El chirrido del ánsar
no resiste
la tentación de mi lazada.
Mientras yo, presa en amoroso enredo,
no sé cómo zafarme;
veo tan sólo al pájaro que se lleva mis redes.
Cuando vuelva mi madre con su carga de pájaros,
y me vea con las manos vacías,
¿qué voy a decirle?
¿Que no lacé pájaro alguno?
¿Que fui yo quien cayó en tu trampa?
Poemas de amor del antiguo Egipto
Universidad Veracruzana, 1998.
Versión en español de José Luis Rivas
a partir de la versión en inglés de Ezra Pound y Noel Stock
lunes, marzo 14, 2005
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