miércoles, octubre 07, 2009

Lección quinta (fragmento)

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Literatura. El artista, en general, no actúa mediante los conceptos de la lógica, mediante abstracciones, sino que posee una intuición directa de la voluntad de vivir en el mundo.
....Por esto comprueba Schopenhauer que la literatura discursiva, que quiere demostrar algo, no basta para nada. No puede hacerse arte con principios abstractos, con conceptos. Si tengo alguna cosa que decir sobre el tema, por ejemplo, de los hijos ilegítimos, sencillamente lo diré en una conferencia y no en la obra de arte.
....La obra de arte busca lo concreto, pero en lo concreto reencuentra lo universal, la voluntad de vivir. Pensemos en el avaro de Molière. Se trata de un personaje concreto que tiene su vida, su color de pelo, etcétera, pero a través de él podemos ver la avaricia en su sentido universal.
....Schopenhauer da la definición del genio, también muy cercana a la del niño. El genio es desinteresado. Se divierte con el mundo. Siente sus atrocidades pero se regocija en esas atrocidades. En general el genio no sirve para nada en la vida práctica puesto que no busca su interés personal. Es antisocial, pero ve mejor el mundo porque es objetivo.
....Schopenhauer establece una comparación muy buena cuando dice que la inteligencia del hombre mediocre se parece a una linterna, que ilumina solamente lo que se busca, mientras que la inteligencia superior es como el sol, que lo ilumina todo. De ahí proviene el objetivismo del arte genial. Es desinteresado.
....[...]
....(Los hombres inteligentes son muy sensibles al ruido.) Yo, personalmente, lo interpreto por el hecho de que sentimos mejor aquello que nos falta. Ejemplo: un oficial de caballería no sabe ni siquiera que está sano, mientras que un enfermo como Chopin posee una aguda noción de la salud porque carece de ella.

Witold Gombrowicz
Curso de Filosofía en seis horas y cuarto
Tusquets, 2009.

1 comentario:

costa sin mar dijo...

eso!!!!!!!!!!!!!