lunes, diciembre 21, 2009

Dos poemas de William Carlos Williams

Fotografía en color de un paisaje en un calendario comercial

La iglesia de Vico Morcote
  ....................en el cantón Tesino
  .......................................con sus manzanos en flor
es más bella
  ....................que cualquier cosa que haya visto
  .......................................dentro o fuera
de Suiza.
  ....................La belleza de la santidad
  .......................................la belleza de la ira de un hombre
reflejando su sexo
  ....................o incluso el de una mujer,
  .......................................montañoso,
o una pequeña iglesia de piedra
  ....................desde lo alto
  .......................................o
cerca de la cámara
  ....................el manzano en flor
  .......................................o el remoto lago
abajo
  ....................a la distancia,
  .......................................todo es igual:
tan bello uno como lo otro.
  ....................La paz
  .......................................posterior
nace de esta contemplación,
  ....................una gran paz.
  .......................................El cielo se ve apenas,
no hay horizonte
  ....................sino el perfil montañoso
  .......................................bordeado de agua
en cuyas pequeñas olas
  ....................desapasionadas
  .......................................ajenas
se esconden los peces invisibles.
  ....................Y a quién sino a nosotros le importa
  .......................................la belleza de los manzanos en flor
la pequeña iglesia
  ....................en una saliente
  .......................................antigua
--a juzgar por sus paredes--
  ....................abandonada
  .......................................junto al lago tranquilo
en las montañas
  ....................donde brilla el sol
  .......................................una tarde
de primavera. Algo
  ....................ha llegado a su fin aquí,
  .......................................algo se ha cumplido.





La falsa acacia

Soy tenaz como la falsa acacia:
  ....................una vez admitida
  ........................................en el jardín,
no es fácil deshacerse de ella.
  ....................Arráncala del suelo:
  ........................................si queda una simple
raicilla
  ....................volverá a brotar.
  ........................................Resulta
halagador pensarme
  ....................así. Y también mueve
  ........................................a risa.
Una flor modesta,
....................parecida a un rosado guisante de olor:
  ........................................no puedes sino
admirarla
  ....................hasta que descubres sus
  ........................................hábitos.
¿No actuamos nosotros
  ....................igual? Sería
  ........................................indeseable
que el público
  ....................se entremetiera en nuestros
                                          pequeños asuntos privados.
No es
  ....................que haya algo que esconder
  ........................................pero ¿podrán
soportarlo? Por supuesto
  ....................el mundo se alegraría
  ........................................al descubrir
en qué clase de idiotas nos hemos convertido.
  ....................La cuestión es,
  ........................................¿serían tan
generosos como
  ....................lo hemos sido
  ........................................nosotros? Se trata, tal
como he dicho, de
  ....................una flor
  ........................................¡increíblemente resistente
a los ataques!
  ....................Ignórala
  ........................................y pronto será un árbol.
Ojalá pudiera decirse lo mismo
  ....................de mí y de lo que
  ........................................me espera.
El poeta mismo,
  ....................¿qué piensa de sí de cara
  ........................................al mundo?
No estaría bien responder,
  ....................lo que se siente inclinado a decir:
  ........................................"no mucho". Eso sería
traicionar sus poemas.
  ....................Sería mejor contestar:
  ........................................"una rosa es una
rosa es una rosa", y dejarlo así.
  ....................Una rosa es una rosa
  ........................................y el poema la iguala
si está bien hecho.
  ....................El poeta
  ........................................no puede menospreciarse
sin menospreciar
  ....................su poema
  ........................................--lo cual sería
ridículo.
  ....................La vida no da
  ........................................mayor recompensa.
De modo que,
  ....................como esta flor,
  ........................................persisto,
por lo que pudiera significar.
  ....................No soy,
  ........................................ya sé,
una rosa, en la galaxia
  ....................de los poetas, pero
  ........................................¿quién de los otros
se atrevería a negarme
  ....................mi puesto?






William Carlos Williams
Viaje al amor
Traducción y prólogo: Juan Antonio Montiel
Lumen, 2009.

lunes, diciembre 07, 2009

Razones para escribir

.
I
Persuádanse de esto: nos han sido indispensables ciertas razones imperiosas para llegar a ser o para seguir siendo poetas. Nuestro primer móvil fue sin duda el asco por lo que se nos obliga a pensar y a decir, por aquello en lo cual nuestra naturaleza de hombres nos fuerza a tomar parte.
.....Avergonzados del arreglo de las cosas tal como está, avergonzados de todos esos groseros camiones que pasan por nosotros, de esas fábricas, manufacturas, tiendas, teatros, monumentos públicos que constituyen mucho más que el decorado de nuestra vida, avergonzados de esa agitación sórdida de los hombres no sólo alrededor de nosotros, hemos observado que la Naturaleza, mucho más poderosa que los hombres, hace diez veces menos ruido, y que la naturaleza en el hombre, quiero decir, la razón, no hace ningún ruido en absoluto.
.....¡Pues bien! Aunque fuese tan sólo para nosotros, queremos hacer escuchar la voz de un hombre. En el silencio, es cierto, la escuchamos, pero en las palabras la buscamos: eso ya no es nada. Eso es palabras. Y ni siquiera: palabras son palabras.
.....¡Oh hombres! ¡Informes moluscos, multitud que sale a las calles, millones de hormigas que los pies del Tiempo aplastan! No tenéis por morada más que el vapor común de vuestra verdadera sangre: las palabras. Vuestra rumia os repugna, vuestra respiración os ahoga. Vuestra personalidad y vuestras expresiones se comen mutuamente. Tales palabras, tales costumbres ¡oh sociedad! Todo es tan sólo palabras.


II
Mal que les pese a las palabras mismas, en vista de los hábitos que han contraído en tantas bocas infectas, se necesita cierto coraje para decidirse no sólo a escribir sino aun a hablar. Un montón de trapos viejos que, de tan sucios, no se pueden agarrar ni con pinzas, he aquí lo que se nos da a remover, a sacudir, a cambiar de sitio. Con la secreta esperanza de que nos callaremos. ¡Pues bien! Aceptemos el reto.
.....¿Por qué, considerando bien la cuestión, debe un hombre de esa índole hablar? ¿Por qué los mejores, dígase lo que se diga, no son aquellos que han decidido callar? Eso quiero decir.
.....Hablo solamente a quienes callan (un trabajo de suscitación), libre de juzgarlos luego según sus palabras. Pero si esto mismo no hubiese sido dicho, habría podido creérseme solidario de semejante orden de cosas.
.....Eso casi no me importaría si yo no supiera por experiencia que correría así el peligro de llegarlo a ser.
.....Que es preciso a cada instante sacudirse el hollín de las palabras y que en este orden de valores el silencio es lo más peligroso posible.
.....Una sola salida: hablar contra las palabras. Arrastarlas con nosotros a la vergüenza adonde nos conducen de tal manera que en la vergüenza se desfiguren. No hay otra razón para escribir. Pero, apenas concebida, ésta es absolutamente determinante y conminatoria. No se puede escapar de ella sino mediante una cobardía humillante que no es de mi agrado tolerar.

1929-1930

Francis Ponge
De parte de las cosas
Traducción: Alfredo Silva Estrada
Monte Ávila,1996.