martes, junio 14, 2022

Cinco poemas de Cindy Hatch

Yocasta:
No vi venir la vejez de mi padre,
iba siempre vestido de negro,
¿cómo es que no pensé que
elegiría ir como una tromba
hacia su propia muerte?
Iba de luto desde el principio.


*


Iba creciendo una sola liebre dentro de la mía
y dentro de ella, otra.

Cada una con sus mejillas sanas,
pero lo más importante:
cada una con un secreto.


*


Yocasta:
Días después, entré a su habitación,
detrás de la puerta encontré el calendario,
cada cuadro tachado con marcador negro;
no había un patrón.

Nunca pregunté por el significado de esas cruces;
mi madre me confesó que marcaba los días
en que mi padre llegaba
castañeando los dientes.

Te digo que siempre fue así y nosotras lo ignoramos.


*


Yocasta:
Tormento madre, elevación madre, de regreso a la niñez madre.
Madre no escucha, madre no perdona, madre no habla.
Jamás se marcha sin previo aviso.
Madre no habla.
Madre no arrulla.


*


La liebre tuvo sus crías;
entre ellas se desollaban las mejillas,
mi padre las miraba con horror,
en su rostro había algo terrible y hermoso;
aquel gesto fue la primera llamada.





Cindy Hatch
Citerón: Crónica del grito de la liebre
Secretaría de Cultura de Jalisco, La Maleta de Hemingway, 2022.

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