martes, abril 21, 2020
Cuatro poemas de Thaís Espaillat
Ejercicio de versificación de algo que dije por Whatsapp
Ya salí del concierto
Estoy afuera del carro de este pana,
él está drogadísimo
Yo no puedo manejar
no sé manejar mecánico
Estoy afuera del carro
(el pana está roncando)
y en el Bluetooth de un Kia blanco
acabo de ver a un tipo llamar a alguien
llamado "Baby Caca"
Delicia campestre
El dragón me está mirando
con sus ojos rojos
El chino me está sonriendo
con sus dientes marrones
El árbol de cerezo está florecido
con sus flores rosadas
El habla está volviendo hacia mí
con su mantel dorado
Mientras tanto,
como fideos transparentes
y hojas de tallo largo
Bebo té caliente
Bebo cerveza
Escucho a la familia con cuatro hijos
agradecer a Dios
El dragón me está mirando
El dragón me está mirando
Es difícil sentarse en una mesa redonda
y no hacer una ceremonia
Esa es la hija de la reina Isabel II
Título para libro de autoayuda:
No vuelvas a enamorarte
de nadie que tenga la boca fría
Perdón si está largo
Es que se tiene que entender
el significado, el poder maligno
de una boca fría
Una boca fría
Piensa en una boca
Fría
Que te besa y te besa
y tú la besas
A la boca fría
Entonces por termodinámica
sabemos
que esto resulta en una cosa
que podríamos llamar "beso tibio"
Una boca fría
que te besa
con la palabra horrible que es tibiamente
¿Cómo vas a enamorarte de alguien
que tiene la boca así?
No vuelvas a besar los cuchillos,
los tenedores,
las cucharas,
ay,
las cucharas, niña loca
Besar las cucharas
Besar las cucharas y que las cucharas
te besen a ti
Que las cucharas respondan tu gesto de destrucción
con tanta, tanta tibieza
Que no te quede más remedio
que intentar devolver,
devolver,
devolver
lo que nunca estuvo y te ríes
pero igual
te ríes e igual estás botando
todo el pan caliente
que deberías de comerte
tú.
Telegrama
Pequeña lista de imágenes en orden aleatorio:
Una fuente que se desborda
en un parque con luces naranjas,
una funda roja huyendo de los carros
en medio de la carretera
(nota al margen: parece un ramo de rosas),
un jardín que crece
en un techo rojo, al lado de una pared casi blanca,
una muralla morada y verde
del lado derecho, siempre del derecho,
que no deja salir al Sol,
unos insectos intentando besarse
en la luz de una lámpara,
unas manos que buscan algo
en una mesa,
unas alas cayendo
en el agua,
una mano que agarra un papel que dice:
"esto todavía me hace sentir sola".
Thaís Espaillat
¿Tienes quien te cuide la mula?
Ediciones Liliputienses, 2020.
Etiquetas:
República Dominicana,
Thaís Espaillat
Suscribirse a:
Comentarios de la entrada (Atom)
No hay comentarios.:
Publicar un comentario