lunes, mayo 07, 2018

Tres poemas de Dorothea Lasky


La muerte y Sylvia Plath

A mi alumna del city college
Le gustan mucho los poemas de Sylvia Plath
Está escribiendo una monografía sobre
Lady Lazarus
Me cae bien esta alumna
Que pasa parte de su tiempo
Sentada frente a mí contándome
Cómo en el poema, Plath pasa de objeto
A animadora
Y finalmente a demonio
Sí, tenés razón, le digo
Estamos satisfechas
Después me pregunto
¿Por qué a las mujeres jóvenes les gusta Sylvia Plath?
¿Por qué no a todos?
La alumna me dice que cuando era joven
Le gustaba Plath
A mí también
Yo no monté caballos
Sylvia Plath montaba caballos
No tengo una tesis
No tengo una estructura
Soy un demonio
Hay vetas azules en el cielo
Es primavera
No soy vos
Ni quiero serlo
Son las 21:02 del 21/02/2010
No estoy viva
No, no estoy respirando más
No vivo en este mundo
Ya vivo en el otro




Yo soy el caballo

Yo soy el caballo por el cual la gente debería apostar
Yo soy la persona que seguro te salvaría en un incendio
Yo soy la persona que es humo negro
Y te tira humo negro en los ojos
Yo soy el chirrido en la noche
Yo soy la mesa, y el papel, y las babosas
Yo soy la cosa que más te excita
Yo soy la cosa que más te excita
Yo soy el caballo por el que vos deberías apostar
Cuando pongas tu plata sobre la mesa




Me gustan los hippies de mierda

Me gustan los hippies de mierda
Y los hombres con la espalda peluda
Y los pequeños animales verdes
Y la leche orgánica
Y los pollos que salen
De sus cascarones en las granjas de Vermont
Me gustan las cosas de mierda
Cuando lleguemos al otro mundo
Vamos a ser todos hippies
Me gusta el bastón de mierda que llevas a todos lados
Me gusta cuando frotas mi puerta con salvia
Me gusta la sangre de cordero que me tirás en la cara
Me gusta juntar azúcar en un frasco y decir una oración
Y que funcione
Me gusta maldecir a un enemigo
Y hacerles maleficios con objetos
Sumergir sus dientes de leche en aceite
Prenderles fuego junto a un caballito de plástico diminuto
Me gusta correr a través de los campos verdes
Me intrigan mucho las flores y las frutas
Me gusta enjabonarme el cuerpo
Con las pociones extrañas que compraste al por mayor en Guatemala
Me gusta cuando me frotas con pachuli
Y me decís Soy un hombre
Soy un puto hombre
Un puto hombre de mierda
Si no supiera todo lo que sé creería que fui Jesús o algo así
Si no supiera todo lo que sé querría navegar hacia la Grecia Antigua
Usar sandalias
Y después ir a Roma
Matar a mi hija frente a los dioses
Fumar lapis en polvo
Grabar pictogramas en tu vestido
A miles de kilómetros de todo
Cuando muera voy a ser un puto hippie de mierda
Y vos también
Vos también
Así que alejá tu corazón destrozado de
Lo que creés que sabés
Vos sabés, todos nos vamos a ir de acá
Al menos tené un poco de paciencia humana
Para lo que esté del otro lado




Dorothea Lasky
Pájaro del trueno
Traducción: Valeria Meiller
Triana, 2016.