sábado, junio 21, 2014
Cinco poemas de Yoko Ono
La conexión III
En la tarde, antes del crepúsculo,
aléjate lo más que puedas de tu casa
sin perderla de vista.
Obsérvala un tiempo.
Piensa en todas las cosas que han sucedido ahí
y en las millas que has recorrido en sus cuartos.
Un día, tal vez te mudes.
Un día, tal vez pases junto a ella.
Sé amable contigo esta tarde:
a) cómprate algo.
b) llévate a comer.
c) mira al espejo y date una sonrisa.
La observación III
Sal de ti.
Obsérvate caminando en la calle.
Haz que tropieces con una piedra y caigas.
Observa.
Observa cómo mira la otra gente.
Observa con cuidado cómo caes,
cuánto tardas y con qué ritmo caes.
Observa como si fuera una película en blanco y negro.
Observa cómo te levantas de la caída.
Ve cuánto tardas en levantarte, cómo te paras
y qué haces después.
Observa como si fuera una película en tecnicolor.
La limpieza II
Haz una lista numerada de tristezas en tu vida.
Apila piedras que correspondan con esos números.
Con cada nueva tristeza, agrega una piedra.
Quema la lista y aprecia el montón de piedras por su belleza.
Haz una lista numerada de tus alegrías.
Apila piedras que correspondan con esos números.
Con cada nueva alegría, agrega una piedra.
Compara ese montón de piedras con el de la tristeza.
El baile V
Camina de una habitación a otra
abriendo y cerrando puertas.
Hazlo muy lentamente.
a) imagina que abres y cierras
tu cerebro cuando lo hagas.
b) imagina que abres y cierras
tu corazón cuando lo hagas.
c) imagina que abres y cierras
la mente de la gente cuando lo hagas.
La ciudad IV
Imagina que amarras globos en el techo
de cada edificio de la ciudad.
Deja que los globos ondeen con la brisa.
Fíjate si los edificios son más ligeros gracias a eso.
Yoko Ono
Acorn
Traducción: Julio Trujillo.
Aguilar, 2014.
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