sábado, enero 21, 2023

Cuatro poemas de Iván Palacios Ocaña

Entre marzo y abril

Yo también quisiera ser el albañil
que baila en el andamio
junto a las jacarandas.






Naturaleza muerta

¡Echemos abajo la estación del tren!
Los Saicos

1

Propaganda para clases de inglés,
tickets del oxxo, servilletas
y kleenex sucios, recibos de teléfono.
El bosque del que vino mi papel, ahora en la basura
es pequeño, blanco, sin matices: indiferente
a los cambios de estación.

2

Al parecer nos gusta que la naturaleza tenga forma de mueble,
lavadora o foco: nos hace sentir especiales
ser los únicos mamíferos con talento
para convertir el mundo en chatarra.






Julia

Comparten la mejor parte
de su lunch en el recreo,
se cuentan historias de terror
y se regalan dulces. Los días de frío
ella usa un Labello rojo
que él imagina con sabor a cereza.
Tienen entre 7 y 8 años.
Es 1999 o el 2000. Uno de esos días
están en clase y comienza a temblar.
Es la primera vez que tiembla
en sus vidas. Algunos se esconden
bajo los pupitres. Otros se quedan
en el marco de la puerta.
Mientras todos gritan,
él le aprieta la mano,
ella lo abraza
y dejan de llorar.






Homenaje a Ernesto Cardenal por sus 90 años

Una vez escuché a Ernesto Cardenal leer en Bellas Artes.
El poeta parecía una nube
con forma de santo.
Recuerdo algunas cosas que dijo: "la gravedad es amor,
ningún átomo quiere estar solo"
y también: "me vale verga la muerte".
Se veía cansado, no lo saludé, ni quise acercarme;
pensé que si la materia es eterna, en algunos años,
cuando la Tierra se desbarate
(porque el Sol será una estrella demente y homicida)
nuestros electrones orbitarán el mismo núcleo,
o seremos la misma luz.
Y así con todo.






Iván Palacios Ocaña
Cosas inútiles y otros poemas
UNAM, 2018

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