viernes, julio 14, 2023

Un poema de Fernanda Laguna

 Yoga

En la clase de Yoga
todos usan ropa blanca.
Lo fundamental son las medias
que también deben ser blancas
o muy claritas.

Las mantas deben ser blancas
o claritas
y aún nadie sabe si se puede usar o no una toalla.

La profesora viste de rosa,
y debe ser
porque ella es la profesora.
El salón es hermosísimo, enorme.
El piso es blando y los alumnos
no precisan usar colchonetas.
¿Para qué usarlas si el piso es blando?
Y no es que sea mullido
pero no duele al hacer los ejercicios.

Los horarios son flexibles
y la cuota es accesible.

Hay cinco puertas ventanas
que comunican al salón
con un jardín de pinos y enredaderas.
Los pájaros no entran
y cantan desde la puerta
o desde la rama.
Todo es un bello paisaje de pinos, piernas y brazos.
De cabezas relajadas que caen hacia adelante
y se deslizan por encima de los hombros hacia atrás,
y luego hacia adelante.

La voz de la profesora es
clara y modulada
porque así todos pueden hacer los ejercicios sin mirar
y si alguien no entiende
sólo mira hacia el costado
para ver lo que lo hacen los demás compañeros
y una vez entendido,
se vuelve a cerrar los ojos.

De la posición de sentados
se pasa a la de acostados
curvando la columna,
apoyando vértebra por vértebra sobre la manta
y así se llega
a la fase de la relajación,
que es la parte más difícil,
según la profesora.
Los ojos deben estar cerrados
pero algunos los abren un poquito
y los vuelven a cerrar.

La tristeza y la felicidad
se funden en una sola invocación,
Ooooooooooommmmmmmm,
tres veces
cada vez más profundo y más largo.
La o vibra en el corazón
y la m sacude todos los pensamientos
vibrando a la altura de la hipófisis.

Los bolsos esperan a cada dueño contra la pared
y se dejan llevar
más livianos que nunca.
Lo blanco resplandece sin hacer doler a los ojos
porque ahora es el reflejo de una luz que sale de los ojos.
Las mantas están secas,
los cuerpos frescos
y más descansados que antes de comenzar la clase.
Las medias están secas y limpias también...





Fernanda Laguna
Yoga
Belleza y Felicidad, 2000

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