompañado por decenas de ejemplos sonoros, recitados de memoria y con voz armoniosa.
. . . . Esto no se produjo.
. . Se practica demasiada demagogia y especulación sobre la incomprensión.
. . . . Los medios de los que se sirve esta demagogia con un falso acento de seriedad son muchos.

[...]

Nunca trabajaba en una mesa con la pluma en la mano. Trabajaba por todas partes, desde la mañana a la noche; en la calle, caminando horas enteras, hablando con la gente o haciendo la corte a las mujeres. Hiciera lo que hiciera, paralelamente, seguía su trabajo en su cabeza. Esto sobre todo era lo que le volvía sombrío, preocupado y taciturno, lo que hacía que las relaciones con él y la conversación fuesen difíciles.
. . . . Al comienzo de su trabajo poético escribía, si puede decirse, todos los poemas de memoria, en su cabeza. Un verso que luego transformaba una docena o un centenar de veces sufría todas esas transformaciones en su cerebro. Tachaba, cambiaba, reescribía mentalmente un poema de mil quinientas líneas y recordaba perfectamente cada versión. Y lo que al fin plasmaba en el papel era el último borrador, después de una serie de borradores, sobre los que había trabajado durante meses. Más tarde anotaba palabras, frases, versos, lo que él llamaba sus "reservas" poéticas en un precioso cuadernillo. Su memoria era prodigiosa. Recordaba no solamente su obra (varios volúmenes al final de su vida), sino también la poesía antigua y contemporánea.
. . . . En un folleto: Cómo se hacen los versos (1926), Maiakovski habla con gran precisión del lado técnico de su trabajo poético, es una alta idea de la poesía la que expresa... Ni un lujo, ni una distracción, ni un juego para los dioses sino un oficio de los más difíciles, necesario y útil.


Elsa Triolet
Recuerdos sobre Maiakovski. Y una selección de poemas
Traducción: José Batlló
Kairós, 1976.

sábado, julio 07, 2012

Efecto lupa

.
Quien dice luz
dice paso del tiempo

leí en el libro del filósofo
ruso

sobre pintura
holandesa

y ahora repito
para mí mismo

mientras observo el
desencadenamiento de la lluvia

del lado de fuera del
hotel donde trabajo

una actividad espiritual
sin duda

*

Quien dice luz dice
ese parpadeo

que vos revelás
al aparecer así frente a mí

y el gran dramatismo
con que me relatás la dificultad de conseguir un taxi

embarullando los contornos ya bastante difusos
de las tautologías sexuales

donde predominan
evidentemente

la forma de tu boca
y el olor de tu pelo

*

Quien dice luz
dice el fondo del mar

el filósofo me previene contra
un rigor que nace

de la aplicación de ideas
esquemáticas y rígidas

en lugar de seguir los contornos
sinuosos y móviles de la realidad

el post-it me recuerda la obligación de componer
un slogan para la nueva marca de ketchup

en un fin de semana
para aumentar la ganancia

¿y si una nube de materia
chocara

con otra
de antimateria?

*

Vos: por eso  no existe amnesia
vos: por eso el sol es una tautología

me desperté con la voz del bandleader
diciendo: "¡Hiroito!"

*

Quien dice luz
dice algas dice cianobacterias

quien dice luz
dice impresión de espacio

dice: lago a la noche
brillando para nadie

de un solo golpe mi mirada
abraza los ojos de la alpinista triste

y diagnostica
pánico de check-in

sus pies ya pisaron
más lugares que los míos

pero su corazón se empecina
en compartirlos conmigo

por lo menos en mi sueño, señor conejo,
en mi sueño de cumpleaños

*

Recuerdo pero callo
algo de Gombrowicz

sobre las nubes invisibles
o sobre veranos en la estepa

lejos de aquí
mientras miro el reloj

alguien va y viene
por la margen de un río barroso

lejos de aquí
en el mundo intermediario de la calle Carioca

a alguien tal vez le gustaría oírme
decir que para ser visible

un cuerpo debe emitir
radioactividad

lejos de aquí
tengo amigos que me aman a mí

y a mis poemas
y piensan en mí todos los días

*

Lejos de aquí
alguien lleva a desesperados en una chalupa

alguien estudia las temperaturas
superconductoras

alguien se da cuenta de que no
se convirtió en un genio del piano

debe haber alguien que llora
cuando su amiga le lee

un poema
de su poeta preferido

los dos pedirán otro café
y van a despedirse debajo de la marquesina

se felicitan por la decisión tomada
a sangre fría de nunca enamorarse el uno del otro

ella corre una cuadra hasta su casa
bajo la lluvia

él sube dentro
de un colectivo repleto

hasta yo me emociono con las cosas
que están ocurriendo

el día
de mi cumpleaños


Carlito Azevedo
Monodrama
Traducción y prólogo: Florencia Garramuño
Corregidor, 2009.