¿Podría un pájaro,
en la sed de sus alas desplegadas,
leer sobre la nieve el rostro de la tierra,
bajar hasta la boca
para unir el canto que sabe
al canto que no sabe, como el signo
de toda aceptación,
de todo tránsito en el ser?
Rafael-José Díaz
Llamada en la primera nieve
La Palma, 2000.
martes, julio 26, 2005
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