lunes, octubre 21, 2013

Seis poemas de Alejandro Crotto


Mediodía

Bajo el cielo sin nubes, ahí están:
tallarines con salsa de tomates,
un pan quebrado y agua, vino.

Ahí está la harina con el huevo y las manos.
Ahí está el trigo, las uvas que tomaron sol y noche,
y los tomates destruidos, salpicados de queso,
el agua limpia.

Ahí están:
mirá y olé y masticá feliz, devotamente.



Con un hijo en el cuerpo de una mujer que no vive conmigo

Pido la última cerveza de la noche, que amanece.
En los ojos el frío transparente de la calle,
voy abrazado a Lucas, va cantando, veo
las cosas llenas en su luz: un árbol,
el portero que moja la vereda mientras pasa
un taxi, un colectivo blanco y verde,
el viejo y nuevo sol de cada día.



Sobre el efecto mariposa

Cómo se arranca súbita del tallo
y mientras lejos
relampaguea
mueve
las alas tormentosas
como piedra
en el agua
y crecen frías ráfagas
de su moverse y truena
y vuela pareciendo subir
mientras
desciende
parpadeante
a los yuyos
y llueve.



La primavera que viví con animales

Me acuerdo bien del ruido que hacían juntas al pastar.
Cada una en lo suyo, y sin embargo todas vinculadas,
avanzaban de a poco, el ojo tenso, abajo,
ávidas arrancando todo el pasto que pudieran,
y luego alzada la cabeza masticaban largamente, tranquilas.

Me acuerdo de calor, del viento al mediodía, el cielo.
Me acuerdo bien cómo era que empezaba a amanecer.

Me acuerdo cómo olían.

Me acuerdo de las veces que llovió.



Así como la lluvia cae del cielo

Así como la lluvia cae del cielo y se filtra
fecunda y no regresa sin haber empapado
a fondo el suelo para que nazca trigo, harina
espesa y pan; así como la brasa viva
en la ceniza yace oculta y luego al dársele
por fin lugar se activa con creciente fulgor
y enciende el fuego; así como la savia tras
la espera del invierno por vasos diminutos
despierta a los sarmientos y genera con íntimo
cuidado flores, frutos... Así el verbo que sale
de su boca hace nuevas las cosas si las toca.



Una canción tan fría y tan apasionada como el alba

Latas; vasos de plástico tirados al azar. Arranca
el día; arranca y muestra drástico en la playa
vacía el final de la fiesta. En la luz fría,
tapado con arena a nuestros pies, el resto
carcomido de un tronco humea apenas.

Detrás el mar, el ruido
opaco de las olas repetido.




Alejandro Crotto

Abejas
Bajo la luna, 2009.

Chesterton
Bajo la luna, 2013.

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