Poema
Con unos lotos blancos
sacados del lago
regresa una doncella
pilotando una lancha.
No puede ocultar sus huellas
porque la pequeña barca,
a través de los flotantes juncos
dibujó una delatora estela.
Bai Juyi (772-846)
Canción
No expulséis a las moscas de la mañana,
salvad los mosquitos de las tardes.
Si os pican,
es fácil defenderse.
¡Su vida es tan efímera!
Que tengan su propia vida;
cuando venga la luna nueva
el viento los llevará sin dejar rastro.
Han Yü (768-824)
Autoabandono
Me senté a beber
y no advertí el crepúsculo
hasta que los pétalos que caían
llenaron
los pliegues de mi túnica.
Ebrio, me levanté,
dirigiéndome al arroyo
iluminado por la luna.
Los pájaros se habían ido
y también
los escasos hombres que quedaban.
Li Po (705-762)
En la casa de campo de un viejo amigo
Un viejo amigo preparó pollo
y un pudín de cereales,
y me invitó a comer
a su casa de campo.
Verdes árboles circundan
su hacienda.
Collados azules
descienden a lo lejos.
Frente a una ventana abierta
veo el huerto.
Bebemos vino y charlamos
sobre las moras y el lino.
Espérame hasta el noveno día
de la novena luna.
Volveré de nuevo a paladear
tu vino de crisantemo.
Men Haoyan (689-740)
Grabado en los muros de una estafeta al norte del Tayu
En el décimo mes los patos salvajes
vuelan hacia el sur,
llevan su migración muy lejos
y luego regresan.
Pero mis viajes
jamás tienen fin.
¿Cuándo vendrá el día
en que me quede en mi hogar?
Ahora, el caudal del río ha descendido
y está silencioso.
El bosque se sumerge, oscuro y confuso,
en las emanaciones
de los pantanos.
Mañana, al amanecer, cuando
desde la cima del paso dirija
la mirada hacia el hogar,
me gustaría ver los ciruelos en flor
a lo largo de los embalses.
Sun Zhiwen (...-710)
Mi retiro en el monte Chung-Nan
En la edad madura
encontré el camino
y decidí construir una casa
al pie de esta montaña.
Cuando mi espíritu me embarga
paseo en solitario.
En medio de la belleza
que los demás no encuentran
sigo caminando hasta donde el agua
obstruye el sendero.
Luego me siento y contemplo
las nubes que ascienden:
En el sendero del bosque
por casualidad encuentro a un
viejo leñador y hablamos y reímos.
Ya no pienso en regresar.
Wang Wei (699-759)
Enviado a un ermitaño taoísta del cerro Chüan-Chiao
Es madrugada cuando, tiritando,
me acomodo en mi salita
y me viene a la memoria el ermitaño
del otro lado de las colinas.
Lo imagino amontonando haces de leña
en los barrancos, junto
a algún arroyo de la ladera de la montaña,
y regresando luego a casa para cocinar
en su fogón de piedra.
Pensé que sería un placer llevarle
una calabaza llena de vino
para reanimarle
en este atardecer húmedo y tormentoso,
pero las hojas caídas han cubierto
las faldas de los cerros.
Y, ¿cómo podría encontrar la senda?
Wei Yingwu (735-792)
Poetas chinos de la dinastía Tang
Selección y traducción: C. G. Moral
Visor, 2000.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario