lunes, mayo 14, 2012

Tres poemas de Amy Lowell

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Una década

Eras cuando viniste, cual vino tinto y miel,
y tu sabor quemaba mi boca de dulzura.
Eres ya como el pan de la mañana,
simple y sabroso.
Ya casi no te pruebo porque sé tu sabor.
Pero estoy ya del todo nutrida.


Día de sol

El viento ha metido la punta de tu chal
dentro de la fuente,
donde se ha quedado flotando
entre los nenúfares
como un tisú de zafiros.

Pero a ti no te importa,
tus dedos están arrancando los líquenes
en el borde de piedra de la taza,
y tus ojos siguen las altas nubes
que van pasando sobre las encinas.


Plantas marinas

La luna es fría sobre las dunas,
y las matas de hierbas marinas ondean y fulguran;
el débil repique de mi reloj dice que es un cuarto pasado la medianoche;
y todavía no oigo nada
sino el ventoso retumbar del mar.



Amy Lowell 
Antología de la poesía norteamericana
Selección y prólogo: Ernesto Cardenal
Traducción: José Coronel Urtecho y Ernesto Cardenal
El perro y la rana, 2007.

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