martes, febrero 07, 2017
Cinco poemas de Si Kongtu
Lo delicado y lo exuberante
infinitos son los brillos, las aguas fluyen,
densa y salvaje la primavera ocupa
si te retiras a la profundidad del valle
es posible que aparezca la beldad
cargado está el árbol de melocotones esmeralda
y a la orilla del agua todo es brisa, todo es sol
sombras de los sauces, recodos del camino
pájaros que en bandada se aproximan
persigue todo eso, adelántate
más allá del intelecto está lo genuino
acuérdate siempre porque entonces
con lo viejo, lo nuevo construirás
El clasicismo y la elegancia
recoge la primavera en ánfora de jade
y disfruta de la lluvia al calor de tu cabaña
hospeda a los letrados virtuosos
y que te rodeen finísimos bambúes
blancas las nubes comienza la claridad
los pájaros se persiguen los unos a los otros
duerme el laúd sobre la verde sombra
se arroja una cascada desde lo alto
las flores caen también enmudecidas
tú, hombre sencillo como los crisantemos,
escribe sobre el esplendor de las estaciones
¡y ojalá tu obra se merezca ser leída!
Lo puro y lo extraordinario
un bello y hermoso pinar se refleja
y ondea sobre las aguas
los copos de nieve van cubriendo los bambúes
algunas barcas se agrupan en la ensenada
un hombre respetable como el jade
se dirige en sandalias hacia el rincón secreto
a veces se detiene contemplando el horizonte
allá lejos, el cielo es de color esmeralda
espíritu en el que afloran las antiguas maravillas
es tal la limpidez que resulta inaprehensible
igual que el último brillo de la luna en el alba
igual que el soplo vital cuando el otoño declina
La distancia y la deriva
solo y olvidado, aléjate del comienzo
orgulloso y firme, sepárate de los hombres
igual que la grulla en el monte Gou
o las nubes en la cima del monte Hua
hombre distinguido, en tu interior benevolente
de claro y fino rostro entre vapores y brumas
cabalga el viento como la planta seca que rueda
interminablemente a la deriva
sabes que lo que no puede ser atrapado
puede ser, sin embargo, oído
aquel que esto comprende, lo espera simplemente
pero el que quiere poseerlo, al fin se alejará
La expansión y la alegría
de una vida de unos cien años
¿en qué punto exactamente estás?
el placer y la alegría duran poco
¡y es tanta la tristeza!
mejor, cada día, con una copa de vino
penetra en los campos rodeados de niebla
o allí donde las flores cubren los tejados de paja
atraviesa la lluvia llegando desde lejos
y cuando tires la copa ya vacía
apóyate en tu bastón y márchate cantando
¿quién no siente la vejez?
¡sólo el Monte Sur, esa imponente y altísima montaña!
Si Kongtu
Las veinticuatro categorías de la poesía
Preludios de Gong Bilan
Edición de Pilar González España
Trotta, 2012.
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