La literatura actual me parece un poco plana. Quiero buscar maneras del lenguaje que me hagan vivir, que me hagan respirar a plenitud. El lenguaje para mí sería una manera de ser. En un mundo como el que vivimos, tenemos que buscar salidas a como de lugar. Yo me fío a lectores que, como decía Lezama Lima, debían o tenían que leerme: mis lectores pares. Lezama es un autor poco leído, pero inmensamente superior a muchos changuitos que truenan y truenan por ahí; en Lezama hay ese riesgo, esa aventura del lenguaje.
.....Con cierto oficio uno puede escribir cosas entendibles, pero no sería yo, me estaría falseandeo, sería un farsante. Para mí la escritura es la existencia. Me han dicho si soy escritor las 24 horas del día: no, respondo, soy escritor mientras escribo y el resto del día quién sabe quién soy. No soy un escritor de espejo, no me miro al espejo mientras escribo. Ni salgo a la calle con el espejo. Mi manera de aclararme las cosas en la vida es escribir.
[...]
Lo que pienso es que todo este mundillo literario quizás un día se vaya al demonio. El mundillo literario de autores y de obras, en términos generales. Tengo amigos que quiero en ese medio pero es falso y creo que no vale la pena contarlo. Mentira sobre mentira. Simulación sobre simulación, no. Hipocresía sobre hipocresía, tampoco. Todo arte tiene una dimensión moral o supongo que debe tenerla. Escribir de acuerdo a lo que estamos viviendo no nos obliga tampoco a nada, escribir de otra manera --contraria a lo que vivimos-- sí nos obliga a ciertas posiciones personales sobre lo que estamos viviendo. La señora que escribió Como agua para chocolate no está obligada a nada, más que a ser famosa y a ganar dinero, y a codearse con otros escritores: tres cosas que me parecen desdeñables.
Jesús Gardea
"Jesús Gardea: Ananké"
Transcripción de Daniela Tarazona de una conversación de Jesús Gardea con estudiantes de la Universidad Iberoamericana realizada en 1996.
El poeta y su trabajo, no. 32, primavera 2009.
.....Con cierto oficio uno puede escribir cosas entendibles, pero no sería yo, me estaría falseandeo, sería un farsante. Para mí la escritura es la existencia. Me han dicho si soy escritor las 24 horas del día: no, respondo, soy escritor mientras escribo y el resto del día quién sabe quién soy. No soy un escritor de espejo, no me miro al espejo mientras escribo. Ni salgo a la calle con el espejo. Mi manera de aclararme las cosas en la vida es escribir.
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Lo que pienso es que todo este mundillo literario quizás un día se vaya al demonio. El mundillo literario de autores y de obras, en términos generales. Tengo amigos que quiero en ese medio pero es falso y creo que no vale la pena contarlo. Mentira sobre mentira. Simulación sobre simulación, no. Hipocresía sobre hipocresía, tampoco. Todo arte tiene una dimensión moral o supongo que debe tenerla. Escribir de acuerdo a lo que estamos viviendo no nos obliga tampoco a nada, escribir de otra manera --contraria a lo que vivimos-- sí nos obliga a ciertas posiciones personales sobre lo que estamos viviendo. La señora que escribió Como agua para chocolate no está obligada a nada, más que a ser famosa y a ganar dinero, y a codearse con otros escritores: tres cosas que me parecen desdeñables.
Jesús Gardea
"Jesús Gardea: Ananké"
Transcripción de Daniela Tarazona de una conversación de Jesús Gardea con estudiantes de la Universidad Iberoamericana realizada en 1996.
El poeta y su trabajo, no. 32, primavera 2009.
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