lunes, abril 07, 2014
Tres poemas de Yaki Setton
Blues & roots
¿Soy Rosa Parks el 1o de diciembre
de 1955 en Montgomery negándome
a ceder el asiento a un hombre blanco
o Emmet Till muerto a los golpes
en Mississippi por haber saludado
a una chica blanca? ¿Qué fui antes de ser
esclavo? ¿Viola Liuzzo muerta a tiros
por el Ku Klux Klan? ¿Harriette Moore
asesinada al explotar su casa en la navidad
de 1951? ¿Qué fui antes de ser mulato
negro, sueco, inglés o chino? ¿Louis Armstrong
obligado a divertir a los blancos?
¿Y qué antes de ser Charles Mingus?
¿El mulato al que desangran
a latigazos por ser negro? ¿El negro
al que cuelgan desnudo por ser blanco?
Estoy abrazado a un campo de algodón
lleno de hermanos encadenados en medio
de esta oscuridad engañosa y el mango
del contrabajo cruje con sus cuerdas
que vibran bajo mi cuerpo sudoroso
mientras la boca canturrea freedom
for your daddy freedom for your mama
freedom for your brother freedom
for your sister ¿Por quién más debo
pedir? ¿Por quién tengo que escapar?
(but no freedom for me).
Locche
¿Se gana una pelea sin pegar?
La ceja no sangra ni tiembla
mientras tu cuerpo se adelanta
milimétrico hacia el adversario
que quiere golpearte sin cesar.
¿Ves la mano que asoma
por la derecha? ¿Y el gancho
de izquierda? Tu boca
con el protector parece furiosa
la frente apenas se agita
y los guantes te rozan o pasan
de largo en tanto Kid Pambelé
con su figura brillosa y negra
te abraza y se esfuerza por herirte
pero es inútil. ¿Cómo se mueve,
Nicolino, tu cuerpo en el ring?
Levantás la cabeza con cuidado
erguís la columna y los brazos
se relajan al costado de tu cintura:
eso es bajar la guardia y esperar
a que alguien se canse de darle
al aire para encontrar tu humanidad.
Museo
I
El edificio está vacío. Es el Casino de Oficiales
y no hay nadie ya que entre por su explanada
o sea recibido por un oficial que lo invite a comer.
Ni siquiera un Falcon de donde se baje a golpes
algún prisionero encapuchado. Se han ido
pero no dejan de resonar sus tacos contra el piso
al mismo tiempo que ponen su mano derecha
rígida sobre la sien y gritan ¡Buenos días almirante!
II
Sólo hay silencio en esta planta en ele.
A la derecha reconozco las pequeñas celdas
de "capucha" y sus ventiluces. Avanzo y un techo
de chapa gris en declive con sus finas vigas
me obliga a bajar la cabeza y mirar al piso.
Ya no hay nada: no hay secuestrados,
no hay picana, no hay grilletes ni Pentonaval.
Del campo de concentración sólo quedan
estas paredes peladas.
III
¿Qué es la ESMA sin los marinos que tiraron
a sus secuestrados vivos desde un avión
sobre el Río de la Plata? Qué es la Escuela
de Mecánica de la Armada sin los jóvenes
estudiantes de marina haciendo guardia
frente a los engrillados. Quién sabe dónde estarán.
Yaki Setton
Nombres propios
Bajo la luna, 2010.
Suscribirse a:
Comentarios de la entrada (Atom)
No hay comentarios.:
Publicar un comentario