Duración y simultaneidad
La cigarra colapsa su tímpano, bloqueando
su propio canto o ensordeciendo
En una encapotada y triste tarde
tu presencia responde
Suspensas constelaciones
que la mirada fija desde otro tiempo
Ahueco en mi rostro apiñadas hojas de abedul:
extravagancia de tu cabello lavado
Las estrellas se separan y yo mismo
también tras esta noche
la noche se separa
Luminosidad marginal
Finales del siglo XVIII, el sol comienza, sólo
entonces, a asumir su apariencia moderna,
su inicial momentum angular
llevado por vientos magnéticos. Tu cinta para el pelo
y tu delgada falda en Playa Azul
se sacuden a lo lejos en la solas. Y la can-
icular langosta y el gusano de luz
abren sus espiráculos para respirar. Ninguna elección
sino anunciación. Una hoja de mica partida,
la más suave superficie conocida. Pero el brillo de tus ojos
propaga, a medida que me acerco,
el sublime perfume del calor
de tu cuello. Infinitamente, en un áspero
cuarto con pájaros enjaulados, Uccello dibujó
poliedros en escorzo.
Ninguna expresión, sino aceptación. Sube la oscuridad
a través de la espuma de cerveza. Charcos de flujo de vaca
bajo el junípero. Después de nuestra primera
intimidad, desperdiciamos años
desplegando la formación del erizo
en lugar de disolver el centro de los peones. La primera helada
acabó de plano con los mosquitos y el enjambre
de moscas negras. ¿Con qué instrumento medimos
la integridad de nuestras mentes
colmadas una de la otra? Nosotros que, una tarde, abriremos la puerta
a un delicado niño cuya antorcha arde hacia abajo.
Nosotros que podemos oír a esta distancia las ninfas de escarabajo
escabulléndose por el suelo del gallinero.
Entrevista (fragmentos)
Ve
lo que soy
haciendo dice
No no
eso parecería
mejor
que esto
Bonita-
mente con
mis manos puedo
hacer esto
(demostrándolo)
o esto pero
la fuente es
el núcleo-del-cuerpo y
una mano
extendida (demostrándolo)
es siempre
codicio-
sa prefiero
esto (girando
la mano hacia dentro)
yo movía
mi brazo en esa
dirección (extendiéndolo)
y hasta que no entendí
que podía moverlo
en cambio desde
aquí (desar
ticulando su
hombro)
me lo arruiné
dice ella (en inglés)
Mapamundi
para Xi Chuan
Una madeja de pelo de yak trenzada al espejo retrovisor
Y mariposas cola de golondrina que se alimentan de las heces del mapache.
Tengo que vivir conmigo misma, dijo ella, no diciendo nada en realidad,
Y lo que le atrajo a él de los cuadros de Goya fueron las bocas abiertas.
Ahítos los buitres han de vomitar antes de volar
Y en la lápida de concreto las piezas de mármol componen: Niño.
Reflectores de luz fija ciegan al pez en la oscuridad
Y él limpiamente levanta los labios de la belleza de las partes pudendas de ella.
Se mantienen lo bastante cerca como para oler los óleos del cuadro
Como un millón de cigarras que absorbieron las raíces bajo ellas.
Los niños corrieron gritando desde las casas derrumbadas
Y una lluvia de polvo cósmico adensa las cataratas del piloto.
Eso que alarga el paso en la noche con navajas en ambas manos
Y el aire acondicionado sopla gérmenes cálidos sobre la cama.
Al atravesar el cardumen de sardinas los delfines dan alaridos
Y alejados de la descripción de falsa intimidad en la qué?
Hostilidad, la otra cara de la hospitalidad
Y luego retrocediendo, lo mide con un puñetazo.
En el cascajo del siyehuan, él lava sus pies
Mientras el residuo de los frenos tizna las vigas del puente.
Cada uno es más extraño para la extrañeza del otro
Y ella acaricia su sapo cornudo en dirección de sus espinas.
Exacto como las pesas de bronce del carnicero
Y se dilata el agua antes de hervir.
Forrest Gander
Eiko & Koma
Traduccción: Alfonso D'Aquino
Libros Magenta, 2016.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario