El indio no es el que mira usted
en el catálogo de turismo,
cargando bultos
o llevándole comida a la mesa.
Tampoco el que ve desde la ventanilla
y pide monedas haciendo malabares,
ni el que habla una lengua muy otra
y resiste fríos nocturnos.
No, el indio está adentro,
y a veces se le sale, acéptelo,
aunque lo entierre en apellidos,
aunque lo socave bien
y niegue su manchita de infancia,
ahí está, acéptelo.
Y si aparece esa agua rancia,
voraz, el aguardiente que inflama,
ya verá que se le sale,
el indio empuja con su fuerza de siglos,
emerge ardoroso y se le sale,
con lo guardado,
con lo que dura doliendo.
No, no es otro,
el indio soy yo,
a ver, repita conmigo.
Allan Mills
Poemas sensibles
Praxis, 2005
martes, noviembre 15, 2005
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3 comentarios:
a ver repita conmigo. un abrazo inti, jejejeje. jair
a ver, no repita nada y mejor actualíce su información, todos queremos saber qué pasará el 2 de diciembre... Luego por qué los caminos no lo toman en serio.
repita, Solís, repita, no entierre a su indio en sus dos apellidos.
y qué pena no estar allí el 2 de dic para escucharlos!!!
besos
M
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