Es en la relación, muchas veces conflictiva, muchas veces armoniosa con el medio ambiente que el artista renueva sus fuerzas y busca motivos para el desarrollo de su trabajo. A través de la capacidad de ordenar los elementos y materiales que encuentra (o mejor dicho, descubre) en el medio ambiente, de recrear o de reinventar los signos que están a su disposición — el artista forja su propio lenguaje. Los nuevos objetos y conceptos creados por él, se incorporan al medio ambiente circundante, expandiéndolo indefinidamente. En este sentido crear implica un cambio de valores de una determinada sociedad, o sea, apunta a la reordenación de la sensibilidad que experimentará estímulos hasta entonces inéditos, no percibidos con anterioridad. La obra recién creada provoca un cambio en el medio ambiente: éste nunca más será el mismo. El nuevo hecho estético se configura como una interferencia crítica informativa que altera el entorno social y material.
Carlos Ávila
El poeta y su trabajo, no. 15, primavera 2004
Traducción: Nadia Mondragón y Rogelio Castillo
Carlos Ávila
El poeta y su trabajo, no. 15, primavera 2004
Traducción: Nadia Mondragón y Rogelio Castillo
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