viernes, junio 21, 2024

Cinco poemas de Ana Belén López

Una muchacha
se recarga en el barandal
no mira el horizonte
no despide ningún barco
a nadie
no sueña con cruzar océanos
descansa un pie sobre otro
luego el otro





Gira
entre las olas
que se forman en la orilla
se confunde con una
burbuja grande, café,
redonda, brillosa
se confunde
también con la cabeza
de una foca

gira con más rapidez
el coco
tratando de volver
a la playa que lo
arrojó al mar





La cubeta se estrelló
en la calle
a las seis de la mañana
a las dos de la mañana

otra cubeta se estrella
(en la calle)

y allá las estrellas
sí se ven
y había estrellas
que se ven
y las cubetas se estrellaron
y las estrellas se vieron
y retumbaron

las cubetas
estrelladas
retumbaron





La sierra
se cubre de frío

y huele a leña

se extiende la neblina fría

y huele a leña

la casa cierra sus ventanas

y huele a leña

el olor a leña
se escapa
por un vidrio roto





Las noches
suenan

a grillo

y a cachoras
que se burlan
de los grillos
toda la noche





Ana Belén López
Del barandal
Ediciones Sin Nombre, 2001

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